A pocas horas del superclásico del siglo, la tormenta que está cayendo sobre la Ciudad de Buenos Aires y complicó el estado del campo de juego de La Bombonera, donde a las 17 se tenía que disputar el primer partido entre Boca y River por la final de la Copa Libertadores, pero luego que el árbitro Roberto Tobar recorriera el campo de juego definió que el partido quedó suspendido.
La confirmación llegó en la voz del presidente de Boca, Daniel Angelici, quien a la salida del vestuario aseguró "está suspendido".
Según el titular xeneize, el partido pasaría para mañana domingo, aunque también dependerá del clima, ya que anuncian lluvias.
Si bien las lluvias estaban pronosticadas para ayer por la noche, desde temprano sorprendieron a la zona de La Boca, donde miles de hinchas aguardaban para disfrutar del duelo entre los máximos clubes de Argentina.
"El campo de juego está respondiendo bien, estamos tranquilos; Boca dará su versión oficial en un rato", había dicho Fernando Jáuregui, intendente de Boca, en TyC Sports.
Afuera del estadio, en el barrio de La Boca había inundaciones en las calles linderas al estadio del Xeneize, lo que alimentaba una posible suspensión del encuentro. En 2010, por mencionar un antecedente, la lluvia obligó a que se cancelara un Boca-River en La Bombonera.
Finalmente, las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) inspeccionaron el estado del césped de La Bombonera y definieron que el partido quede suspendido.
El dirigente comentó, desde el campo de juego, que "llovió muy fuerte en dos horas y media pero el césped respondió bien con el drenaje. Confiamos en que no llueva demasiado y se juegue el partido sin ningún inconveniente".
El director de competencias de la Confederación Sudamericana de fútbol explicó que "hay un punto con agua pero yo creo que va a estar bien para la hora del partido, no hay barro. Se está haciendo un tratamiento para que drene más rápido esa zona, aunque las áreas están sin ningún problema".
A partir de lo anticipado por meteorólogos, durante los últimos días los cancheros de Boca hicieron énfasis en enriquecer el sistema de desagüe con el fin de airear el campo de juego y que, en caso de caer mucha lluvia, el agua pueda filtrarse con mayor facilidad y rapidez, indicó diario La Nación.
La vuelta por la final de la Copa Libertadores tendrá lugar el 24 de octubre y será en el Monumental en el mismo horario.