El plazo fijo es, junto al atesoramiento de dólares, una de las formas más elegidas por los argentinos para que sus ahorros no se vean totalmente pulverizados por la inflación. De hecho, el Gobierno ha ido incrementando el interés de la primera opción para que la población prefiera-o no descarte-el ahorro en pesos.
En este escenario, los bancos deben informar acerca de los movimientos de los usuarios a partir de cierto monto. Así es que en la última actualización, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó de $30.000 a $90.000 la cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.
El monto de $90.000 es mensual y abarca todo tipo de acreditación. Es decir, no solo corresponde a los plazos fijos, sino que también incluye a los depósitos, las transferencias recibidas y los saldos en cuenta, lo que demuestra que el monto no es significativamente alto.
Por su parte, el mínimo para que las entidades financieras reporten consumos con tarjeta de débito había sido elevado de $10.000 a $30.000.
Los bancos tendrán la posibilidad, tras estas modificaciones, de agilizar las operaciones. Además, recibirán información automática y permanente de las acreditaciones mensuales, extracciones, saldos de las cuentas, los depósitos a plazo y consumos con tarjetas.
DÓLAR VS. PLAZO FIJO: QUÉ CONVINO EN 2022
La carrera entre estas dos formas de ahorro se mantuvo muy pareja durante el año.
Al tomar por un lado las tasas de interés mínimas que el Banco Central fijó para el plazo fijo tradicional a 30 días, para personas físicas y por hasta $10 millones y, por el otro, la cotización del dólar blue (en la Ciudad de Buenos Aires) descubrimos que:
Habiendo invertido el 3 de enero de 2022 $100.000 pesos, para el 2 de enero de 2023 tendríamos:
-Si la inversión fue al dólar libre: $174.271,84
-Si la inversión fue a plazo fijo: $169.662,21
A principios de año, el dólar blue estuvo en calma. Se vio alterado en un periodo de inestabilidad financiera en junio y agosto y ahora, a fin de año, repuntó. Es decir, alternó períodos de estabilidad y subas. Mientras que el plazo fijo tuvo nueve subas de tasa determinadas por el Banco Central. Empezó el año en el 37% nominal anual y termina en el 75% nominal anual, 28 puntos arriba.
Sin embargo, si se quiere comparar el rendimiento plenamente se debe tomar la tasa que regía en cada mes. Y también calcular el resultado efectivo teniendo en cuento el efecto de la tasa compuesta, es decir, de la tasa efectiva anual. Esta está actualmente en un rango de 105% a 107%, dándole pelea a la inflación.
Esto implica que el depósito hecho a principio de año a 30 días fue renovado cada mes, y en cada una de esas oportunidades se reinvirtió el capital original junto a los intereses que se fueron percibiendo durante el año.
