Desde enero se sabía que el gobierno de la provincia venía trabajando en la creación de una herramienta que le permitiría a los productores tener previsibilidad en los precios en el mercado de traslado. Lo que se hizo, fue remozar una idea que ya se había planteado hace un par de años: la creación de un banco vinos. Se trata de un instrumento que, junto con el acuerdo Mendoza-San Juan, permitirá regular el stock de vino disponible.
Ayer la medida obtuvo media sanción en Diputados y hoy se espera que logre la sanción definitiva. Así, una vez que concluya la cosecha, el Gobierno buscará inmovilizar 120 millones de litros. El “Banco de Vinos” estará administrado por un Director Ejecutivo, designado por el Ministro de Economía y Energía.
Según explicó el consejo asesor, el plazo del depósito para los caldos será de un año, aproximadamente entre el 31 de mayo y el 1 de junio del siguiente, y se se abonará una tasa de interés por el bloqueo que será equivalente a la que se otorgue por un plazo fijo. Los intereses se pagarán en dos veces: a los seis meses y al cumplirse del plazo de guarda.
Una meta para el buen funcionamiento del Banco es la consolidación de un volumen de vino similar al stock de 4 o 5 meses de comercialización (despachos al consumo interno más exportaciones), estimado a la fecha de la próxima liberación de vinos nuevos. Previo a esto, cada temporada el consejo asesor y el director ejecutivo -representante del Gobierno Provincial- analizarán las estadísticas del INV para definir de cuánto vino se dispone y cuánto se estima vender hasta la próxima vendimia.
El proyecto tiene detractores y partidarios. De hecho, uno de los pesos pesados de la industria, el Presidente del INV, Martín Hinojosa, en una columna de opinión publicada en el Suplemento Fincas de Los#Andes, indicó: “hay que tener objetivos claros y no malgastar el dinero de los mendocinos por creer que el problema de Mendoza son los sobre stocks de vino tinto”.
Expectativas en la cadena de valor
Patricia Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina, le había manifestado a este diario que no fueron consultados por esta iniciativa. La empresaria agregó que algunos detalles del proyecto los fueron conociendo por medio de la prensa. Destacó que le llamó la atención que se trabaja sobre la oferta y no sobre la demanda, cuando una de las formas de no tener excedentes es reforzar la promoción de manera de aumentar las ventas en los mercados interno y externo.
La titular de Bodegas de Argentina expresó además que desde la entidad consideran que el Estado Provincial debería regular lo menos posible la actividad privada, ya que los contextos y las interpretaciones cambian, pero las leyes quedan. “Seria mejor que financien la demanda y el mercado se regule solo”, apuntó. Por otro lado, cuestionó que no queda claro de dónde va salir el dinero para los intereses que pagará el Gobierno de Mendoza.
Por su parte, Mauro Sosa, gerente del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, señaló: “No conocemos el proyecto. Nunca nos consultaron para saber que pensábamos o que esperábamos”. El director ejecutivo de la entidad contó que tanto él como los demás asociados no tiene herramientas suficientes para poder esgrimir una opinión sobre la iniciativa de creación del Banco de Vino. “Algunos detalles de la iniciativa los conocemos por lo que ha sido publicado en los medios”, agregó.
Jugadores de gran volumen
En los primeros seis meses de 2020 las exportaciones de vinos y mosto fueron superiores a las registradas el año pasado. En este marco, los jugadores de grandes volúmenes también se mantienen expectantes por la resolución en la Legislatura. José Bartolucci, presidente de la Cámara Argentina de Exportadores y Comercializadores de Vinos a Granel, indicó: “La herramienta nos parece acertada. Debe servir para fortalecer los despachos de vinos y liberar excedentes para que se puedan utilizar en el futuro”, apuntó.
“Es bueno tener respaldo y que puede ser una alternativa para contar con volumen para salir a buscar nuevos mercados”, indicó. Sin embargo, el empresario advirtió que hay que tener cuidado para no ir contra convenios que regulan el volumen de elaboración, como el acuerdo Mendoza-San Juan.
Por último, Fernando Morales, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto, cuestionó que el proyecto genera algunos interrogantes respecto a si se puede conseguir un mejor balance de inventario de productos vitivinícolas. “El concepto nos parece bien, pero nos genera dudas la ejecución de la idea del Banco de Vinos. Quisiéramos discutir por ejemplo los límites que podría tener la industria del mosto y la destilación”, continuó.
“Otro punto para debatir es el descuento que se irá haciendo del vino inmovilizado, que se restará del acuerdo Mendoza-San Juan, lo cual podría afectarnos con una menor disponibilidad de uva para mosto. No gustaría integrar el comité privado que gestionará el futuro Banco, para que la posición del mosto sea tenida en cuenta y trasladada de forma precisa”, puntualizó Morales.