Conocé a Carlos Verza, el piloto argentino que sin ninguna asistencia encaró este durísimo Dakar 2017, en la categoría de cuatriciclos, y con pocas horas de sueño se presta a continuar el desafío.
Sólo él pone a punto su máquina. El chaqueño lleva cinco etapas, y 3250 kilómetros recorridos, como piloto, mecánico y motivador.
Corre como Malle Moto y en esta edición del Dakar busca su propia revancha. En el 2016, finalizó 16°, obteniendo el respeto de todos los competidores.
Este año volvió a levantar bandera.
Verza comentó en Mundo D que siempre, en cada etapa, el piloto respeta la misma rutina: se baja del “cuatri”, busca sus herramientas y se pone a reparar el vehículo.
“Los que corremos en esta categoría contamos con un camión que nos transporta nuestras cosas: un baúl con algunos repuestos y una carpa, más un juego de gomas de auxilio”, explicó a la vez que aclaró que un día normal, sin grandes complicaciones, al finalizar una etapa le lleva entre 3 o 4 horas para dejar su “cuatrimoto” a punto.
Esta es su segunda participación en el Rally Dakar, pero en este 2017 llegó con una misión, la de concientizar sobre la extinción del yaguareté.
“Mi traje para competir está hecho todo en alusión al yaguareté, es que busco concientizar sobre el peligro de extinción que tienen estos animales del noreste argentino”.
En la presente edición del Dakar, Verza acumula 26 h 54' 21" en la general, a más de 7 horas del líder Sam Sunderland.
Su objetivo es "mejorar mi posición y lograr terminar de nuevo en la categoría malle”.