A pesar de una leve desaceleración en febrero, la inflación mensual de Argentina sigue siendo la más alta del mundo, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC). Con un aumento del 13,2% respecto a enero, el país acumula cifras que solo se comparan con la salida de la hiperinflación en la década de 1990. En contraste, Venezuela experimentó una rara deflación del 0,5% en febrero, mientras que Costa Rica también registró una caída de precios inusual. En el resto de América Latina, las tasas de inflación se mantuvieron relativamente estables, con algunos países mostrando aumentos moderados y otros experimentando aumentos mínimos o incluso deflación.
El informe del INDEC revela que la inflación mensual en Argentina continúa siendo la más alta del mundo, superando incluso a países con problemas económicos crónicos como Egipto, Zimbabue y Turquía. A pesar de una desaceleración con respecto a meses anteriores, el país acumula un aumento del 36,6% en los primeros dos meses del año y un alarmante 276,2% en los últimos 12 meses. Esta situación refleja la persistente presión inflacionaria que enfrenta la economía argentina y plantea desafíos significativos para el gobierno en términos de estabilidad económica y bienestar social.
Mientras tanto, Venezuela sorprendió a los observadores económicos al registrar una deflación del 0,5% en febrero, un fenómeno poco común en el país que ha estado lidiando con una hiperinflación devastadora en los últimos años. Según el Observatorio de Finanzas Venezolano, esta caída de precios se atribuye en parte a la debilidad de la demanda y la caída del consumo, así como a una apreciación nominal del tipo de cambio.
En Costa Rica, los precios también experimentaron una contracción inusual, con una caída del 0,11% en febrero y una disminución del 1,13% en los últimos 12 meses. Este fenómeno ha generado debate sobre las causas subyacentes y las implicaciones para la economía costarricense, que históricamente ha experimentado tasas de inflación relativamente bajas en comparación con otros países de la región.
Qué sucede con nuestros vecinos
En medio de un contexto económico global marcado por la incertidumbre y la volatilidad, los países de América Latina enfrentan realidades diversas en cuanto a sus tasas de inflación. A continuación, un recorrido por algunos de los datos más relevantes en la región:
Brasil: En febrero, Brasil experimentó un aumento del 0,83% en el índice de precios al consumidor, lo que representó un avance del 4,49% en comparación con el mismo mes del año pasado. Este incremento refleja la persistente presión inflacionaria que enfrenta la economía brasileña, que ha sido impulsada por diversos factores, incluyendo la depreciación de la moneda y los aumentos de precios en varios sectores clave.
Chile: En Chile, el costo de vida se encareció en un 0,6% durante febrero, lo que significó un aumento del 4,5% en términos interanuales. Si bien la inflación se mantiene en niveles moderados, las autoridades económicas siguen de cerca la evolución de los precios, especialmente en un contexto de recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia.
Uruguay: El Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay anunció un aumento del 0,64% en los precios durante febrero, acumulando un incremento del 4,71% en términos interanuales. Si bien la inflación se mantiene dentro de los límites objetivo del Banco Central, las autoridades continúan vigilando de cerca la evolución de los precios y tomando medidas para garantizar la estabilidad macroeconómica.
Paraguay: En contraste con otros países de la región, Paraguay registró una estabilidad en el índice de precios al consumidor durante el mes pasado, con un 0% de variación. Sin embargo, en términos interanuales, el país experimentó un aumento del 2,9%, lo que indica una tendencia al alza en los precios en el último año.
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