En el último ciclo de Pampita Online, Carolina Ardohaín se refirió al escándalo de los tres jugadores de Los Pumas. A raíz de una falta de homenaje a Diego Maradona en el partido posterior a su muerte, muchos usuarios salieron a “cazar” viejos mensajes de Twitter para un “carpetazo” a Pablo Matera, Guido Petti Pagadizábal y Santiago Socino. De ellos se encontraron varios tweets clasificados como xenófobos, discriminatorios y racistas.
Con el tema a flor de piel, la modelo se animó a levantar su palabra sobre la situación. Lejos de excusar sus acciones, Pampita se refirió a la realidad que viven como deportistas de alto rendimiento:
“Ser un deportista de élite es mucho más sacrificado de que lo que la gente se imagina, vivir en otro lado, llevar la camiseta, la presión que hay en cada partido, porque capaz en uno sos el héroe y en el próximo sos una porquería porque no rendiste. Hay tanta presión del exterior que hay que bancársela. Hay que ponerse en los zapatos de estos pibes”, comenzó diciendo la conductora.
“Lamento mucho esos comentarios, son espantosos. Nadie va a decir lo contrario, pero las que somos mamás decimos ‘mirá si mi hijo de 19 años hizo esta estupidez pensando que 20 amiguitos lo veían y hoy se está cagando su carrera, que le dedicó el cien por ciento de su vida, llevando nuestra bandera a todos lados’”, continuó con la reflexión que había hecho sobre las consecuencias extremas a lo que ha llegado este caso de carpetazo.
A pesar de que no dio lugar a réplicas sobre los comentarios del pasado, Pampita reconoció que no debe juzgarse un deporte entero por lo sucedido: “Esto sirve de ejemplo para saber que todo lo que decimos nos define. Hay cosas que no se pueden decir ni en chiste... Yo creo que ni se acordaban de que lo habían escrito. No hagamos una caza de brujas, ya consecuencias están teniendo. Ojalá se pueda reponer nuestro rugby porque es nuestro equipo, el que nos va a representar, es nuestra Selección Nacional, que puedan seguir jugando porque sino es un deporte que desaparece andá a saber hasta cuándo”.
Para finalizar, aclaró que en su opinión los castigos daban a lugar, pero que en su lugar las habría utilizado para mostrar un cambio en los rugbiers: “Están bien las sanciones, pero también están bien unas disculpas sinceras, de corazón. Incluso se puede sancionar con trabajo social, buscar una forma de reivindicarse, demostrar que piensan distinto. Se puede ir por ese lado con las sanciones, que puedan demostrar ellos que hoy en día evolucionaron, maduraron, que piensan distinto, que están arrepentidos. Démosle lugar también a las disculpas y que cumplan con ciertas cosas para demostrar que ese cambio es verdadero”.