El nadador no vidente Emilio Distéfano, ex integrante de la Selección Nacional de Fadec (Federación Argentina de Deportistas Ciegos), retirado de las competencias, y actual presidente de la región Cuyo de esta institución, desafió en el comienzo del invierno las aguas frías de Potrerillos sin traje de neoprene y nadó 1.000 metros en 23 minutos con la temperatura del agua a 8 grados y 5 en el exterior, junto a un guía convencional que nadó a su lado para orientarlo.
“No busqué marcar un tiempo ni una distancia específica, sino soportar 23 minutos nadando con la baja sensación térmica sin ninguna ayuda corporal, sólo me unté una mezcla de lanonina y vaselina en la cabeza para sobrellevar el impacto inicial del agua fría”, contó Distéfano.
-¿Cómo surgió esta idea?
-Luego de dejar las competencias me dieron ganas de nadar y hacer cruces en distintos embalses y ríos y lo hice en verano, pero ahora tenía la inquietud de hacerlo en invierno y desafiar el agua fría como alguna vez lo hizo Gustavo Oriozabala en el mar y el nadador tucumano Matías Ola, a los cuales admiro mucho, y demostrar que querer es poder y no existen barreras ni físicas ni mentales cuando uno se propone un objetivo, y que tener una discapacidad no es impedimento para realizar nada.
-¿Cómo fue la adaptación y entrenamiento en el agua fría. ¿No le tenías miedo a la hipotermia?
-(Me) Entreno en Bombal Indoors, tres veces por semana. Me bañaba con agua fría y periódicamente íbamos a Potrerillos a adaptarnos a la baja temperatura del agua. Previamente consulté con mi cardiólogo y me hice los chequeos médicos, que me dieron bien. Igual sabía que no podía nadar más de 25 minutos.
Era un desafío personal y de mi grupo de apoyo integrado por los profesores Andrés Castillo, Martín Segura y Pablo Milano, a los cuales agradezco mucho, como así también a la Municipalidad de Godoy Cruz, Bombal Indoors Natación, Ministerio de Deportes, Asoc. Braille, Gimnasio Le Club y Yoga Yn.
-¿Cuál es el objetivo de la Fadec y tus proyectos deportivos a futuro?
-La Fadec, que es el máximo ente federativo deportivo de atletas ciegos en Argentina, tiene como objetivo fundamental promocionar y difundir la práctica deportiva en todo el país y buscar los mejores exponentes con discapacidad visual en cada deporte, para representarnos en los diferentes torneos internacionales y yo en aportar mi granito de arena para difundirlo y desarrollarlo en Cuyo.
A nivel personal, ahora practico goalball, que es un deporte exclusivo para personas ciegas. Hemos creado un equipo hace 2 años en Godoy Cruz,único en todo Cuyo. Quiero seguir nadando como hobbie y realizar distintos cruces en embalses y ríos.
Tengo una invitación en verano para cruzar nadando el de La Florida en San Luis, y el sueño algún día de ascender el cerro Aconcagua, ya que no hay ninguna persona ciega latinoamericana que haya hecho cumbre.
Emilio, que además trabaja en OSEP y da charlas de concientización de la discapacidad, dedicó este logro a su hija Sofía y a su padre Rolando, que siempre lo apoya.
Entre sus palmarés deportivo cuenta con el campeonato nacional de 2004 a 2010. Además ocupó los primeros puestos en 50, 100 y 400 m libres y 50 y 100 m pecho.
Por otra parte, representó al país en torneos internacionales, y cruzó El Carrizal, de 2,5 km, en 58 minutos (2009), Potrerillos, Ullum, Los Reyunos, Valle Grande.
Todo un ejemplo de fortaleza física y mental y de que no existen limitaciones cuando uno se propone una meta.