Las playas y el mar
Dubai es un destino de diversión y sin dudas que el borde costero es uno de los epicentros en los que los turistas la pasan genial. Las magníficas playas de arena, las cálidas aguas del golfo Pérsico y el sol durante todo el año, garantizan el paso de buenos momentos tanto para los que quieren tomar sol como para los que practican deportes acuáticos.
Más de 11 millones de visitantes llegan cada año para aprovechar estas arenas. Vale agregar que las familias que viajan con niños pueden estar tranquilas ya que el golfo cuenta con suaves corrientes y, gracias al fondo marino ligeramente graduado, las aguas junto a la orilla suelen ser poco profundas y con marea baja. Se puede caminar fácilmente hasta 100 metros con el agua hasta el tobillo. El entorno se vuelve perfecto para jugar a las palas, recoger conchas y buscar cangrejos.
Muchas de las playas se comunican con los complejos turísticos, de modo que los huéspedes tienen a su disposición todos los servicios. Aunque también hay largos tramos de arena abiertos al público, que se extienden desde Jebel Ali hasta las afueras de la vecina Sharjah.
Una de las recomendaciones es el Jumeirah Beach Park, una amplia extensión de arena fina, bordeada por palmeras que se mecen con la brisa y conducen a zonas verdes con juegos infantiles. También es muy concurrida la Black Palace Beach (playa del palacio negro), apodada así porque se encuentra al lado de una cadena de palacios reales.
En Atlantis The Palm, la Bahía de los Delfines, las aguas poco profundas permiten ver a estas criaturas de cerca, incluso los que no saben nadar.
Cuando sale la luna
Va cayendo la tarde después de otro día inolvidable en Dubai, y sólo quedan algunos rayos de sol. Pero en esta ciudad no existe la hora de cierre. Al anochecer, cuando los rascacielos se iluminan con miles de colores, Dubai se prepara para la fiesta. Con gastronomía de las más de 200 nacionalidades que consideran esta urbe como su hogar, se puede decir que esta ciudad es netamente cosmopolita.
Toro Toro, en el Grosvenor House Hotel, presenta dos plantas con ritmos y platos de Sudamérica en su restaurante-lounge, mientras el archiconocido Mahiki del Jumeirah Beach Hotel trae Hawaii directamente hasta aquí. Además, en el Loca, del Dubai Marine Beach Resort, está presente la cultura mexicana. Mientras que si desea probar con el karaoke, el Harry Ghatto's de las Jumeirah EmiratesTowers es el sitio indicado.
En Studio F se puede probar suerte en un potro salvaje (recomendable antes de cenar), en tanto los que quieran jugar al ping pong pueden ir al SPiN, (club nocturno propiedad de la ganadora de un Óscar, Susan Sarandon, que cuenta con la única mesa de tenis del mundo fabricada con oro de 18 quilates). La última moda de la ciudad son los clubes con comida, donde las cenas están amenizadas por actores y otros artistas.
Otra alternativa es visitar el viejo Dubai, especialmente las calles del Deiray el Satwa, para degustar el curry recién cocinado; conocer las cafeterías y los restaurantes informales que se extienden a lo largo de la Jumeirah Beach Road. Imperdible es cenar pescado fresco en los puestos y restaurantes flotantes de la playa. La comida emiratí tiene mucho de su cultura: es rica, variada y repleta de inolvidables sabores.
Hay que probar las numerosas variedades de pan y mezze en dips y ensaladas, antes de pasar a los platos tradicionales como el Al Mochboos, una especialidad nacional muy apreciada cocinada con arroz y con carne, pollo o pescado, y condimentada con canela, cardamomo y clavos de olor.
Vamos de shopping
Con más de 95 centros comerciales, como The Dubai Mall, que es el más grande del mundo con más de 12 millones de metros cuadrados, el destino tiene absolutamente todo lo que desee comprar. Prácticamente todas las marcas internacionales se venden aquí, además de una serie de boutiques y marcas locales. Ir de compras es una de las razones principales por las que arriban muchos visitantes cada año.
Los promotores turísticos aseguran que tienen puntos diferenciadores con otras grandes capitales de compras. De esta manera, las experiencias que se viven mientras se pasea por los malls son un bonus track. Los centros comerciales se podrían definir más bien como destinos familiares de ocio, con cines, pistas de patinaje sobre hielo, parques temáticos de interior, enormes áreas para comer y espacios para niños.
Admirar fuentes danzantes; hacer paracaidismo en un túnel de viento simulado; esquiar y hacer snowboard en una pista negra; atravesar un acuario; ir a un espectáculo y cenar en restaurantes con platos típicos, son algunas de las propuestas de los shoppings.
Para disfrutar de una auténtica experiencia árabe es preciso ir a los souqs. Tanto el Al Bahar como el Madinat Souq son modernas recreaciones de estos bazares cargados de encanto y están a tan sólo unos pasos de distancia de hoteles cinco estrellas y restaurantes de lujo. Otra alternativa es hacer un viaje en el tiempo y visitar los históricos mercados cubiertos que flanquean el río de Dubai. Allí están Textile Souq (venta de ropa); Spice Souq (venta de especias) y Gold Souq (joyas).
Para toda la familia
Desafiar la gravedad en uno de los parques acuáticos más famosos del mundo; deslizarse por la pista de hielo hasta las salas de cine con varias pantallas, escalar paredes, visitar los acuarios y subir a la cima más alta, son algunas de las propuestas para toda la familia que ofrece el destino.
La mayoría de los complejos hoteleros brindan alojamiento para familias con habitaciones conectadas; disponen de piscinas y espacios para niños con una amplia oferta de actividades especiales para cada edad y una sala con dispositivos como la Xbox, Playstation o tecnología Apple.
Pero, por supuesto, las aguas que no querrán perderse los más pequeños son las de los divertidos parques de Dubai. Tanto el Aquaventure en Atlantis The Palm como el Wild Wadi de Jumeirah garantizan la emoción para todas las edades.
Safa Park es el más grande, pero también están Creek Park, Al Mamzar Park y Zabeel Park, entre los parques más renombrados. Vale mencionar también al SEGA Republic del The Dubai Mall, el mayor parque temático de interior de la región, mientras que, justo al lado, en el KidZania, los niños de 4 a 16 años podrán descubrir una ciudad hecha a medida y probar hasta 80 profesiones distintas.
Cultural
Dubai alberga más de 200 nacionalidades, por lo que ha desarrollado una cultura realmente única. In situ las tradiciones, actitudes, costumbres, religiones y estilos de vida procedentes de todo el mundo se han fusionado con armonía. De esta manera, se celebra la Navidad, el Diwali, el Día de Acción de Gracias, el Año Nuevo Chino, el Día de Australia y, por supuesto, el Eid o Celebración del Sacrificio.
No obstante prevalecen sus raíces árabes. En su esencia, siempre será una ciudad donde se vive el misticismo de Arabia; donde el sonido de la llamada del imán al rezo se propaga por el aire; donde el perfil de torres ondeantes y retorcidas se entremezclen con las cúpulas y minaretes de las majestuosas mezquitas; y donde el aire lleva el aroma de exóticas especias.
Aquí la vida progresó mucho más de prisa que en cualquier otro lugar y, por ello, las técnicas de supervivencia tradicionales son veneradas y se han convertido en deportes con herencia que brindan tributo a una era pasada. La cetrería es un magnífico ejemplo, ya que antaño la usaban los beduinos para sobrevivir y actualmente, es un deporte local. Los complejos hoteleros de Bab al Shams o Al Maha hacen safaris por el desierto, para presenciar una demostración de cetrería.
Los camellos desempeñan, de igual manera, un papel muy importante en la historia. Estos animales que una vez fueron los "navíos del desierto" y transportaban a los beduinos de un oasis a otro, han sido sustituidos por los 4x4. Sin embargo, siguen siendo tan venerados como siempre. Los turistas pueden participar de las carreras por el desierto y contemplar cómo se divierten los emiratíes mientras montan por los senderos de arena. La carrera de camellos es un acontecimiento bullicioso y repleto de color.