Lucirá durante la travesía de Perú los vivos de color azul del equipo oficial Yamaha. Esta vez el mendocino, Franco Caimi (la gran sorpresa del Dakar 2017) montará la moto N°8 del Yamalube Rally Team.
El piloto, que en octubre se accidentó durante una de las etapas del Rally de Marruecos, ha trabajado contra reloj -con su equipo médico- para recuperarse y poder estar en la línea de largada en Lima. Esta aventura de 10 etapas, será la 41ª edición del Dakar y la primera en un solo país desde que -en 2008- la carrera llegó a Sudamérica.
"Antes de mi accidente en Marruecos, corrí el Rally Merzouga, el Rally Atacama y el Desafío Inca. La moto ha evolucionado este último tiempo", destacó el corredor de 29 años.
En 2017, frente a la sede del Automóvil Club Argentino, en Buenos Aires, el mejor motociclista sudamericano rankeado en la general decía: "Agradezco al equipo Honda South América. No sólo a Javier Pizzolito, a mi amigo Bruno Giacomi, a mi mecánico Facundo Lastra que es el mejor (...) a mi entrenador Chino Freytes por haberme hecho evolucionar y transformarme de un piloto de enduro a un piloto de rally en sólo un año".
El mendocino tuvo una actuación consagratoria en 2017 vistiendo el buzo rojo de Honda, que le valió la contratación de Yamaha. Team que también tendrá en sus filas al francés Adrien Van Beveren (moto N° 4). Escuadre que, bajo bandera francesa, regresó al Dakar -en 2014- con el N°1 tras fichar al adalid de KTM y campeón 2013, el francés Cyril Despres.
Franco Caimi, que contará con el patrocinio de Mendoza, mañana empezará su aventura.
“Estoy feliz por largar”
"Desde mi lesión en octubre, trabajé mucho con mi equipo médico, viendo la evolución de la fractura del fémur. Es el hueso más difícil de recuperar. Sé que no voy a estar en mi mejor nivel. Ya es una felicidad estar en la rampa de largada", dijo Franco.