Cuando Guillermo Moreno estaba a cargo del Indec, en la gestión de Néstor y Cristina Kirchner, manipulaba los índices de inflación, entre otros números, y los que se difundían no reflejaban la realidad.
Así fue como las consultoras privadas y sus mediciones, lograron más repercusión y credibilidad. Para controlar todo y no dejar que el relato se les cayera, prohibieron que las consultoras dieran a conocer la inflación. Fue así que se elaboró el IPC Congreso para que pudieran dar los números sobre la inflación sin ser castigadas por la ley que hizo el kirchnerismo.
Ahora vuelven con prácticas similares. es que el Banco Central anunció que postergará la difusión de la próxima encuesta de inflación para después de las PASO para beneficiar al ministro de Economía y precandidato a presidente Sergio Massa.
Sucede que en el Gobierno saben que el índice inflacionario de julio va a ser superior al 6% del mes pasado, por la devaluación que realizó el ministro de Economía y la subida del dólar.
La suba de importaciones anunciadas generó parcialmente las conductas típicas de una devaluación convencional o un salto abrupto del dólar. Algunos comercios dicen que recibieron en las últimas horas nuevas lista de precios, con remarcaciones que llegan hasta el 13% en productos de consumo masivo y en una semana han remarcado dos veces por los nuevos valores que envían. Pero en varios sectores industriales (ópticas, curtiembres y textiles) advierten sobre las dificultades para comprar insumos porque los proveedores les dicen que “por ahora no tienen precio”.
Según cálculos preliminares, porque las consultoras aún están haciendo los números finos, las medidas podrían sumar 2 puntos a la inflación de agosto. Aunque en EcoGo están terminando de medir el impacto, “probablemente la inflación trepe en torno del 9%, por una combinación de suba de costos, cambios en expectativas e inercia inflacionaria”, explica Sebastián Menescaldi, de EcoGo.
Manotazo de ahogado
El Central, ingenuamente, busca poner paños fríos sobre un dato que seguramente le traerá dolores de cabeza a Sergio Massa, el candidato presidencial del oficialismo. Si bien se espera para julio una inflación cercana al 6,5%, tras los últimos movimientos del dólar y la suba de los impuestos a las importaciones, las consultoras ya están pronosticando que el registro de agosto volverá a acercarse al 8%.
El Central difunde cada mes el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en el que un grupo de casi 40 consultoras difunde sus pronósticos sobre las principales variables de la economía: inflación, tipo de cambio, tasas de interés y actividad, entre otros ítems.
Ese relevamiento se venía difundiendo el primer viernes de cada mes desde el arranque de esta gestión. Pero en agosto la fecha será diferente. El Central optó por postergarlo para después de las elecciones del 13. Así, recién el 15 de agosto -el mismo día en que el INDEC dará a conocer la inflación de julio- se publicará el próximo REM.
La explicación informal de parte del equipo de Miguel Pesce es al menos curiosa. Dejaron trascender que modificaron la fecha de publicación del relevamiento porque “las consultoras se venían equivocando con la inflación”.
La afirmación de que las consultoras se venían equivocando al proyectar el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de cada mes es correcta, pero lo llamativo es que el tema recién el preocupó al Central cuando las consultoras se empezaron a estimar una inflación superior a la registrada por el INDEC.
Entre enero y abril de este año, la inflación que anticipaba el REM para cada mes resultó ser más baja que la informada por el INDEC. En enero el REM proyectó 5,6% y el IPC dio 6%; en febrero el pronóstico fue 6,1% contra 6,6% del INDEC; en marzo fue 7% para los privados y 7,7% para el organismo oficial y en abril 7,5% y 8,4%, respectivamente.
La tendencia cambió en mayo, cuando el REM previó 9% y el INDEC marcó 7,8%. Algo similar pasó en junio, con el relevamiento en 7,3% y el informe oficial en 6%.
De acá a fin de año, el REM dejará de tener un carácter predictivo, al menos para la inflación. La razón es que el Central calzó la difusión del relevamiento mensual con el mismo día en que el REM difunde la inflación. Así, la proyección del REM quedará vieja ante el número oficial. Desde el Central afirman que esto ayudará a que las consultoras “se concentren más en la inflación del mes siguiente antes que en acertar la del mes en curso”.
Hasta ahora el Central venía relevando las proyecciones privadas en la última semana del mes para difundirlas el primer viernes del mes siguiente. En el REM cuenta con 38 participantes: 24 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 14 entidades financieras de Argentina.
Esta medición comenzó a realizarse en 2004. Pero entre 2012 y 2016 dejó de hacerse. La razón fue que en medio del apagón estadístico del INDEC que tergiversaba los números de inflación, las consultoras optaron por dejar de participar.
No es la primera vez que el gobierno busca acomodar los indicadores en función del calendario electoral. Ya en mayo el INDEC había decidido pasar el dato de inflación para después del 14, fecha en la que votaban cinco provincias: Tucumán, Salta, La Pampa, Tierra del Fuego y San Juan.
La inflación de abril, que dio 8,4%, el dato más alto en lo que va de la gestión de Alberto Fernández, debía difundirse el viernes 12 de mayo pero el INDEC buscó pasarla para el lunes 15.
Finalmente, ante las críticas que acusaban al organismo de tratar de esconder el dato para favorecer al oficialismo, Marco Lavagna, director del INDEC, dio marcha atrás y la inflación se conoció el viernes previo a las elecciones provinciales.