El reciente avance en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea abre nuevas oportunidades para los productos mendocinos. En este contexto, Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de Mendoza, destacó los sectores que podrían beneficiarse significativamente de este acuerdo.
“El vino es uno de los productos estrella, pero no es el único”, afirmó Vargas Arizu, subrayando que Mendoza tiene una gran diversidad de productos agrícolas con potencial en los mercados europeos. Entre ellos, mencionó a la fruta de carozo, como cerezas, ciruelas y duraznos, así como las aceitunas y el aceite de oliva.
Si bien el aceite de oliva enfrenta una competencia directa de potencias europeas como España e Italia, Vargas Arizu señaló que las condiciones climáticas adversas en esos países han generado una oportunidad. “El problema climático hoy es crucial; afecta la producción en Europa y abre una ventana para nuestros productos,” explicó.
Otro sector clave que destacó fue el de las semillas híbridas. “Mendoza tiene una cultura hortícola sólida, con chacareros capacitados que trabajan semillas híbridas libres de todo tipo de contaminantes, comercializadas en todo el mundo a través de grandes compañías” señaló. Estas semillas representan contratos en dólares y ofrecen oportunidades para productores con pequeñas superficies de cultivo.
En cuanto a la ganadería, Vargas Arizu resaltó el crecimiento del feedlot en Mendoza. “Estamos alcanzando las 50.000 cabezas de ganado en feedlot, lo que transforma la estructura ganadera de la provincia,” comentó. Este desarrollo no solo busca abastecer el mercado interno, sino también apuntar a la exportación de carne hacia la Unión Europea, un importante consumidor global. “Aún nos falta crecer para autoabastecernos, pero sin duda podemos lograrlo,” añadió.
El ministro enfatizó la importancia de negociar cuidadosamente los términos del acuerdo para maximizar los beneficios para los productores locales. “Firmar un acuerdo de libre comercio significa abrir un nuevo capítulo para nuestra economía,” concluyó Vargas Arizu, destacando que este avance podría marcar el inicio de una nueva etapa para la agricultura y la ganadería mendocina.
¿Dudas de algunos sectores?
El ministro de Producción, recordó las críticas planteadas por los productores vitivinicólas locales en 2019 y aseguró que hoy hay que trabajar sobre otros aspectos. “En ese momento, los vitivinícolas estaban bastante en contra de que esto pasara,” comentó Vargas Arizu, refiriéndose al ingreso de vinos europeos al mercado argentino. Los productores expresaron preocupación por la competencia de vinos italianos y españoles, conocidos por su relación calidad-precio competitiva.
Sin embargo, Vargas Arizu sostuvo que la agricultura en América, incluida la vitivinicultura, tiene ventajas comparativas frente a Europa. “La agricultura aquí es tremendamente más productiva que la europea. Cuando viajas por Europa y ves los suelos desgastados y la cantidad de fertilizantes que usan, te das cuenta de nuestra competitividad,” destacó. Además, mencionó que los productores europeos, particularmente los franceses, tienen razones para preocuparse por la competitividad de los vinos argentinos.
No obstante, el ministro reconoció que el problema no es solo la competencia, sino también los factores internos que afectan a los productores argentinos. “Lo que siempre nos ha perjudicado son los impuestos. Si tuviéramos un tipo de cambio libre y una base impositiva más pareja, estaríamos en una posición mucho mejor,” señaló.
Vargas Arizu también comparó la situación actual con la apertura económica de la década de 1990. “En aquel entonces, se decía lo mismo. Entraron vinos, pero apenas representaron el 2% del mercado,” afirmó. Según el funcionario, los vinos argentinos de alta gama son más accesibles localmente que en Europa, mientras que los de gama media y baja superan en calidad a sus equivalentes europeos.
“Tenemos que abrir la economía, que entren los vinos de todos lados. Nuestra calidad y competitividad son lo que realmente importa,” enfatizó.
En ese sentido, el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Mario González, señaló que “apoyamos y celebramos la firma de tratados de libre comercio que permitan mejorar la competitividad de la vitivinicultura argentina y a las empresas llegar con sus productos en mejores condiciones a los mercados del mundo. Ese es uno de los objetivos centrales del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030 y por lo tanto un mandato a seguir por parte de Coviar”.
En lo que respecta puntualmente al acuerdo Mercosur - Unión, Mario González señaló que “estamos dialogando con funcionarios y técnicos gubernamentales para conocer los detalles de los avances del tratado y por otro lado el Observatorio Vitivinícola Argentino está trabajando en un análisis cuyo resultado será presentado para su consideración en la próxima reunión de directorio que realizará en breve la Corporación”.
