Sofía Pachano no estaba emocionalmente preparada para el desafío que Santiago del Moro anunció en la última gala antes de la selección para las eliminatorias. Los concursantes debían homenajear a algún ser querido, la consigna era que el plato pudiera llenar las pérdidas de esa persona que ya no están. Eran platos llenos de sentimientos. Cuando el conductor le consultó a Sofía sobre su elección, la actriz contestó conmocionada: “No creo que pueda hablar ahora”.
Tomando algo de compostura explicó: “Me gustaría homenajear a mi papá, porque él siempre es como que no va a estar más...”. Hace 3 años, el coreógrafo fue diagnosticado con cáncer de pulmón que hizo metástasis en el cerebro. “En los últimos años, yo el sentimiento de pérdida lo tengo medio constante con mi papá. Con sus enfermedades es como todo el tiempo. Y él es tan resiliente que sale. Pero me pareció que no hay que homenajear solamente cuando esas personas no están, sino que realmente lo vean estando”, dijo la joven sobre la lucha de su progenitor.
La participante se decidió por una receta familiar, de su abuela Doña Teresa, que aunque falleció cuatro días antes de que naciera ella. “Son unas tortas fritas. Y yo sé que esto a él le va a gustar, así que lo quiero hacer”, dijo después contando que lo llamaría Las Maravillas. “Mi papá siempre me dice que yo cocino por mi abuela, que tengo las mismas manos que ella y que me manejo de la misma manera que ella. Yo no la conocí, pero él dice que heredé el amor por la cocina de ella, porque ninguno de mis padres cocina tanto”.
Por primera vez, Sofía vivió el desafío de cocinar sin presión, trabajar desde sus emociones eliminaron cualquier tipo de estrés, ya que en esta vuelta, no iba por el premio. “Invoco a mi abuela para que baje y me ayude”, dijo con toda la intención de preparar el plato del que su padre le habló desde que era chica.
Ante la consulta de Del Moro sobre su niñez como hija de Aníbal Pachano, la joven reconoció: “Sí, fue complicado. Pero, cuando vas creciendo, entendés que los padres hicieron lo que pudieron. Y entendés lo que les costó hacer muchas cosas. Cuando mi mamá lo conoció, mi papá tenía treinta y tres mudanzas. Venía de un pueblo. Y la suya fue una familia muy golpeada, con mucha crisis económica, mucha resiliencia y mucha comida...”.
Al presentarse ante el jurado, Sofía sólo acompañó su plato con una servilleta de papel y explico: “No pienso en un restaurante, pienso en una familia”. A pesar de que los jueces se conmovieron con el sentido de sus tortas fritas, Pachano fue enviada a la gala de eliminación y calzarse el delantal negro.