A pesar del superávit comercial, del cepo cambiario y de que el país no está pagando deuda en dólares, las reservas internacionales de la Argentina no paran de caer y se configura un grave problema para el corto plazo.
El stock de reservas que acuña el Banco Central cerró ayer en 43.253 millones de dólares. Se trata de unos 532 millones menos que el 10 de diciembre cuando asumió el presidente Alberto Fernández.
El récord histórico se había registrado el 17 de julio de 2019, con 68.761 millones. A medida que se fueron acercando las elecciones, el stock fue cayendo. Y el día después a las primarias, el 12 de agosto, inició una debacle. Desde entonces, se perdieron 23.000 millones de dólares.
Ahora, tras ocho meses de gestión, el gobierno de Alberto Fernández no sumó reservas. En ese lapso, pagó deuda por unos 3.000 millones de dólares, pero ajustó el cepo cambiario y la pandemia hizo caer fuerte las importaciones.
Martín Kalos, economista y director de EPyCA Consultores, opinó que la causa principal de la caída de las reservas es la incertidumbre. “No hubo en la historia un momento en el que se mezclara una recesión de dos años, un cambio de Gobierno y una pandemia”, dijo a Los Andes.
Eso, indicó Kalos, sumado a la inflación y a la pérdida de valor del peso, lleva a que se incremente la demanda de dólares a pesar del cepo, dado que es utilizado como un refugio de valor.
Kalos expresó que a la crisis que Argentina ya traía desde abril de 2018, se le sumaron las indefiniciones iniciales en la negociación de la deuda y lo incertidumbre por el cambio de política económica que reinó entre agosto de 2019 y principios de 2020.
“A todo eso le pasó por encima la pandemia, que es incertidumbre mundial”, dijo. Y hoy hay incertidumbre por lo que puede venir dado que no se sabe la dimensión de la crisis pospandemia.
Números que preocupan
El Central renovó la semana pasada el swap de divisas con el Banco de la República Popular de China, por el equivalente a 18.300 millones de dólares. Con esta estrategia, Argentina viene engrosando sus reservas desde 2009.
Pero las reservas brutas no son hoy el problema. Lo que genera urgencia son las netas, es decir, los dólares constantes y sonantes que hay en las bóvedas o cuentas del Banco Central. Este dato no es informado por la entidad.
Ramiro Marra, economista y bróker de Bolsa, estimó que la disminución desde diciembre pasado de la posición de activos externos del Banco Central de disponibilidad inmediata se ubica entre 4.600 y 5.600 millones de dólares.
Estimaciones del mercado financiero indican que estas reservas se encuentran en 9.745 millones de dólares, un 55,5% por debajo del registro de 21.808 millones de dólares de hace un año atrás.
Son nada menos que tres meses de importaciones, si se tiene en cuenta que el Indec informó que en junio la Argentina compró bienes y servicios en el exterior por unos 3.302 millones de dólares.
No obstante, fuentes de un banco comercial privado indicaron a Los Andes que si se restaran las tenencias de oro, las reservas netas están en realidad en el equivalente a 5.834 millones de dólares. Es decir, menos de dos meses de importaciones.
Para Guillermo Bermúdez, de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), las reservas brutas están por encima de los 43.000 millones, pero las netas “apenas por encima de los 5.400 millones”.
¿Por qué varían las estimaciones? Porque depende de los conceptos que se vayan restando. Por ejemplo, el swap con China, los encajes bancarios, los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional y depósitos del Gobierno nacional, entre otros.
En un informe de FIEL, Bermúdez escribió que el deterioro del stock de reservas fue lo que impulsó a las autoridades monetarias a ceñir aún más el acceso al mercado de divisas a productores locales.
¿Luz al final del túnel?
El Indec informó que en los primeros seis meses del año el comercio internacional arrojó un superávit de 8.097 millones para la Argentina, un 43% por encima de los 5.635 millones del mismo período del año pasado.
Un estudio de la consultora Ecolatina estima que la Argentina cerrará el 2020 con un superávit comercial que rondaría los 18.000 millones de dólares. Proyecciones de la consultora Abeceb se aproximan al señalar que la cifra rondaría los 17.800 millones.
Kalos dijo que la pregunta ahora es qué política hay que desplegar para buscar qué resultados en qué tiempos. Y señaló que hay más de 3 millones de personas comprando 200 dólares por mes producto de la incertidumbre. Si bien muchos dejan esos billetes en los bancos, otros se los llevan “al colchón” y eso horada las reservas netas.
Los depósitos en dólares al menos frenaron la caída y sumaron 237 millones en lo que va de agosto. No obstante, el Gobierno no logró revertir las expectativas sobre su política económica en torno al ahorro.
Los depósitos en dólares no superan los 18.000 millones desde abril y están 47% por debajo del récord de 32.492 millones del 9 de agosto de 2019, último día hábil antes de las elecciones primarias en las que triunfó el kirchnerismo.