Sebastien Loeb, Stéphane Peterhansel y Carlos Sainz encabezan las posiciones del Dakar 2016 tras la primera semana de competencia. Los tres tienen algo en común, son compañeros de equipo en el sorprendente Peugeot Sport, que se transformó en la gran revelación de la 38va. edición.
De vuelta al ruedo en 2015 tras 25 años alejado del Dakar, la automotriz francesa se propuso estar lo antes posible de nuevo en los primeros planos y para ello diseñó un plan estratégico de tres años, con una millonaria inversión. Sin dejar ni un minuto de trabajar, el equipo encontró rápidamente los resultados.
Bruno Famin, director deportivo de Peugeot, charló con Los Andes en Salta, y contó sus sensaciones tras la primera mitad de la carrera, que tiene a tres pilotos de su escudería al frente de la clasificación general.
¿Antes de arrancar el Dakar imaginaba llegar al día de descanso con esta supremacía del equipo?
-El resultado hasta aquí superó nuestras expectativas. Teníamos dos objetivos principales antes del rally: demostrar el potencial del auto e ir lo más lejos posibles para seguir sumando experiencia porque es nuestro segundo año.
¿Cuál es la filosofía con la que llegó el equipo a este segundo año desde el regreso de la marca al Dakar?
Las condiciones de ruta han sido variadas, altura, lluvia, calor. Cuando hicimos los tests en Marruecos no teníamos todo esto. En el desierto podíamos probar pero no en el camino andino. Sabíamos que íbamos a descubrir nuevos problemas y por suerte no nos afectaron tanto a nivel de la performance.
-¿Qué balance hace hasta aquí?
-A la hora de hacer un primer balance creo que el primer objetivo está cumplido y de manera bastante buena con el 1-2-3 acá en Salta. Hemos ganado todas las etapas con 1-2, 1-2-3 y estamos muy satisfechos pero sabemos que la segunda semana será difici. Vamos a ver arena, calor, navegación y muchísimas trampas. Donde los 17 minutos que tenemos sobre Nasser (Al Attiyah) pueden desaparecer de golpe.
-Con tres pilotos de la categoría de Loeb, Peterhansel y Sainz sería muy difícil dar una orden de equipo.
-Primero creo que la carrera va a ser dificilísima en esta segunda semana y segundo no tenemos mucha ventaja sobre Nasser. Entonces no veo el interés de poner a los pilotos en estrés ahora previendo casos de carrera antes que después no ocurren. La misma carrera va a decidir si alguno se equivoca, tiene problemas técnicos o pinchaduras. Lo veremos, por ahora tenemos que aumentar la ventaja sobre el catarí. Tenemos que conservar la cabeza fría. No hemos ganado el Dakar 2016, nos falta muchísimo. No es tiempo para órdenes de carrera.
-Teniendo en cuenta el balance hasta aquí no queda otra que ganar
-No, el objetivo no cambia y es llegar al final y sumar experiencia. No vamos a modificar las expectavivas y seguiremos con la misma política, una etapa después de la otra. Tras subir a Bolivia tuvimos la etapa maratón y despúes alrededor de Uyuni la más larga y estoy contento por estar acá (Salta) sin problemas importantes. Tengo plena confianza en los pilotos para que no dejen ningún segundo en el camino preservando el auto porque saben que hay que llegar.
-La diferencia entre los tres primeros es escasa y también está muy cerca Cyril Despres...
-La verdadera sorpresa hasta ahora no es Sebastien (Loeb) porque nadie dudaba de la performance de él, la gran buena noticia es la de Cyril, que dio un paso adelante grandísimo, trabajó mucho y ahora está demostrando un gran nivel. Le falta un poco para ganar etapas. La otra buena noticia es Daniel Elena, que tuvo que descubrir todo del Dakar. Para él era un desafío grande.
-¿Qué inconvenientes han tenido hasta ahora?
-No dije que habíamos encontrado la solución a esos problemas (risas). Los inconvenientes están en relación de los turbos. Hay muchos sensores, de presión, velocidad, de todo, y algunos dejan de funcionar. La hipótesis que tenemos hasta ahora es la humedad, el agua que tienen. No hemos encontrado la solución.
-Después de victorias de Loeb y Peterhansel llegó la de Carlos Sainz. ¿Cómo lo ve?
-Estoy muy contento que haya ganado por fín. Carlos se involucró en el proyecto de una forma increíble. Está presionando a todos, pero es buena la presión para que todos mejoren y el auto también. Y entonces estoy muy feliz que tenga el premio por todos sus esfuerzos. Está más motivado que nunca a pesar de la edad parece ser su primer año en el automovilismo.
-El auto evolucionó, está claro. ¿Dentro de la organización también hubo muchos cambios?
-Algunos cambios de detalles, nada muy relevante. No hacía falta. El tema es que si quieres aumentar rápidamente la performance hay que sumar experiencia. Entoces hace falta conservar gente para sumar, por eso hay que invertir y no cambiar. En el auto dle 2015 hubo puntos débiles para mejorar pero también había cosas muy buenas. Había que capitalizar.
-¿Cómo hizo Peugeot para en dos años para marcar el camino de todas las etapas y parecer imbatible?
Hay que trabajar y utilizar las competencias. Estamos desarrollando autos de carrera desde hace muchos años. Por supuesto el Peugeot 908 de Le Mans y un 2008 de calle puede parecer que no tengan nada que ver pero no es tan cierto porque el "know how" fundamental es el mismo. La gestión de los turbos, el funcionamiento de los amortiguadores, saber calcular el sistema de enfriamiento, todo eso es la cultura de la empresa y lo estamos utilizando.
-Con respecto a los rivales, siempre nombró a Nasser Al Attiyah. ¿Le sorprende que sea el único que empuja de Mini?
-Ya demostró Nasser que era un step arriba de todos, no solo este año sino también los pasados. Ganó en 2011. Corre muchos rallys de campeonato mundial (WRC), mejoró su nivel de pilotaje.
-Y que Mini esté tan bajo...
-La respuesta es el trabajo. Nosotros lo hemos hecho como locos desde el final de la última prueba. Nosotros nos focalizamos sobre lo que tenemos que hacer, no tenemos gente para que vea lo que hacen los demás. No creo que Mini haya evolucionado mucho desde el año pasado. Entonces, el que no progresa va para atrás.