Segunda semana de MasterChef Celebrity 2 y ya comenzaron los déjà vu de la temporada anterior. En esta ocasión, una nueva “historia de amor” ha surgido entre las hornallas. Bueno, más bien un enamoramiento platónico no correspondido de Dani La Chepi a Donato De Santis.
La noche en realidad arrancaba con una dura declaración del jurado: “A partir de hoy se terminó el período de aceptación del jardín infantil”, dijo a sus colegas. Con una determinante decisión de mano de hierro en sus análisis culinarios, los tres coincidieron en mantenerse firmes con los platos de los concursantes. “Volvemos a ser el jurado de siempre, desde hoy”, dijo Germán Martitegui. La elección de preparaciones por la suerte de la ruleta determinó el destino de cada uno de los concursantes.
Llegado el momento de la devolución, Dani La Chepi comenzó con sus insólitas declaraciones. Tras encontrar un pelo (que por suerte era del choclo) en el plato, la influencer cayó en una táctica para comprarse al jurado. Cuando el mismo Donato le consultó quien era su chef favorito, dijo decidida: “Donato, lejos. Lo amo. Sé que estás casado, yo estoy de novia, pero sé que los ojos están para mirar”.
Rápidamente el jurado contestó: “Gracias, pero no me comprometas. Igual, yo pediría un VAR para esta declaración que acaba de hacer”. Su erspuesta iba a otras cosas que la influencer había estado diciendo por detrás. Martitegui le recordó: “Cuando Damián fue a tu mesada, le dijiste: ‘Hola, amore mio, sos el más lindo del mundo´. Nosotros escuchamos eso”.
Ante la confirmación de La Chepi, De Santis le dijo: “Ahora me rompiste el corazón”. En el backstage, Dani terminó de confesarse: “¿Qué es esto, de golpe una escena de celos? Pero le entro a los tres como loca”.
A pesar de sus intentos, el jurado decidió salvar a Gastón Dalmau, el “loco” Montenegro, Daniel Araoz y Georgina Barbarossa. Mientras la influencer junto a Juanse y Flavia Palmiero terminaron con delantales grises que los lleva directo a la noche de última chance del jueves.
La declaración de Germán Martitegui
Sin embargo, nadie olvida cual fue la primera (¿y verdadera?) historia de amor de MasterChef, que puede haya terminado recibiendo una confirmación por el mismo Martitegui. El jurado se acercaba a la mesa de Georgina Barbarossa, que para ese día había elegido un peculiar tono celeste para su cabello, muy a lo Vicky Xipolitakis de la primer temporada.
“Hola, ¿cómo estás? Soy Vicky”, le dijo a Martitegui. Pero el chef no le permitió avanzar, sin siquiera reírse del chiste: “Vicky hay una sola”.
Frente a la defensa, la actriz hasta se animó a confirmar aquella declaración implícita del jurado: “Ah bueno, para mi que hay romance, que quedó todo latente ahí”.
