En bodega Trivento, ante 70 personas y con un escenario muy distinto al de años anteriores, Patricia Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina (BdeA), dio uno de los discursos más combativos de la entidad de bodegueros de los que se tenga recuerdo. La empresaria criticó fuertemente el accionar de Coviar, marcó el hecho de que hace una década el sector está estancado y ratificó la puesta en marcha de la mesa nacional vitivinícola, que se lanzó esta semana y busca generar un espacio de consenso.
“Coviar dilapida nuestros fondos en acciones no consensuadas y que poco aportaron al sector”, sostuvo Ortiz. La empresaria se defendió de las críticas que los califican de “separatistas” e indicó: “se nos menciona como un grupo que se autoexcluyó y que supuestamente no conoce la realidad del sector. Pues bien, olvidan decir que los que se ‘autoexcluyeron’ representan el 90% de la exportación y el 70% del mercado interno. Los excluidos somos, de la industria, quienes más empleo y los que más divisas contribuimos al país”.
Ortiz recordó que el año pasado pidieron la revisión y autocrítica del Plan Estratégico Vitivinícola 2020. Además, mencionó que en medio de una pandemia, desconociendo los impactos de la misma en los mercados, no era el momento adecuado para lanzar un plan, “pero la tinta se borró, porque no existió dicho análisis”, advirtió la empresaria.
“Desde Jujuy a la Patagonia, desde Salta a Mendoza, desde San Juan a Chubut, todos con conocimiento de lo que está pasando, y en especial del desmanejo de la entidad, dijimos basta al atropello de unos pocos que actúan con desprecio de quienes aportan para hacer grande la industria vitivinícola”, apuntó la presidente de Bodegas de Argentina.
Mesa de trabajo
Ortiz hizo clara referencia a la puesta en marcha de la mesa nacional, conformada por ocho entidades que representan diferentes provincias y eslabones de la cadena. “A pesar de los tiempos complejos, está formada y dando sus primeros pasos, donde productores, bodegas, graneleros y trasladistas de distintos oasis del país, apostamos a la inversión, al agregado de valor y a la generación de empleo. A través del diálogo y con un claro objetivo, estamos comprometidos en seguir trabajando para que la producción vitivinícola ayude al desarrollo económico y social del país”.
Para cerrar, declaró: “la vitivinicultura necesita políticas de largo plazo, disminución de la carga impositiva, poder reinvertir sus ganancias para crecer en lugar de tributarlas y fundamentalmente tener previsibilidad para poder proyectar crecimiento. Necesitamos recuperar nuestra competitividad en mercados cada vez más agresivos”.
Vaquié por Suárez
El ministro de Economía de la provincia, Enrique Vaquié, fue el encargado de dar el discurso oficial, en vez, del gobernado Rodolfo Suárez. Durante su alocución, prefirió esquivar el tema de la grieta, principalmente porque él es que quien se sienta en la mesa de Coviar en representación de la provincia.
“Mendoza se caracteriza por su capacidad de adaptación. La industria vitivinícola, con todos sus sectores y actores da cuenta de ello. Cuando el mundo se cerró, cuando todos debimos quedarnos en casa, el desafío máximo fue cosechar y así lo hicimos”, sostuvo.
“En Mendoza tenemos que trabajar para que, junto a la Nación, podamos disminuir la presión tributaria. Tenemos que conseguir que el Gobierno Nacional nos escuche sobre todo en temas de exportación, para ser más competitivos. También para tener un plan conjunto con cancillería para que nos prioricen en algunos mercados. Tenemos que tener programas de mitigación del cambio climático”, agregó el funcionario.