“La Liga Nacional es otro mundo. Muy profesional. Me costó adaptarme al principio. En Anzorena se entrena muy fuerte. Es similar en cuanto a la planificación. Sin embargo, los nombres, la dimensión del club y la categoría, hacen que fuese un mundo mágico”, así explicó Tomás Villarejo, la revolución que provocó San Lorenzo con su incursión en La Liga.
- ¿Qué se te pasó por la cabeza la primera vez que compartiste el vestuario con Hermann, por ejemplo?
-Es algo increíble. Uno lo veía por televisión. Y después al conocerlo, uno se da cuenta porque son tan grandes jugadores.
Es un crack dentro y afuera de la cancha. Formamos un grupo muy unido. Somos de juntarnos seguido. Varios jugadores viven en el mismo edificio donde estoy yo en Boedo. Los jugadores con más experiencia viven en otro lugar. Estamos cerca y compartimos muchos momentos juntos: desde mates hasta asados.
- ¿Qué te provoca tener a Marcelo Tinelli como el capo máximo del básquet de San Lorenzo?
- Es un tipo normal. Uno siempre lo vio como una figura de la televisión. Está en todos los detalles. Le gusta mucho lo profesional. El grupo que formó fue muy bueno. Los juveniles también tenemos nuestro lugar. El Polideportivo que han construido en Boedo es de otro nivel.
-Lamas, de darle indicaciones a Ginóbili, Scola, ahora le habla a Villarejo.
- Es una satisfacción enorme poder tener a Lamas como entrenador. Estoy en una etapa donde tengo que aprender a cada instante. Es un proceso. Todo los días, incorporo algo a mi juego. Tengo que seguir por este camino. Perfeccionándome.
-¿Cómo definirías a Tomás Villarejo como jugador de basquetbol. Por qué llegó a la Liga Nacional y se dio el lujo de integrar el equipo campeón?
- Un jugador con un corazón enorme. Sacrificio. Primero el equipo, luego lo individual. Humilde. Y siempre para adelante, más allá del rival.
- ¿Por qué llegaste a San Lorenzo?
- Pocos saben que pasé tres reclutamientos. Eramos más de 100 jugadores de todo el país. Quedé seleccionado. Fue un esfuerzo único. Ahí, me sentí campeón. Objetivo cumplido.
Mendocinos de oro: Minzer, Roldán, Sandes, Aguerre y Togñón
El primer jugador mendocino en ganar una Liga Nacional de basquetbol fue Paul Minzer con GEPU de San Luis en la temporada . Minzer, hombre nacido en el Club Israelita Macabi llegó al equipo puntano tras ser figura de Mendoza en el Argentino de 1992/93, cuando la Borravino se consagró subcampeón. El DT fue Orlando Ferrato y compartió equipo con Juan Espil, Esteban Pérez y Lobito Fernández.
Un año más tarde, Guillermo Roldán, oriundo de la cantera de Murialdo y que luego pasó por Mercado y Atenas, gritó campeón con Peñarol en la temporada 1993/94. El entrenador del equipo era Néstor García. Fue el primer título del equipo “Milrayita”. Jugaban con el mendocino hombres como: Richotti, Bernardini, De la Fuente, Wallace Bryant, Sam Ivy y el ex Regatas, Marcelo Vildoza.
En la temporada 2003/04, Boca se consagró campeón y Matías Sandes fue pieza clave. El DT del equipo Xeneize fue Sergio Hernández. Compañeros destacados: Paolo Quinteros, Martín Leiva, Tato Rodríguez, Byron Wilson y el jugador Apache, Nico Mendyk. En la temporada 2006/07, Federico Aguerre, integró el equipo de Boca campeón. El líder y capitán del equipo era Leonardo Gutiérrez. DT: Fernando Piccato. Otros compañeros: Oroná, Leiva, Cequeira.
En la temporada 2012/13, Luciano Bruno Togñón, integró el plantel campeón de Regatas (SN). DT: Nicolás Casalánguida. Compañeros: Paolo Quinteros, Nicolás Brussino, Federico Kammerichs.
