"La idea es eliminar el dólar ahorro sin formalmente decirlo. No quieren blanquear que no te venden más los u$s 200, pero están recortando el universo cada vez más”, precisa el directivo de una entidad. En los bancos creen que desde octubre solamente el 10% de los que compraron dólar ahorro en septiembre podrán volver a hacerlo.
En las entidades estiman que 5 millones de personas adquirieron u$s 1000 millones en septiembre, y calculan que 500.000 estarán en condiciones de hacerlo el próximo mes, por un total de u$s 100 millones.
“La mayoría de las compras se nos están cayendo por las nuevas restricciones del Banco Central”, admiten en uno de los grandes bancos del sistema.
“Con todos los nuevos filtros que ponen, no está quedando casi nadie en pie”, coinciden en otra entidad.
El debate entre los banqueros es a qué se refiere el Banco Central (BCRA) cuando dice que las entidades pueden habilitar para comprar dólares a quien tiene ingresos demostrables compatibles con el ahorro en moneda extranjera.
“Sólo quien tenga ingresos en blanco suficientes para ahorrarlos dólares, no salir a revenderlos en el mercado ilegal, debería poder comprar: ahí es donde la torta se achica mucho. Tenemos que elegir en qué lugar de la clase media cortamos: si en la clase media media (C2, que gana en promedio $ 55.000 brutos) o en la clase media alta -C1, que gana en promedio $ 85.000 brutos-”, revelan en la City.
“Lamentablemente en este sentido no hay consenso entre los bancos: cada uno fijará sus políticas. Lo que están haciendo la mayoría es poner $ 55.000 para quien acredite haberes y $ 85.000 para el resto”, detallan.
“El banco tiene que evaluar a su cliente en el marco de las normas vigentes de conozca tu cliente”, advierten en el BCRA.
“Analizamos cada caso, ese monto varia”, comenta el presidente de otra entidad.
Las reuniones que tuvieron los bancos con el Central indican que no pueden hacer ingresos diferidos según informes comerciales de sus clientes, sino que deben ser sobre ingresos documentados, deben pedirle recibo de haberes en caso de que no acrediten salario ahí y constancia de monotributo, para chequear que gane de acuerdo a un perfil socioeconómico C2 para arriba.
Pero el tema es que muchos de estos han hecho compras en el exterior con tarjeta, o tienen Netflix, Spotify o algún otro servicio, por lo que se les reduce el cupo de los u$s 200. “El mercado quedará reducido a la nada misma”, señalan en el sector.
El otro problema es que si alguien gastó u$s 1 en Apple, la operación le sale rechazada, entonces tiene que probar con u$s 199 a ver si lo dejan, o con u$s 190, porque el BCRA no dice el monto que la persona tiene habilitado, como ocurría durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que la AFIP autorizaba un monto.
Por otra parte, hay mucha gente que tiene refinanciación de la tarjeta de crédito que venía de antes y no lo sabe, pero hay muchos casos donde tiene un saldo de menos de $ 10 que les quedó refinanciado y entonces no pueden comprar. Si bien se pueden cancelar, la mayoría de los clientes no sabe cómo hacerlo.
Los bancos tarjeteros -como se los denomina a los más grandes del sistema, que más tarjetahabientes tienen- tienen más de un millón de clientes con refinanciaciones: toda gente que no puede comprar.
El otro punto es que el cotitular de una cuenta no puede comprar más dólares, sólo puede hacerlo una persona por cuenta, por lo que si uno compra aunque sea u$s 1, ya anula al otro para que pueda hacerlo.
Eso lo hacen para que la persona tenga que abrir otra cuenta en dólares, que no son baratas, ya que los bancos suelen cobrar u$s 10 por mes por el mantenimiento.
Las agencias de cambio se quejan que el Central les está pidiendo una auditoría de sistemas con un nivel de detalles que les es casi imposible de cumplir, donde deben presentarlos manuales de sistemas, procesos y los mismos protocolos de seguridad como si fuesen un banco. Además, sufren que todavía hay transferencias que les vienen rebotadas cuando mandan al banco los dólares que el cliente compró.