El Aeroparque Jorge Newbery vuelve a funcionar el próximo lunes, luego de haber estado cerrado durante un año, primero por las restricciones de la pandemia y luego por una necesaria e importante remodelación en la pista, así como también obras dentro de la terminal.
Sin embargo, sólo volverán los vuelos de tres compañías: Aerolíneas Argentinas y JetSmart que serán las que hagan sus primeros vuelos, a partir de las 7 del lunes, y luego Flybondi, que se sumará con sus vuelos a partir del martes.
Vuelos “low cost”
Cabe destacar que, por el momento, no hay novedades de que otras líneas aéreas vayan a sumarse al menos en las próximas semanas. Sin embargo, una buena noticia es que Aeroparque volverá a tener vuelos hacia países limítrofes y de la región, ya que en el gobierno anterior habían decidido mudar los vuelos al aeropuerto de Ezeiza. Pero sólo Aerolíneas Argentinas hará vuelos internacionales desde la Capital.
En cuanto Flybondi y JetSmart de Argentina, las dos compañías “low cost” que hacen vuelos de cabotaje, el Organismo Regulador del Sistema de Aeropuertos (ORSNA) sólo las autorizó para hacer vuelos internacionales desde Ezeiza, no desde aeroparque. Aunque las otras líneas aéreas internacionales, incluso las que ya habían operado en Aeroparque, hasta el momento ninguna salió a vender vuelos fuera de los que ya aterrizan en Ezeiza.
Por el momento, el ministerio de Salud sólo calificó como “seguro” al aeropuerto de Ezeiza, aunque podría aplicar la misma calificación a Aeroparque antes de este fin de semana. Aun así, en más de una línea aérea aseguraron que están esperando cuáles serán los requisitos que exija la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para operar en el país.
Arreglos y reinauguración
El ORSNA acordó con la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 un plan de obras que tuvo como objetivo principal tener una pista más ancha y más larga. Con las remodelaciones, la misma fue extendida 600 metros, hasta totalizar 2,7 kilómetros. También se agrandó significativamente la terminal de pasajeros internacional, que hasta el año pasado era un pequeño apéndice situado en la cabecera norte de la terminal.
Sin embargo, varias líneas aéreas internacionales se mostraron reacias para operar su compañía en otra estación que no sea Ezeiza. Todo esto a causa de la caída del negocio que generó la pandemia.
Sucede que antes de la llegada de la pandemia, se hablaba que dentro de este sector una ruta con una ocupación de menos de 80% de los asientos no generaba ganancias. Sin embargo, tras la reanudación de los vuelos, desde mediados del año pasado, los aviones no sólo llegan a Ezeiza con una lapso obligatorio de media hora entre sí, sino que además, la tasa promedio de estos vuelos rara vez supera el 60%, según aseguraron varias fuentes del sector.