Hoy se cumple el primer año de vigencia de la nueva ley de alquileres, lo que significa que a los contratos que se firmaron en julio del año pasado se les aplicará la nueva fórmula de cálculo del incremento anual, que arroja, para este primer año, una variación de 41%.
Hasta ahora, cuando se firmaba un contrato de alquiler, se acordaba un determinado porcentaje de variación, ya fuera semestral o anual. En los últimos que se cerraron antes de la entrada en vigencia de la nueva normativa, los aumentos establecidos rondaban el 15% semestral o el 35% anual.
Sin embargo, la ley de alquileres fijó una fórmula para calcular el ajuste anual, que combina la inflación (el Índice de Precios al Consumidor, del Indec) y la evolución de los salarios (según el Ripte, Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). Esto da como resultado el Índice para contratos de locación, que el Banco Central publica diariamente en su página web.
Desde el Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios resaltaron que esta nueva modalidad de cálculo sólo se aplica a los contratos que se firmaron en julio de 2020, cuando entró en vigencia la normativa. Los que se suscribieron con anterioridad mantienen las condiciones establecidas –el incremento semestral o anual que se firmó- y, cuando se vence el acuerdo y se debe renovar, el aumento depende de la situación del mercado.
Esto último genera, por ejemplo, que un departamento de dos habitaciones en Dorrego, que se estaba alquilando a $ 12 mil mensuales, producto de que los montos de alquileres han variado considerablemente –entre otras razones, porque se ha reducido la oferta-, ahora se vaya a renovar con un 80 a 100% de aumento en el canon mensual.
Estanislao Puelles Milan, presidente del colegio, comentó que están preparando un calculador automático, que estará disponible en la página web de la entidad –www.mendozaprop.com- en los próximos días. Con esta herramienta sólo será necesario indicar la fecha de inicio del contrato y el monto mensual para obtener el nuevo importe a pagar. Es que, en los próximos meses, la nueva fórmula se irá aplicando en los contratos que se firmaron en el segundo semestre de 2020.
Sobre esta modalidad de actualización, Puelles Milan planteó que genera incertidumbre en el inquilino, ya que antes podía prever cuál iba a ser el monto a pagar en los próximos dos años y, de hecho, cuando la inflación era alta, la actualización solía ser más baja que la suba de precios.
En cuanto al impacto que puede tener esta variación del 41% en aquellos propietarios que retiraron sus propiedades de alquiler por temor de que el porcentaje estuviera muy por detrás de la inflación, el presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios consideró que, si bien puede incentivar que algunos retornen al mercado de alquileres, en los últimos 60 días algunas propiedades se han estado vendiendo a un precio un 35% menos en dólares, del que tenían dos años atrás.
Antes de las elecciones, añadió, lo habitual es que la gente optara por sacar la plata del banco y comprar un terreno o una vivienda, porque entendía que de esa manera resguardaba su dinero. Sin embargo, ahora se observa que prefieren “liquidar” una propiedad para hacerse con los dólares. Y, en la calle, se ven muchos más carteles de “se vende” que de “se alquila”.