Los vemos en pantalla como nuestros personajes favoritos, o bien interpretando todo su talento sobre los escenarios tras un micrófono. Terminamos de conocerlos por los titulares y las entrevistas a las que dan lugar... o al menos eso creemos. Porque muchos de los actores y cantantes más reconocidos de todos los tiempos tienen secretos que guardaron durante mucho tiempo.
Pero si algo a determinado la psicología es que los eventos de nuestra infancia, sobre todo los traumáticos, pueden determinar el desarrollo de la persona. En el caso de estas estrellas todas parecen haber encontrado un punto de quiebre que solo los fortaleció más para poder convertirse en las figuras mundiales que fueron. Aun así, sea por vergüenza o por su propia seguridad, hubo un tiempo en que preferían recluirse de la vida pública que revelar al mundo ciertas verdades.
Algunos actores tuvieron infancias que los marcaron de por vida. Tal es el caso de Tom Cruise y Joaquin Phoenix, cuyas influencias familiares hicieron mella hasta la actualidad. El protagonista de “Misión Imposible” de hecho confesó hace algún tiempo que desde pequeño se sintió atraído por la religión y que incluso ingresó a un seminario a los 14 años para volverse cura. Con el tiempo sus convicciones cambiaron, desviándose a la Iglesia de la Cienciología, de la que hoy es el segundo al mando y ferviente practicante.
En el caso de Phoenix, es algo desconocido para la mayoría que el actor nació y se crió en una secta junto a sus 4 hermanos, incluyendo al ya fallecido River. Hijos de Dios era el nombre que recibía la comuna con la que viajaban por todo el país. De hecho, su mismo apellido es en honor a la decisión que tomaron como familia de dejar para siempre esa secta y renacer lejos.
La suerte de Mark Wahlberg y las infancias de Uma Thurman y Audrey Hepburn
Otra estrella que vivió una difícil infancia fue Audrey Hepburn, que involucrada por su nacionalidad belga en las persecuciones de la Segunda Guerra Mundial, fue con solo 14 años una espía de la resistencia holandesa. Su formación como bailarina profesional le permitió poder enviar mensajes secretos con sus presentaciones sin dejar sospechas. Estas experiencias la marcaron y llevaron a convertirse en una activista humanitaria de la Unicef.
Pero si sobre experiencias traumáticas se habla, cabe mencionar a Mark Wahlberg, a quien el destino lo salvó de subirse a uno de los aviones que estrellarían contra las Torres Gemelas en el atentado de 11-S. El actor tenía reservado un lugar en el avión que viajaba a Los Ángeles, pero canceló a último minuto por una emergencia en Toronto.
No es de extrañar entonces la fuerte fe con que el actor vive su vida. Ya sea que se le llame destino o designo del cielo, definitivamente Mark se salvó de uno de los mayores atentados de la historia.
En el caso de Uma Thurman el secreto familiar que casi nadie conoce es que su padre tiene una faceta desconocida tras su imagen de un profesor universitario. Robert Thurman fue en realidad un monje budista tibetano. Al ver sus estudios, se encuentra una relación directa, ya que se dedica a los Estudios Indo-Tibetanos en la Universidad de Nueva York.