Es el equipaje que debe contener todo lo que podamos necesitar en horas de espera, escalas, conexiones y durante el viaje. Es importante que sea liviano, amplio y que todo lo que contenga sea de fácil acceso. Aquí, diez puntos fundamentales a tener en cuenta.
1- Tamaño. Debe respetar las medidas reglamentarias para viajar en avión y el peso, que va de los 5 a 16 kg según la aerolínea y la tarifa. Tener en cuenta que siempre es más práctico llevarlo debajo del asiento de adelante en lugar de en el guarda equipaje, para poder sacar y guardar cosas sin tener que pararse. Por seguridad, todos los objetos de valor deben ir en el bolso de mano.
2- Documentos de viaje. Es lo primero que hay que guardar, en lo posible contenidos dentro de un porta documentos impermeable o bolsa ziploc. Pasaporte vigente, papeles de aduana, seguro médico, formularios de AFIP con los aparatos tecnológicos declarados, autorizaciones para salir del país de los menores de edad. Verificar que todo esté en regla.
3- Birome y libreta. Siempre habrá algún formulario que llenar o un dato que anotar.
4- Tarjetas de crédito y débito. Fundamentales para zafar hoy afuera del país si se pone difícil conseguir moneda extranjera.
5- El papel pesa ¡mucho! Una lectura para acortar las esperas o para el viaje es buena idea, pero olvidarse del "por las dudas" a la hora de cargar libros y revistas. Las reservas y vouchers se pueden guardar en un smartphone gracias a nuevas aplicaciones. Si la decisión final es llevarlas impresas de back up, tirar todo lo que vaya perdiendo utilidad. Folletos y catálogos, a la vuelta sumarán peso que se puede traducir en kilos de sobrepeso, que se paga en dólares.
6- Cargadores. De celular, tablet, baterías de la cámara de fotos. En todos los aeropuertos hay adaptadores y se pueden cargar. Auriculares, fundamentales.
7- Cámara de fotos y celular. Es lindo registrar las vacaciones desde el minuto cero. Un celular con una buena cámara es más que suficiente para los amateurs. Hay muchas aplicaciones para viajes para prepararse para el destino y matar las horas de trayecto y espera.
8- Los líquidos, con cuidado. Para viajar en avión, las gotas, líquidos para lentes de contacto, pastas dentífricas y productos de perfumería, en frascos de hasta 100 ml dentro de bolsas ziploc. Para otros medios de transporte ¡cuidado para que no se abran y ensucien todo!
9- Elementos cortantes y punzantes, prohibidos. Los cubiertos del bebé, encendedores, alicates, limas de uñas metálicas, piezas de depilar, tijeras, maquinitas de afeitar, cortaplumas, no se pueden llevar en el equipaje de mano cuando se viaja en avión.
10- Descanso, frío y calor. El bolso de mano es el único con el que contamos desde que despachamos la valija hasta que nos reencontramos con ella, que encima puede ocurrir que algún imprevisto la demore. Si hay previstas muchas horas de espera, escalas o conexiones, se puede llevar un cambio de ropa o una remera extra, separada en una bolsa de tela para que no se ensucie con el roce al sacar y guardar cosas. Arriba del avión es probable morir de calor o de frío. Siempre es conveniente llevar algo de abrigo y un par de medias para dormir. Los que sufren los viajes largos, no pueden olvidar su medicina para garantizar un buen descanso.
¿Por qué contratar un servicio de Asistencia al Viajero?
Al planificar las vacaciones se tienen en cuenta infinidad de aspectos: destino, días previstos, gasto de pasajes, alojamiento, comidas, además de las erogaciones diarias en el sitio elegido. La indumentaria, la documentación y tanto más, y en el preciso momento en el que desde la agencia de viajes nos ofrecen un seguro decimos ¿para qué?
Los imprevistos son parte del viaje, una alergia, un resfrío, alguna caída entre las urgencias médicas o quizá una de índole legal. Por ejemplo ¿qué hacer ante el extravío de documentos o de equipaje? Cualquier cosa se agrava si no se sabe qué hacer a quién pedir ayuda o peor aún, si no se maneja el idioma del país de destino. Ante estas situaciones el seguro de viaje brinda soluciones.
Las empresas que brindan este tipo de servicios ofrecen una ayuda inmediata ante cualquier contratiempo que surja durante el viaje y ponen a disposición del viajante la posibilidad de contar con un interlocutor en el mismo idioma, pendiente las 24 horas los 365 días del año.
Se trata de un servicio completo que no sólo involucra tener un contacto a nivel médico sino que ofrece ayuda con las comunicaciones, mensajes a la familia, servicios legales, localización de equipaje, repatriaciones sanitarias y administrativas, reembolso por vuelos demorados, asistencia en caso de robo o extravío de documentos, pasajes aéreos o tarjetas de crédito, servicio de concierge, entre otros beneficios.
A la hora de contratar un servicio de asistencia al viajero, es preciso contar con información respecto del lugar de viaje e informar al operador sobre la duración de la visita ya que cada destino tiene sus características especiales. Por último, si bien la mayoría de los turistas adquieren paquetes estándar, existen hoy en el mercado opciones a medida.
Este tipo de productos se basan en las diferentes necesidades o particularidades de cada usuario. De esta manera es posible configurar sus propios límites y servicios de cobertura.
Cabe señalar que las tarjetas de crédito cuentan con un seguro para viajeros, por ello hay que comunicarse con el banco que las expide y asesorarse sobre la cobertura y la póliza en cuestión para decidir si contratar un servicio aparte o recurrir a él en caso de necesitarlo.