El presidente de CAME, Alfredo Gonzalez, estuvo en Mendoza dentro del marco de la reunión del Comité de Presidencia ampliada a la región de Cuyo, con la participación de federaciones y cámaras de Mendoza, San Juan y San Luis. Tal como explicó González, en el encuentro se abordaron temas “transversales” a la región, como logística, infraestructura vial, infraestructura hídrica, pasos fronterizos, energía, tarifa eléctrica, impuestos, tasas de juicios laborales, la “convertibilidad” de los planes sociales, la necesidad de la digitalización de los comercios, la importancia del Sello Sustentable de CAME y la importancia de las capacitaciones y el turismo.
En una charla con Los Andes, también habló de la inestabilidad del país y el riesgo que atraviesan hoy las pequeñas y medianas empresas.
- ¿Desde CAME cómo ven al país?
- Con los vaivenes que experimenta Argentina y el proceso inflacionario que estamos atravesando, el día a día de las micro, pequeñas y medianas empresas en todo el país se vuelve sumamente complicado. No podemos establecer precios de referencia; somos afectados por las listas de precios, lo que significa que recibimos el doble impacto de este proceso inflacionario. Por un lado, la falta de precios de referencia, que no teníamos incluso una semana antes de las PASO, y mucho menos después de las PASO, y ni hablar de la certeza en la entrega de mercadería. Aunque tímidamente, esta semana han comenzado a aparecer listas de precios, pero tampoco tenemos seguridad en la disponibilidad de la mercadería. Esto no es algo generalizado, pero está sucediendo en la mayoría de los rubros, lo cual es muy perjudicial, ya que las micro, pequeñas e incluso medianas empresas no tienen la estabilidad financiera y económica necesaria para decidir no trabajar o no entregar mercancía.
- ¿Qué pasa con las Pymes que dependen de insumo importados?
- Las importaciones, debido a diversas circunstancias, resoluciones y demás, prácticamente se han cerrado desde hace 20 días, y no se han otorgado casi autorizaciones de SIRA. No solamente se han detenido las autorizaciones, sino que tampoco se están realizando pagos al exterior, lo que ha llevado a muchas empresas a acumular una deuda externa considerable que deben comenzar a saldar. Estas empresas tenían pagos pendientes de 180 días, de 60 días, de 90 días, que no pudieron cumplir puntualmente. Esto, sin duda, representa una falta de respuesta por parte del cliente interno para el proveedor externo, y, por supuesto, tiene un impacto negativo en todo este proceso. Esto se va a comenzar a sentir en la falta de algún producto o insumo.
- ¿Hay faltantes serios?
- Aún no, pero lo vamos a sentir pronto, ya que prácticamente no está ingresando mercadería de manera legal. Ante esta dificultad, comenzaremos a experimentar problemas en varios sectores. Los mayoristas que tienen estos productos o insumos los pasan al valor del mercado paralelo o incluso a precios aún más elevados, lo que hace prácticamente imposible comprarlos. En muchos casos, en la industria de las pequeñas y medianas empresas, esto es inviable porque es una solución temporal que no perdura, digamos.
- A la luz de lo que está describiendo, ¿hay empresas pueden cerrar por esta situación? ¿Cree que puede pasar lo mismo que en el 2001?
- .En Argentina, las crisis nunca se parecen entre sí. Aunque todas comparten ciertas similitudes, cada una es única. De hecho, la situación actual no se asemeja en absoluto a la crisis del 2001, es completamente distinta, pero sigue siendo una crisis. Tenemos una capacidad de inventiva para las crisis grande y principalmente la dirigencia política. El 99% de las empresas, en su mayoría pymes, hemos estado sobrellevando y sobreviviendo con muchas dificultades durante todas estas situaciones. Seguramente vamos a comenzar a tener dificultades. El consumo ha estado disminuyendo significativamente, especialmente en los últimos tres meses. Se ha sentido un estancamiento en las ventas que se profundiza con el tiempo. Este mes será particularmente difícil, no solo debido a la devaluación, sino por diversas razones.
- ¿En qué nivel de retracción de ventas están?
- En los dos últimos meses, la variación interanual fue del 3,6% en todos los rubros; este número es diferente para algunos, siendo más alto o más bajo en otros. Aproximadamente el 75% de todo lo que se produce en el sector de las pymes, en todos los sectores productivos de las pymes, se destina al consumo interno. Cuando el consumo interno disminuye debido a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, quienes son los principales generadores del consumo interno, se siente inmediatamente en todos los niveles, desde abajo hacia arriba, desde las microempresas hasta las pequeñas y medianas empresas. Esto se traduce automáticamente en una disminución en las ventas, lo que a su vez genera dificultades económicas y financieras para las empresas. Posteriormente, estas empresas empiezan con los achiques.
- ¿Cuáles cree que son las medidas urgentes que necesitan las pequeñas y medianas empresas de Argentina?
- Todos los sectores productivos pymes necesitan un plan económico anti inflacionario para vivir. Esta es, sin lugar a dudas, la tarea fundamental que cualquier gobierno que asuma el control a partir del 10 de diciembre debe priorizar y abordar de manera decidida.
- Planes como Ahora 6 o Ahora 12, ¿siguen siendo un incentivo para lograr ventas?
- Sí, continúan vigentes. Actualmente, son las únicas opciones disponibles a nivel nacional para financiar algunas ventas. Nuestros clientes los utilizan, y además, en muchas provincias, los bancos públicos ofrecen herramientas adicionales que ayudan a suavizar la caída en las ventas. Sin duda, estas medidas son fundamentales para evitar una disminución aún mayor en las ventas a nivel nacional.
¿Se puede pensar en largo plazo?
No. A nosotros nos encantaría mañana tener lista de precios, pasadotener la mercadería y la semana que viene también. Creo que este es el panorama inmediato que enfrentamos. Lamentablemente, pensar a más largo plazo se vuelve complicado, ya que estamos enfocados en vivir el día a día.