La pandemia de coronavirus que estamos viviendo ha puesto en pausa al mundo y movió muchas estructuras e hizo que la tecnología sea una herramienta central en pleno aislamiento social.
En ese marco, Natalia Oreiro confesó que se “amigó” con la tecnología, incluso desembarcó en Instagram, y le flexibilizó en su hogar el acceso a las pantallas a su hijo Atahualpa, fruto de su amor con Ricardo Mollo, según Ciudad Magazine.
“Él va a una escuela muy relajada pero, así y todo, uno no está preparado para ser maestra, a veces pierdo la paciencia. El otro día dijo: ‘Este año mi mamá es mi maestra’. ¡Y me mató! Ata es fanático del origami y ahora toma clases de lunes a sábado por Zoom", contó Natalia.
"Yo estoy alucinada con las cosas que hace. Creo que este es un momento para ser flexibles porque esta no es la nueva normalidad. Él no miraba pantallas, porque en su escuela proponen no hacerlo. ¿Pero cómo hace para tomar clases de origami? Además, ahora empezó a ver películas, o algún dibujito. Llega un momento que ya hicimos origami, regamos las plantas, cuidamos la huerta, jugamos con los perros, entonces si surge: ‘¿Miramos una película?’, la respuesta es: ‘¡Dale!’”, confesó Oreiro, describiendo los cambios en la educación de su hijo producto de la pandemia.
Además, la actriz dio más detalles de la conducta de su niño y su uso de la tecnología: “No por ahora. Tampoco es una negación, pero le presentamos otras opciones. Hace equitación hace un par de años, porque le encantan los caballos, pero esta temporada no pudo arrancar.... Y Ata también hace carpintería con su papá”.