En julio entrará en vigencia la nueva fórmula de movilidad (Decreto 274/24) que se aplicará a las jubilaciones, pensiones y asignaciones. Estas prestaciones tendrán aumentos en forma mensual, tomando como base el Índice de Precios al Consumidor de dos meses atrás.
Es decir que para el aumento de la jubilación de julio se tomará el IPC de mayo, que fue del 4,2%. Así, el haber mínimo pasará de $206.931 a aproximadamente $215.600 y el máximo subirá de $1.392.450 a una cifra cercana a $1.450.900, ambos montos, en bruto.
La prestación universal de adultos mayores (PUAM), que equivale al 80% del haber mínimo, será de $172.497,76. Las pensiones no contributivas (PNC) llegarán a los $150.935,54 y la Prestación Básica Universal (PBU) será de $98.637,32.
El Gobierno aún no ha confirmado si en julio se pagará el bono de 70.000 pesos, que se ha pagado en los meses anterior, pero todo indicaría que continuará.
“Es probable que se mantenga el bono, aunque aún no se sabe si será de 70.000 pesos o si podría ser mayor. Es porque el monto no ha aumentado recientemente, a pesar de los índices de movilidad que, según el gobierno, se mantienen en un dígito”, explicó a El Perfil el abogado previsional Norberto Markarian. De ser así, la jubilación mínima quedaría en $285.600 pesos.
En julio también se discutirá en la Cámara de Diputados un porcentaje extra, en donde el Senado había propuesto un 7,2% adicional como retroactivo debido a la alta inflación de enero, que fue del 206%.
“Si se aplicara este ajuste, el haber sería de 231.000 pesos y la diferencia en discusión es de 15.000 pesos, lo cual parece ser más una cuestión política que otra cosa”, explicó Markarian.