Autogeneración eléctrica, ¿una inversión conveniente?

Los Andes siguió mes a mes a un usuario generador. Inversión y recupero. Consejos y aspectos a tener en cuenta antes de instalar paneles.

Autogeneración eléctrica, ¿una inversión conveniente?
Lo primero a tener en cuenta es que se debe contratar a un instalador matriculado, que conozca todas las normativas que deben cumplir los equipamientos que compran.

En doce años (entre 2003 y 2015), Argentina destinó U$S150.000 millones a la financiación de subsidios para la energía y los combustibles. La salida de ese esquema generó un shock inesperado para el bolsillo de miles de familias de todo el país, que en poco tiempo vieron fuertes incrementos en sus facturas de luz.

Las nuevas reglas de juego lo cambiaron todo, generaron conciencia sobre la importancia del ahorro y llevaron a pensar en alternativas para reducir el costo de la electricidad. En ese contexto, se popularizó el negocio de instalación de paneles solares en los hogares y apareció el concepto de “usuario generador” para identificar a aquellos inmuebles que producen su propia energía e inyectan el excedente a la red comunitaria.

Claro está que la instalación de los equipos tiene un costo importante y no siempre se justifica, pero un uso correcto y bien planificado, puede significar un ahorro energético considerable. Para comprobarlo, Los Andes siguió durante todo un año a un usuario que comenzó a generar electricidad en enero con un equipo de ocho paneles solares.

El caso testigo

Resulta muy complicado determinar si conviene o no la instalación de paneles solares en el hogar, pero el análisis de un caso testigo en detalle permite sacar conclusiones interesantes. La vivienda tomada como ejemplo tiene una superficie de 205 m2 cubiertos, cuenta con ocho paneles de 360 watts y pertenece a una familia de sólo dos personas.

Internamente el hogar cuenta con un equipo de frío-calor de 3.000 frigorías y tres radiadores (estufas eléctricas). Además, tiene un sistema de riego por aspersión, una bomba para el mantenimiento de una pileta y focos de bajo consumo.

Ahora bien, pasando al detalle fino, se puede observar que en enero, febrero, marzo, abril, octubre y noviembre, el usuario logró generar más energía de la que gastó, lo que le permitió inyectar electricidad a la red y reducir notablemente el costo de sus boletas. En el primer mes del año, por ejemplo, los ocho paneles generaron 316,9 kilowatts, contra un gasto de 204,62 kilowatts, lo que dejó un excedente de 112,28 kilowatts.

El mes más efectivo hasta el momento ha sido noviembre. Hasta el día 24, el hogar había gastado 216,38 kilowatts y había generado 438,22, dejando un salto positivo de 221,84 kilowatts. Es de suponer que diciembre arrojará aún mejores resultados, teniendo en cuenta las horas de luz y la intensidad de la energía solar.

Como contraparte, mayo, junio, julio, agosto y setiembre, dejaron saldos negativos. No sólo los paneles generaron mucha menos energía, principalmente en junio y julio (promediaron los 250 kilowatts mensuales), sino que además, el hogar tomado como referencia, gastó mucho más. El peor resultado se registró en julio, cuando los paneles generaron 248,79 kilowatts y la vivienda demandó 1.210,15, dejando un saldo en rojo de 961,36 kilowatts. Esto se debe a la estrategia de consumo adoptada por la familia.

“Junto con los paneles, instalamos tres radiadores eléctricos. La jugada fue generar un excedente de energía en el verano y, con el dinero ahorrado, pagar la calefacción eléctrica en el invierno”, explicó Héctor, el usuario generador.

De esa forma, el hogar tuvo un consumo de luz mucho más alto de lo usual en los meses de más frío (por el uso de los radiadores que funcionan con electricidad), pero gastó considerablemente menos gas. En detalle, la factura de luz de la vivienda analizada fue de $370 en el primer bimestre del año (diez veces menos que en 2019), de $9.400 en el período julio-agosto (los meses de más frío) y de $1.400 en setiembre-octubre. “Ingresamos el dinero ahorrado en el verano en un plazo fijo y con ese monto afrontamos las boletas más caras”, detalló Héctor.

En tanto, el ahorro en gas fue cercano al 50%. “Este año pagué $8.000 de gas en todo el invierno y en 2019 aboné cerca de $17.000”, agregó.

En conclusión, la experiencia del usuario ha sido positiva, ya que logró un doble ahorro (en las boletas de luz en verano y en facturas de gas en invierno) que le permitió afrontar los bimestres más complicados en materia energética. A eso se debe sumar además, el menor gasto en materia impositiva. “Al tener que pagar menos energía, estamos pagando también muchos menos impuestos”, explicó Héctor.

Por supuesto, la cuenta es atractiva sólo si se piensa en los paneles como una inversión a largo plazo. En este caso, los ocho paneles, con instalación, permisos y todos los equipos necesarios para inyectar energía a la red, tuvieron un costo final de U$S7.000. “Se vende todo en pesos, pero a valor dólar del Banco Nación”, remarcó el usuario.

Sistema en crecimiento

Contra todo pronóstico, 2020 fue un año de expansión del sistema de usuarios generadores. Raúl Faura, gerente técnico del Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), reveló que la cantidad de usuarios nuevos se incrementó un 40% respecto de 2019. “Pensábamos que iba a ser un año muy tranquilo, que no iba a haber mucho movimiento, debido a la baja actividad económica por el tema de la pandemia. Sin embargo, ya pasamos de 80 usuarios nuevos en 2019 a 113 a octubre en 2020. Se trata de usuarios que ya están conectados o en trámite. Cabe aclarar, que el 99,9% de quienes inician el papeleo, terminan siendo generadores”, indicó.

También la potencia instalada tiende a incrementarse. “En 2016, si uno tomaba toda la potencia que se instalaba y la dividía por la cantidad de usuarios, se obtenía un promedio por usuario de 5 kilovatios. Ahora estamos, en promedio, en el orden de los 19 kilovatios. Han aparecido usuarios grandes nuevos”, explicó Faura.

“Como referencia, hay dos grandes ámbitos de generación a partir de fuentes renovables. Uno es el de los grandes parques solares, que tiene que ver con el mercado eléctrico nacional. En Mendoza tenemos dos: el Parque de Servicios e Industrias Palmira (Pasip), de 1,2 megavatio y uno en Santa Rosa, de 5 megavatios”, agregó.

De acuerdo con el representante del EPRE, el esquema de generación distribuida, que se rige por la normativa local, ya tiene 3,8 megavatios. “Para fin de año o mediados de 2021 vamos a estar en el mismo orden que un parque solar. Calculamos que en Mendoza hay instalados unos 11.500 paneles”, subrayó.

De acuerdo con los datos aportados por el EPRE, el 65% de los usuarios pertenece al grupo de “pequeñas demandas, residenciales o comercios pequeños”, que tienen instalaciones de hasta 5 kilovatios. “También tenemos mayores de 100, de 200 o 300 kilovatios. Son sólo 5 o 6 usuarios de media tensión, pero entre ellos hacen que la potencia instalada, entre 2019 y 2020, casi se haya duplicado”, detalló Raúl Faura.

También Andrés De Lucía, gerente comercial de Energe (empresa especialista en energía solar), se refirió al fuerte incremento en la cantidad de usuarios que generan energía a través de paneles. “Durante la pandemia hubo un aumento importante de la demanda, debido a la baja de precios en pesos que trajo aparejada la brecha cambiaria”, comentó.

De acuerdo con el representante de la empresa, la inversión promedio de una vivienda ronda los $140 mil en Mendoza, pero pueden arrancar desde los $80.000 con un calefón solar y llegar a los $180.000 con un sistema de calefacción de piscinas, rubro que creció un 400% este año. Partiendo de esos números, los montos de inversión pueden ser menores o mayores dependiendo del tamaño de la propiedad y la demanda eléctrica que busque cubrir.

De cualquier manera, De Lucía aseguró que la inversión hoy resulta conveniente para cualquier tipo de vivienda o industria. “Los plazos de recupero de inversión se han acortado mucho, llegando a los siete años. Eso, considerando incluso que las tarifas están congeladas desde hace 18 meses”, apuntó.

“Cualquier familia o empresa puede acceder a los sistemas, sin importar cuánto consuman. Se trata de equipos escalables, que pueden proporcionar distintas soluciones según las necesidades de cada cliente”, cerró el gerente comercial de Energe.

Se calcula que la inversión total, para una casa de 250 metros cuadrados, ronda los 7.000 dólares. Estiman que el recupero llega recién a los 7 años. No obstante, hay que tener en cuenta que también se reduce el gasto en el servicio de gas.
Se calcula que la inversión total, para una casa de 250 metros cuadrados, ronda los 7.000 dólares. Estiman que el recupero llega recién a los 7 años. No obstante, hay que tener en cuenta que también se reduce el gasto en el servicio de gas.

Los números totales

Según los estudios y análisis del Ente Provincial Regulador Eléctrico, EPRE, actualmente la potencia instalada alcanza los 3,8 Megavatios (MW), a través de la utilización de sistemas de generación distribuida en residencias, comercios, industrias y edificios públicos.

La Provincia ya cuenta con alrededor de 270 usuarios generadores de energía eléctrica que, a través de la utilización de sistemas solares fotovoltaicos, generan, administran e inyectan a la red pública el excedente de energía eléctrica. El 80% de los usuarios generadores se concentran en el Gran Mendoza.

Cabe aclarar, que si bien hoy las conexiones son solares fotovoltaicos, Mendoza cuenta con otras fuentes, como por ejemplo minihidráulica, biogás, biomasa, solar, entre otros.

Mendoza, a través de la resolución EPRE N° 19/2015 fue una de las primeras provincias del país en permitir a sus usuarios la inyección de energía proveniente de fuentes renovables a la red pública de distribución eléctrica.

Qué hacer para ser Usuario Generador

Para formar parte del Régimen de Recursos Energéticos Distribuidos, el usuario, en primer lugar, debe iniciar el trámite en el EPRE a fin de contar con todas las autorizaciones correspondientes, tanto de la distribuidora como de su municipio para estar conectado a la red de distribución de energía eléctrica, poder inyectar el excedente y contar con un medidor bidireccional, entre otras especificaciones técnicas de seguridad.

Aquellos usuarios que hayan instalado equipos generadores en un domicilio, empresa o industria, y no hayan iniciado el trámite, tienen la obligación de informarlo a la distribuidora y al municipio, a fin de resguardar la seguridad de las personas y de las instalaciones en que se hayan conectado esos equipos.

El EPRE ha desarrollado una plataforma virtual para que los interesados realicen el trámite de manera online. Para ello el primer paso es completar el formulario web de Solicitud de Estudio Técnico, el cual se encuentra en el sitio web (www.epremendoza.gov.ar), en la pestaña de Recursos de Energía Distribuida.

Posteriormente, la distribuidora realiza un estudio técnico con la información declarada por el usuario, como las características de los paneles, el conversor y los planos, entre otros aspectos.

Una vez aprobado ese paso, el expediente pasa al municipio, a través de dicha plataforma, a fin de que éste apruebe los permisos de habilitación del equipamiento bajo las condiciones de seguridad correspondientes.

Si todo está en orden, el municipio informa sobre la aprobación del trámite al usuario, la distribuidora y al EPRE, a fin de firmar el contrato definitivo de usuario generador.

Los consejos a la hora de instalar paneles

El gerente técnico de la Regulación del Ente Provincial Regulador Eléctrico, realizó una serie de recomendaciones para aquellos usuarios que estén pensando en instalar sus propios paneles solares. Lo primero a tener en cuenta es que se debe contratar a un instalador matriculado, que conozca todas las normativas que deben cumplir los equipamientos que compran (tienen normas de ensayo especificadas en resolución 19 del EPRE).

En la página web del organismo hay un listado de los técnicos habilitados, del Colegio de Técnicos, por departamento.

“Otro punto importante a considerar para los usuarios, es que van a ser ellos mismos administradores de su energía. Entonces, tienen que analizar cuándo consumir esa energía solar y en qué momento del día –de horas solares- la puede volcar a la red”, señaló Raúl Faura.

Para explicarlo mejor, el representante del EPRE mencionó dos ejemplos opuestos. Uno de ellos es el caso de una escuela, con todo su horario de funcionamiento durante el día. “En ese caso se autoconsumiría toda la energía generada”, remarcó. El caso contrario sería el de una casa, donde vive un matrimonio sin hijos y ambos realizan actividades durante el día.

“Ellos no consumirían nada y devolverían toda la energía generada a la red”, sostuvo Faura.

Para el experto, es fundamental realizar un análisis detallado sobre el consumo del hogar, para poder lograr el mejor beneficio posible. “Hay dos grandes ventajas. Una es el autoconsumo, que implica dejar de demandar electricidad a la red. La otra, es que cuando se vuelca la energía a la red, las empresas pagan por esa energía”, comentó.

Cabe señalar que el valor que abonan las distribuidoras por la energía generada por el usuario, es exactamente el mismo que le pagan a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

Por último, es recomendable buscar asesoramiento de parte de las empresas proveedoras de los paneles solares. Diferentes instaladores consultados confirmaron que los equipos ingresan al país sin ningún costo extra, por lo que se pueden conseguir en el mercado interno a valor del dólar oficial, sin impuesto país ni “recargo solidario”.

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