El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció este martes que se realizará un conjunto de pagos que en total alcanzarán los 430 millones de dólares al Club de París para evitar que la Argentina caiga en default el 31 de julio próximo y habrá tiempo hasta el 31 de marzo de 2022 para alcanzar una reestructuración de la deuda restante de 2.000 millones de dólares.
Guzmán dijo que el acuerdo permite un alivio en la carga financiera que debía afrontar la Argentina en el corto plazo y responsabilizó al gobierno de Juntos por el Cambio por haber contraído un pasivo superior a los 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ahora también se está intentando refinanciar.
Argentina tenía tiempo hasta el 30 de mayo pasado para abonar vencimientos por 2.400 millones de dólares. Como no lo hizo, empezaron a correr los sesenta días del plazo de gracia que había por contrato. En paralelo, avanzaron las negociaciones entre Guzmán y el Director General del Tesoro Francia y presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, con el apoyo para la Argentina de varios de los países miembro, entre ellos Alemania, España e Italia.
A su vez, el ministro de Economía avanzará con las negociaciones con el Fondo Monetario para intentar reestructurar la deuda superior a 44.000 millones de dólares con una refinanciación a diez años en el marco de un nuevo programa de Servicio Ampliado (SAF, por sus siglas en inglés).
Tal como adelantó este medio el 3 de mayo, la estrategia oficial consiste en acceder a un “puente de tiempo” para cerrar el acuerdo con el FMI y luego volver a negociar con el Club de París. No obstante, Guzmán aclaró hoy: “Este horizonte de tiempo nos da mayor certidumbre. La fecha del 31 de marzo del 2022 no quiere decir que tenga que ver con el acuerdo con el FMI. Nuestro objetivo es tener un buen acuerdo, cuanto antes mejor, pero la prioridad es que sea bueno”.
Según Guzmán, el Gobierno está llevando a cabo un conjunto de negociaciones internacionales que buscan crear condiciones de previsibilidad propicias para que la Argentina pueda sostener la recuperación económica y apuntar a los objetivos de la creación de empleo, reducción de la inflación y la pobreza y crecimiento de la actividad.
“Una mayor carga de deuda en dólares significa menores posibilidades de crecimiento de la producción y mayores presiones sobre la inflación”, dijo el funcionario nacional. Y señaló que estos son problemas “se crearon durante el gobierno de Juntos por el Cambio porque desde 2016 la Argentina comenzó a tomar deuda en moneda extranjera que no se condijo con un incremento de la capacidad productiva”.
“Este es otro paso adelante: hemos llegado a un entendimiento con el Club de París para obtener un puente de tiempo que nos permita no tener que enfrentar una situación de default el 31 de julio de este año. El Club de París es un grupo de países acreedores. Argentina dentro de ese grupo enfrenta deuda con 16 países y 40 agencias”, dijo el funcionario.
Y afirmó que pagar los 2.400 millones de dólares ahora “hubiese sido un golpe a las reservas internacionales y por lo tanto hubiera generado mayor inestabilidad cambiaria y macroeconómica”.