Tras una gran performance comercial durante 2020, la más importante de los últimos cinco años, los despachos de vino en el mercado interno han caído en julio un 13,7%. Durante los primeros siete meses de 2021 se acumula una merma de 73,5 millones de litros, según datos del mercado interno elaborados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Para los referentes del sector, el volumen de las ventas en el ámbito nacional se está equilibrando a los niveles de demanda de 2018 y 2019.
El año pasado, el consumo había experimentado un crecimiento del 6,5%. En gran medida esto se dio gracias a que la población pasó más tiempo en sus casas a causa de la pandemia y el vino recuperó un lugar en la mesa en las comidas familiares. El 2020 cerró con un consumo per cápita de 20,8 litros, más de un litro de la media que había arrojado el año anterior. En este contexto, al hablar de las presentaciones en vidrio, los botellones (de hasta 1.500 ml.) fueron las estrellas de este repunte, con un crecimiento en el mercado local del 35% durante 2020 que se tradujo con la colocación en la plaza de 189,5 millones de litros.
Sin embargo durante la presente temporada, de enero a julio, los botellones han sufrido una caída del 25,4% en la demanda. Para Patricia Freuler de Ortiz estas causas pueden explicarse por varias razones y una de ellas es la caída del poder adquisitivo de los salarios. “Si se está cayendo el poder adquisitivo, el vino es una de las primeras cosas que se deja”, destacó la presidente de Bodegas de Argentina; quien además agregó que “la falta de botellas y el costo de los insumos hace que estos productos que son de bajo precio, no tengan margen y dejen de ser atractivos para las bodegas que lo producen”.
Recordemos que “la caída de los despachos del vino tinto genérico en el mercado local (que aún representa el 74% de la categoría) afectó a los envases afines” había explicado oportunamente el titular del INV, Martín Hinojosa. El multilaminado (tetra brik) tuvo una merma del 20,3% en los primeros siete meses del año, las damajuanas del 11,7% las botellas cayeron 9,8%. En el caso del vidrio, la baja de la demanda de los botellones (más de 1000 cc) fue mayor que la de 750 cc que creció un 2,1% impulsada por los varietales.
Botellas, botellitas
De enero a julio, los botellones han sufrido una caída del 25,4% en su demanda en el mercado interno. Han pasado de 109,2 millones de litros comercializados en 2020 a los actuales 81,4 millones de litros. Además, de una participación del 35,7% del volumen total de las ventas de vino, bajaron al 29,5%. Dentro de este formato, los vinos sin mención varietal tuvieron una participación del 87,2% en los primeros siete meses del año, pero su consumo se contrajo 28,3%, pasando de 99 millones de litros comercializados en 2020 a 70,9 millones en igual período de este año.
Al explicar este crecimiento en el consumo de vino, el INV señalaba que el crecimiento podía explicarse mediante tres variables: el mayor consumo en el hogar, los precios accesibles y el hecho de que es una bebida de base orgánica saludable.
Para Pablo Pellicer, de la Vinoteca La Bodega, el precio de los botellones de vino genérico en comparación con el costo de la damajuana, es una de las razones que pueden explicar la caída de la demanda. “La relación de precio por litro hace que el botellón sea en algunos casos hasta un 40% más caro que la damajuana, pero al analizar los vinos por su calidad, gana el botellón en general”, comentó. El comerciante también explicó que hay bodegas de nuestro medio que presentan estos dos envases como opción para el público, mientras que otras sólo tienen el botellón como su presentación de mayor cantidad.
Por su parte, Ariel Lara, del Almacén de Vinos Nuestra Tierra, comentó que el botellón es un canal de venta que no tracciona por sí solo, aunque no tiene una respuesta de por qué es así. “El botellón de litro y medio conviene mucho más que una botella, pero cuesta que la gente lo tome como una opción a la hora de la compra. En realidad, siempre ha costado venderlo”, señaló el comerciante de Godoy Cruz.
“Tengo una oferta de un Malbec mendocino a $640 la botella y a $690 el botellón. Si bien es el doble de la cantidad cuenta que la gente pague esa diferencia”.
El crecimiento en varietales
Una excepción dentro de las ventas de los botellones es el de los vinos varietales, que han mostrado un crecimiento en la demanda del 2,9% durante los primeros siete meses de 2021. Gracias a ese repunte, su participación dentro de los embotellados de 1,5 litro creció de 9,3% a 12,8%.
En lo que respecta a la demanda, las estadísticas del INV muestran que hasta julio de 2021 se han negociado 10,4 millones de litros de este productor, contra 10,1 millones de litros del año pasado.
Una mención aparte merecen los espumosos que casi han duplicado su participación en el total de lo comercializado en botellones, pasando de los 7.000 litros del año pasado (el 0,01% del total de lo negociado) a los presentes 12.500 litros (0,02%). Si bien es una participación ínfima, es de destacar que lograron crecer 79,4% dentro de un segmento que se desplomó este año.
Gonzalo Capelli, gerente de la Bodega Foster, explicó que a título personal la industria se debe dar el permiso de seguir experimentando con envases, porque también ha evolucionado el consumo. En su caso agregaron el botellón a su catálogo de productos como el gran reserva y han experimentado con otros formatos, como el bag in box. “No hay un envase que sea perfecto, todos tiene aspectos destacables. En cada caso hay que poder encontrar el equilibrio entre comodidad, rentabilidad y distribución. Creo que allí es donde está el desafío”.
Bodegas en Mendoza como Fecovita, Foster, Los Haroldos, Luigi Bosca, Rubino, Rutini y Trapiche, entre otras, han agregado a su portfolio de productos -varietales o no- este tipo de envases que guardan una excelente relación entre precio, calidad y cantidad. Es que más allá de lo ocurrido este año, el consumo en lo que se denomina “botellón” ha logrado un alto grado de aceptación en el mercado interno.
“Es un envase que se impone, había contado a Los Andes el presidente de Fecovita, Eduardo Sancho. El tema de los costos, tanto para quienes comercializan las botellas como para los clientes, es una de las claves de elección. El tiempo dirá si los botellones terminan por consolidarse en el mercado o no.