En la primera gala de eliminación de “Bake Off”, los 14 concursantes debían mostrar todo su potencial para poder llevar a cabo el desafío de la noche que consistía en una “candy cake” de 20 centímetros, pero para algunos el desafío se les hizo cuesta arriba.
Hernán Canalini, quien ganó los dos primeros retos a los que se enfrentó en la primera semana y tenía el beneficio de contar con 10 minutos extras para realizar su plato, sufrió una de las peores cosas que le puede ocurrir a un pastelero: se le desmontó la torta completa.
“Me quiero ir te juro. No llego”, expresó el joven que quebró en llanto y, mientras algunos de sus compañeros corrieron a darle ánimo, el arquitecto empezó de a poco a descompensarse: “Me siento descompuesto. Me falta el aire”, a lo que segundos posteriores tuvo que salir de la carpa donde preparan los postres.
Pese a este accidente el joven aprovechó los minutos extra con los que contaba y pudo finalizar su torta, aunque no estuvo a la altura de las dos presentaciones que hizo en los primeros capítulos del programa.
“Me encanta cómo quedó”, le animaron desde el jurado, aunque Dolli Yrigoyen fue más dura a la hora de transmitir su opinión: “Traté de contenerte y darte mi experiencia. La mejor forma de aprender es prueba y error. No está rico el bizcocho, no te representa”, manifestó la experta cocinera.
Hernán tiene 35 años y se describe en su cuenta de Instagram como arquitecto y urbanista y tiene su propio estudio llamado Team Arq en el que realiza proyectos, dirección de obra y ejecución, asesoramiento técnico, gestión y diseño de interiores.
Además, en su presentación aseguró que nunca estudió nada relacionado a la cocina sin embargo se lo ve muy seguro a la hora de crear platos dulces y sorprender al jurado.