Recorte del gasto y de fondos para obra pública, la inflación va a continuar, la dolarización por ahora en stand by, algunos atisbos de lo que puede suceder a partir del 10 de diciembre cuando Javier Milei asuma la presidencia.
En medio de la transición y la ansiedad por las escuetas precisiones sobre el futuro plan de estabilización de la economía y el impacto que podrían tener las medidas en Mendoza, los términos que más se repitieron entre los actores de rubros como la construcción, la vitivinicultura, el turismo o el sector agroexportador, fueron “calma”, “prudencia” y “espera”.
En tanto, los consultores privados, refrendaron algunos dichos del presidente electo y dejaron en claro que “la inflación va a seguir en 2024″. Además, aseguraron que la recesión ya está instalada y el impacto de un ajuste, a la medida del libertario, va a repercutir de una u otra manera en el consumo.
Sin plata, ni obras
En las entrevistas que dio Milei a lo largo de la semana dejó en claro que piensa aplicar un ajuste furioso para cerrar el 2024 con equilibrio fiscal por lo que “no hay plata” para obra pública.
En este escenario, desde los sectores de la construcción trataron de transmitir, algo de calma.
“Venimos de 6 u 8 meses en donde la única palabra que reinó fue incertidumbre, eso no ha sido despejado en forma absoluta porque todavía falta el ordenamiento de muchas variables. Entonces creo que la palabra que debe sustituir en este momento a incertidumbre, es prudencia”, lanzó el mendocino Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina.
Ante la posibilidad cierta de que el Estado Nacional corte de plano con los fondos para financiar obras, el dirigente de la construcción puso un freno y marcó que “primero hay que leer entre líneas y el presidente electo ha dicho, y hay que ponerlo en valor, que dentro de la ley todo y fuera la ley nada, y que va a respetar los contratos. Basado en esos dos argumentos, que son el pilar fundamental de los libertarios, lo primero que debemos comprender es que se va a dar cumplimiento 100% de los contratos vigentes”, afirmó.
Para Fernández, que van a honrar las deudas es casi una obviedad, porque en caso contrario se expondría el Estado nacional “a una catarata una de acciones judiciales” y al final sería peor el remedio que la enfermedad.
Es por eso que, en el sector de la construcción está convencidos que la decisión de recortar el gasto por el lado de la obra pública nacional “afectaría a las que solo están licitadas, no contratadas o próxima a licitar. Sería para las partidas que aún no están en ejecución”, sostuvo Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresarios Independientes de la Construcción de Mendoza (Cecim).
En lo que también coinciden ambos dirigentes es que, la decisión de Javier Milei impactará negativamente en la contratación de mano de obra, al menos “en el mediano plazo” hasta que se reacomode la economía.
Además “cuando el presidente tenga que evaluar la disminución de los planes sociales, el mejor lugar para darle contención con trabajo digno y registrado a esa gente, es la industria de la construcción, entonces entiendo que lo que tenemos que hacer es llamarnos a la prudencia”, remarcó Fernández.
La otra coincidencia es que, obras a gran escala como la construcción de una ruta, podrán ser “del interés de inversores privados” como propone el presidente electo, no así “la obra de saneamiento o de servicios esenciales”, aseguró Barbeito.
Dolarización ¿es igual al 1 a 1?
Cada vez que se menciona la dolarización de la economía, muchos inmediatamente se referencian con el plan de convertibilidad de la década del ´90, el cual más de una vez elogio Javier Milei.
En la industria vitivinícola, cuando $1 era igual a U$S1 dólar, fue el bum de las inversiones en tecnología, pero al mismo tiempo se desplomaron las exportaciones.
En tanto, en el rubro agrícola exportador, como el ajero, también sufrieron la caída en las ventas al exterior, entre otros tantos problemas.
Desde las entidades referentes de ambos sectores, consideran que en la actualidad una dolarización no impactará de igual manera por un aspecto en particular, el Jefe de Estado electo prometió bajar impuestos, algo que no sucedió en el gobierno de Carlos Menem.
Fabián Fusari Duin, titular de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos y Cebollas de Mendoza (Asocamen), remarcó que “la agricultura se mueve con insumos como agroquímicos, combustible y derivados del petróleo como puede llegar a ser un plástico, y en la actualidad ya estamos pagando a un valor dólar y del más alto, en esos ítems”.
Para el productor y exportador de ajo todo se resume en que “si no se modifica el tema impositivo y con un dólar como en la época del uno a uno, quedamos muy desfasados con los costos respecto a la gente que hace lo mismo que nosotros” en cambio, “si esa carga tributaria baja seremos competitivos”.
Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas recordó que “en la época del 1 a 1 teníamos el mundo al alcance a precios extremadamente bajos, por eso se importó mucha tecnología” pero “seguíamos siendo ineficientes como lo somos hoy, los precios nuestros internos siempre han sido más caros que los precios internacionales, en consecuencia, se nos hacía complicado poder exportar”.
¿Qué podría pasar con una dolarización? Se preguntó el dirigente y la autorespuesta fue “no lo sé”. “Pero no deberíamos tener problemas para poder exportar, en la medida en que seamos eficientes produciendo y alcanzando en los costos de producción, los valores de venta internacional”, agregó.
Mauro Sosa, del Centro de bodegueros y Viñateros del Este explicó que “es verdad que en la década del ´90 se incorporó mucha tecnología, pero también se produjeron otros inconvenientes, no obstante, se potenciaron algunas exportaciones y cayeron otras”.
En este nuevo panorama que se abre hacía el dólar como moneda corriente, el dirigente optó por la simpleza y la sinceridad para ponerle freno a todo tipo de especulaciones “hay que esperar a ver cuál es el plan, nosotros esperamos esto con expectativa, con esperanzas y también con cierta incertidumbre. En síntesis, cautela, y esperar que dice el presidente electo”.
El arribo de turistas internacionales a Mendoza casi se duplicó en un año, atraídos, además de las bellezas que ofrece la provincia, por las ventajas en la diferencia cambiaria.
Adrián González, directivo de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza (Ahega) no cree que adoptar al dólar como moneda modifique la tendencia porque las tarifas estándar son iguales en todo el mundo.
“La tarifa siempre está atada al dólar” y “hoy una tarifa más o menos en el mundo está en un promedio de 90 dólares” y “nosotros tenemos la misma tarifa”.
El hombre vinculado al turismo, no dejó de reconocer que una devaluación puede facilitar “más presencia de extranjero” pero también “tanta devaluación tampoco es buena” porque se reduce el poder de consumo de otros turistas que ahora “vienen y comparten un plato o se toma una gaseosa nada más, cuando en otras oportunidades ese público consumía de otra manera”.
Para terminar, González sostuvo que más allá de toda especulación “ahora no hay noticias, no se hablaba de turismo en ningún aspecto de parte de (Javier) Milei, vamos a tener que esperar y ver cuando asuma”, finalizó.
Ajuste, inflación y caída del consumo
El economista y docente Raúl Mercau, en consonancia con Milei, sostuvo que la inflación seguirá en 2024 y vaticinó que “va a estar en niveles altos”.
“Va a ser un año de caída del producto, se habla entre 2,5 y más de 3 puntos, según los organismos internacionales, es decir es un escenario recesivo, y por los anuncios que ha hecho el presidente electo donde habría un ajuste fiscal importante, generalmente implica una política contractiva” por lo que se espera que “el consumo caiga”.
De acuerdo a Mercau, la forma de contrarrestar sería si “va acompañado con una baja de impuestos, que un poco es lo que también habría anunciado el presidente electo”.
Gonzalo Diez, titular de la consultora Cabin’s Crew, cree que si bien “todas estas propuestas de cortar la inflación, de dolarizar, de reducir el gasto público, teóricamente podrían ser correctas” también “van a llevar a una caída en el consumo y definitivamente van a traer también una caída en el PBI”.
En ese escenario, teme que se produzca “más desigualdad y más pobreza en muy corto plazo, estamos hablando de estos seis meses que Milei siempre dice que van a ser complicados”.
Según Diez, todo se resume en una gran incógnita “si va a poder soportar, con el capital social que tiene de la gente que lo eligió, esos seis meses y llevar a cabo esos cambios estructurales que nos pondrían en un sendero de crecimiento”.
Carlos Rodríguez, economista y docente universitario también opinó que “la inflación va a continuar la trayectoria actual porque hay mucho de lo que se llama inflación inercial y obedece a los atrasos que hay en los sectores tarifarios, en el valor del dólar, en los precios relativos de los distintos insumos, y eso en algún momento hay que actualizarlo”, además “los pesos que se han emitido en el último tiempo con motivo del plan platita, que son de varios billones, van a ir haciendo gradualmente presión en el aumento en el nivel de los precios”.
Rodríguez aseguró que “la economía ya está en recesión, técnicamente, al menos 1 punto del PBI” y “según el ajuste que realice (Javier milei) se puede profundizar” y ese recorte “va a impactar sin lugar a dudas en el consumo, el tema es, en cuanto tiempo se va a diluir esos efectos negativos”, concluyó.