Un mensaje. Una ubicación secreta. Un viaje en nave espacial. Una batalla espectacular entre el lado oscuro y el lado luminoso de la fuerza. Escenas nunca vistas de un pedacito de historia que jamás fue contada. Y hay más: cualquier terrícola, como usted y yo, puede meterse adentro del cuento y ser protagonista de una hazaña galáctica inédita.
De eso -en muy resumidas cuentas- se trata Rise of the Resistance, la última y más innovadora atracción que abrió el pasado 5 de diciembre y completa el área temática Star Wars: Galaxy´s Edge en Walt Disney World. Justo antes del estreno del último episodio de la historia de George Lucas -que se vio por primera vez en pantalla en 1977-, Disney abrió las puertas de su apuesta más ambiciosa en Orlando, Florida. En Disneyland Park, California, se inaugurará el 17 de enero de 2020.
La experiencia comienza en una ubicación secreta. Caminamos hasta un bosque escondido donde la Resistencia recluta aliados para derrotar a la Primera Orden (que está al mando, ya que temporalmente estamos situados en la última trilogía). BB8 reproduce un mensaje holográfico de Rey, que nos convoca a sumarnos a sus filas.
Siguiendo su consigna, despegamos al encuentro de la General Leia Organa, pero en el camino la Primera Orden secuestra la nave y la arrastra hasta el hangar de un Destructor Estelar. Bajar de la nave, ya prisioneros para ser interrogados y con un escuadrón gigantesco de stormtroopers al acecho, es uno de los momentos más intimos del juego. En la segunda parte comienza la acción: hay que escapar de Kylo Ren y dar pelea. Aparecen todos los componentes fundamentales que sellaron la identidad de la saga -velocidad, misterio, disparos, luces, sorpresas y una generosa dosis de adrenalina- y encuentros cara a cara con Finn, Poe Dameron y el General Hux. Rise of the Resistance supera las expectativas de los fanáticos que siguieron la historia durante más de cuarenta años, y también deja con la boca abierta a cualquier desprevenido que jamás vio una película.
La aventura dura alrededor de veinte minutos, está dividida en varias etapas y es una de las atracciones más largas, grandes, avanzadas y espectaculares de la historia de los parques de Disney. Combina cinco sistemas de viaje diferentes para sumergir a los visitantes dentro del relato. Por ejemplo, competimos con un Destructor Estelar en un vehículo sin control, con un droide a bordo que reacciona al entorno, para el que se implementaron tecnologías de carros sin track predeterminado para que la experiencia sea más real e inesperada. En otra secuencia, un simulador da la sensación de estar cayendo del espacio. Todo esto, sumado a la aparición de los actores de la última trilogía, la intervención de nuevos personajes creados para este juego -como el Teniente Bek, que conduce la nave-, la interacción con otros personajes extra de carne y hueso y a los detalles infinitos y precisos -son tantos que hay que subir más de una vez para ir descubriéndolos de a poco-, elevan el viaje a otro nivel.
La tierra prometida
Galaxy´s Edge es un área temática inspirada en Star Wars de 5,6 hectáreas de superficie dentro de Disney´s Hollywood Studios. Comenzó a desarrollarse en 2014, fue inaugurada en agosto de este año y representa la expansión más grande y tecnológica de los parques Disney. Desarrollada por Walt Disney Imagineering y supervisados por Lucasfilm, confunde los límites de la realidad y la fantasía a otra escala, y catapultan a sus visitantes a otro planeta. En la línea de tiempo nos encontramos en la era de la Resistencia, pero con constantes puertas al pasado y referencias a los personajes de las primeras películas. El escenario es Batuu, un planeta remoto y desconocido al límite de la galaxia, habitado por contrabandistas y disidentes. Fue ideado especialmente para anclar las historias que suceden en el parque. La propuesta es, en lugar de repetir una y otra vez escenas del cine, limitarse a una estructura lineal donde suceden hechos encadenados u ofrecer algo predecible, por primera vez revolucionar el concepto de entretenimiento y permitir que el pasajero realmente sea abducido por un mundo extraterrestre y viva su historia propia y única en primera persona, vaya a donde vaya.
Fiel al estilo Disney, es un nuevo espacio que pone en marcha todos los sentidos y desafía la capacidad de asombro. En Batuu sólo se escuchan sonidos raros de pájaros, droides que se activan repentinamente, naves que despegan y aterrizan. El paisaje incluye flora nativa, relieves de rocas gigantes, chatarra galáctica -utilizaron más de 7.000 piezas de utilería para ambientarlo-, un idioma propio -allá saludan diciendo "bright suns" (en español, "soles brillantes")- y simbología. No hay gritos ni se cuela música de otros parques, ni se ven luces o juegos. Se percibe como una tierra individual en cualquiera de sus rincones y todo el tiempo están pasando cosas: los stormtroopers interrogan a los visitantes, Rey busca ayuda, a Chewie no le queda más remedio que posar para las fotos como un verdadero rockstar.
Y hay mucho más para hacer y para visitar. Millenium Falcon Smugglers Run es otra atracción principal de esta tierra. Consiste, ni más ni menos, que en pilotear la mítica nave de Han Solo. Disney construyó la primera reproducción completa en tamaño real de más de treinta metros de largo, que hasta hoy sólo existe en sus dos parques de Estados Unidos. Los comandos, igual que en un video juego, afectan los movimientos del Halcón Milenario.
Savi's Workshop es un taller escondido en una aparente tienda de chatarra, donde enseñan a construir el sable de luz. La experiencia, guiada por un verdadero as del storytelling, es pura mística, magia, y una parada imprescindible para los fans. La entrada no tiene costo adicional para diseñar la espada, pero llevársela a casa cuesta U$S 199. Es necesario reservar y se puede entrar con un acompañante. En Droid Depot, con reserva previa se puede construir un droide customizado (U$S 99), comprar accesorios, cambiar el chip de sonido o elegir uno de los favoritos de la saga, como R2D2 (U$S 95). La tienda de antigüedades y el Mercado de Batuu -uno de los escenarios más lindos del parque- albergan todo el merchandising (que compromete seriamente la actividad cardíaca de los fanáticos), artesanías, ropa, juguetes, disfraces y criaturas extrañas.
Docking Bay 7 es el restaurante de Batuu. Lo encontramos en una plataforma de hangares en funcionamiento y sus platos están diseñados a base de alimentos frescos de toda la galaxia que llegan al mercado todos los días. La carta incluye postres golosos, menú infantil, recetas especiales veganas y sin gluten para desayunar, almorzar y cenar.
La ensalada de camarones con fideos de batata y las albondiguitas de proteína vegetal con hummus y pan de pita, son dos favoritos (desde U$S 12,99). Oga’s Canteen es el bar inspirado en los viajes de Oga por toda la galaxia. Además de la carta de tragos rarísimos -con y sin alcohol, de colores locos y efectos colaterales-, la estrella es DJ R3X, el robot a cargo de la música en la cantina (guiño a los fanáticos, Rex fue uno de los primeros pilotos de Star Tours, la primera atracción de Star Wars anterior a Galaxy’s Edge). Lo ideal es reservar a través de la app My Disney Experience o por teléfono, porque es uno de los espacios más concurridos del parque. En el Mercado de Batuu también hay snacks al paso, como el mix de pochoclos flúo dulces y picantes, leches azules y verdes.
Fuera de órbita
Hay más Star Wars fuera de los límites de Galaxy's Edge. La magia comienza en el aeropuerto de Orlando, con instalaciones artísticas, puntos de fotos, representaciones a escala real y sorpresas en las distintas terminales que dan la bienvenida a los viajeros.
Dentro de Disney's Hollywood Studios -pero fuera de la tierra temática- sigue vigente Star Tours, la primera atracción que desembarcó en 1987 en los parques de Disney.
Para 2020 se esperan nuevos tours basados en el Episodio 9. En el mismo parque, en Hollywood Boulevard, la súper tienda temática tiene juegos, pins, disfraces y recuerdos con personajes de la primera trilogía.
La Star Wars Rival Run es una carrera de 5, 10 o 21 K. Además de correr con los personajes, la medalla es un preciadísimo objeto de deseo de coleccionistas y fanáticos.
El evento exclusivo dura un fin de semana e incluye una expo de salud y fitness.
Y hay más lanzamientos: todavía no tiene fecha de apertura, pero está anunciado oficialmente para 2021 el Star Wars Galactic Starcruiser, un crucero de dos noches totalmente inmersivo. La saga llegó a su fin, pero Disney promete nuevos comienzos para que la magia nunca termine. Que la fuerza nos acompañe.