El presidente Alberto Fernández apuntó contra aquellos que compran el informal dólar “Blue” para hacer turismo y contra los “algunos especuladores” que “hacen subir” al dólar Contado con Liquidación (CCL), que el lunes se posicionó sobre un nuevo máximo histórico y terminó negociándose por encima de los 304 pesos.
“La Argentina no es un lugar donde los turistas compran dólares para viajar y hacen subir eso que se llama dólar Blue, ni tampoco es el lugar donde algunos especuladores en el CCL hacen subir el dólar y a todos nos intranquiliza”, planteó el Jefe de Estado al encabezar un acto en Casa Rosada para presentar el plan de obras denominado Argentina Grande.
Ante la extrema escasez de dólares, el presidente Fernández optó por criticar a quienes recurren al CCL, mediante la compra y venta de bonos o de acciones, de manera legal y sin límites, para girar las divisas a una cuenta en el extranjero.
El CCL tomó fuerza ante las nuevas restricciones que aplicó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para limitar el uso de los dólares para el pago de las importaciones.
Y la crítica del Jefe de Estado sobre una operación que se resuelve entre privados causó malestar en el mercado: el CCL revirtió la tendencia bajista que emprendió en el arranque de la sesión, y con la que llegó a perforar la barrera de los $300 que sobrepasó el viernes, y retomó la marcha para aumentar $3,27 y finalizar a 304,75 (llegó a tocar picos de $307).
El nuevo cimbronazo cambiario que terminó de instalarse con los sorpresivos cambios en el Ministerio de Economía convirtió al CCL en el dólar más caro.
Así, el CCLse transformó también en la referencia incómoda porque, se sabe, en este escenario de múltiples cotizaciones la más elevada es la que marca el rumbo.
Al respecto, la brecha entre el CCL y el dólar mayorista supera el 136% y agrava el ya complejo escenario inflacionario, en el que los precios corren a un ritmo anual superior al 64 por ciento.
El dólar MEP, que también se consigue con operaciones bursátiles, también amagó con retroceder pero retomó la carrera alcista hacia el cierre de la jornada. Terminó a $294,29, con un salto de $2,98 respecto al viernes.
“En medio de un clima de cautela por eventuales nuevas restricciones, los dólares financieros se mantienen sostenidos dado que no afloja la búsqueda de cobertura, alimentada no sólo por el escenario de ‘más pesos, menos dólares’ sino también por la aceleración en la inflación que genera mayor presión a la nominalidad de la economía”, explicó el economista Gustavo Ber.
El dólar mayorista arrancó la semana con un salto de 66 centavos y quedó en 128,91.
El aumento, según consignó el operador de cambios Gustavo Quintana, representó “el más elevado para un lunes desde el 21 de junio pasado”.
La sesión volvió a exponer el drama que afronta el gobierno nacional por la demanda extraordinaria de divisas destinada a pagar las importaciones de energía, que ayer se ubicó en los u$s200 millones. Y para cubrir los pedidos, el Banco Central tuvo que desprenderse de otros u$s130 millones.
En la plaza minorista, el oficial aumentó 50 centavos y cerró a $135,79. Pero ese valor es apenas un punto de partida para los pequeños ahorristas que deben pagar un total de $224,05 por unidad, por el 30% adicional por el Impuesto País y la retención a cuenta de Ganancias, que recientemente se elevó al 45%.
En el segmento informal, el “blue” operó a la baja, perdió $2 respecto al cierre del viernes y culminó a 281 pesos.
Rebote de bonos y acciones
Mientras, la Bolsa porteña logró ayer su segunda jornada con subas: el índice S&P Merval de las acciones de empresas líderes cerró con un salto de 1,15 por ciento.
En el plano de la renta fija, los títulos públicos avanzaron 1 %, promedio, en sus cotizaciones en dólares.
Sin embargo, el Riesgo País que define el costo para acceder a los mercados subió 0,4 %, a 2.764 puntos básicos.
