El Gobierno ha puesto la mira en la gestión de los recursos naturales de la provincia, con el impulso que ha dado tanto a la minería como al sector petrolero. En el primer caso, se trata de avanzar, principalmente, en la exploración para poder confirmar el potencial bajo el suelo mendocino. Y en el segundo, se apunta a desarrollar la explotación no convencional e intentar que la producción en los pozos ya maduros repunte.
El escenario de partida del sector de los hidrocarburos era complejo: el declive productivo anual llegó a alcanzar el 4%. Con diversas medidas, como la implementación del programa Mendoza Activa Hidrocarburos, se logró reducir el ritmo de descenso. Y fueron sumándose nuevas iniciativas. De hecho, las estadísticas de producción de petróleo y gas de la Secretaría de Energía de Nación arrojan números positivos en los primeros siete meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2023, pero muy inferiores a los de años atrás.
Entre enero y julio de 2024, se han producido 1.915.316 m3, cuando en el mismo lapso del año pasado se habían alcanzado los 1.875.155 m3; lo que marca un crecimiento del 2,1%. Sin embargo, cuando la comparación se extiende a cinco años atrás, la producción había sido de 2.400.327, lo que marca una caída de 20,2%. Y si se quiere extender aún más, en los últimos 15 años la merma productiva ha alcanzado el 41,6%, ya que en el acumulado de los primeros siete meses de 2009 se habían obtenido 3.282.223 m3.
Vaca Muerta
Entre las posibilidades de revertir este panorama, la exploración por parte de YPF de la lengua norte de Vaca Muerta, que se encuentra en Malargüe, generó muchas expectativas. Los primeros resultados se conocieron en mayo y desde la empresa confirmaron que son alentadores, por lo que decidieron avanzar en la inversión.
En un momento inicial habían destinado US$ 17 millones para acondicionar el sitio y realizar una primera perforación. Con los hallazgos positivos, comprometieron otros US$ 30 millones para pasar a un segundo período exploratorio, en el que realizarán una segunda perforación doble -un pozo vertical y dos horizontales a partir de una cierta profundidad- para poder alcanzar mayor presión de reservorio y, se espera, mejor productividad.
Esta semana se conoció que la Dirección de Hidrocarburos de la provincia ha autorizado tanto este segundo período en el área CN VII A (Aguada Negra), como la perforación. “Mendoza tiene en su subsuelo el 30% de la formación Vaca Muerta. Debemos avanzar en la exploración de esos recursos para poder certificarlos y explotar esos recursos que constituyen un gran potencial para la producción de los hidrocarburos mendocinos”, manifestó la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre.
Pero para que se pueda avanzar en una etapa de explotación, en la que se incremente la producción de petróleo no convencional en la provincia, aún resta esperar que se confirme la conveniencia de hacerlo.
Áreas maduras
El declive productivo en Mendoza se explica en gran medida por la madurez de las perforaciones, de las que cada vez se obtiene más agua y menos crudo, lo que demanda una mayor inversión y hace que sea menos rentable la actividad. Cuando, en febrero, Horacio Marín, presidente de YPF, visitó la provincia, habló del plan 4x4, que apunta a cuadruplicar la producción de petrolera estatal en los próximos cuatro años, con la mira puesta en la explotación no convencional.
En esta línea, informó a las autoridades provinciales que buscaban deshacerse de los yacimientos maduros, en los que compañías más pequeñas pueden tener una rentabilidad que YPF, por sus altos costos operativos, no alcanza. Un par de meses después se conoció que estaba en marcha el proceso de venta de 55 áreas en todo el país, de las que 14 de encuentran en Mendoza.
El proyecto se denominó Andes y el Banco Santander fue el encargado de comandar la búsqueda de inversores. Hace poco, se supo cuáles eran los oferentes que YPF seleccionó para los tres clústeres en los que se agruparon las 14 áreas en venta en Mendoza: Petróleos Sudamericanos para Mendoza Norte, la UTE Quintana Energy y TSB para Mendoza Sur, y PCR para Llancanelo.
Hasta ahora, el Gobierno provincial sólo ha recibido un pedido formal de autorización de la cesión para PCR por el clúster Llancanelo. Con respecto a los otros dos, explicaron que no hay plazos para la presentación de documentación, porque se trata de un acuerdo entre privados y sigue vigente el contrato con YPF, por lo que la empresa sigue operando las zonas.
Áreas convencionales
Además de la madurez de los pozos, desde el sector petrolero han señalado también que uno de los factores que contribuye a este declive productivo es la falta de exploración. Precisamente, a principios de año, el Ejecutivo provincial llamó a licitación para adjudicar doce áreas, de los que nueve eran de exploración y tres de explotación.
A fines de julio se abrieron los sobres con las propuestas económicas de tres empresas, interesadas en hacerse cargo de cinco de esas áreas: dos de explotación y tres de explotación. De adjudicarse las cinco -el proceso, detallaron desde la Dirección de Hidrocarburos, está avanzado- la inversión total superaría los US$ 33 millones.
Hattick Energy realizó ofertas para dos áreas de exploración -CN V y Malargüe, US$ 3.407.610 y US$ 1.500.000, respectivamente- y una de producción, Loma del Divisadero, donde invertiría US$ 6.525.250. Y Selva María Oil tiene intenciones de explorar Bajada de Chachahuen (US$18.014.000). Las tres empresas ya están operando en Mendoza.
Cuando se conoció la propuesta de las interesadas, Latorre destacó que dos ofertas fueron por áreas de explotación, lo que implica que incrementarán la producción actual y, si bien reconoció que las tres de exploración no aumentarán la capacidad productiva en el corto plazo, son muy importantes en materia de reservas.
“Estoy convencida de que parte de la decadencia de la producción de hidrocarburos convencionales en nuestro país se debe a que durante mucho tiempo se discontinuó la inversión en exploración. Y para certificar reservas y tener verdaderas inversiones en producción, previo hay que invertir en certificación de reservas y para eso tenemos que seguir explorando en la provincia”, había manifestado.
Se trató del lanzamiento de un nuevo formato de licitación, continua, que implica que aquellas áreas para las que no se presentaron oferentes quedan disponibles, sin necesidad de realizar un llamado, para el momento en el que pueda aparecer un interesado.
Expectativa e incertidumbre
Las empresas que prestan servicios al sector petrolero siguen muy de cerca todos estos anuncios, al tiempo que mantienen una actitud cautelosa porque resaltan que, en el pasado, las empresas adjudicatarias no han cumplido con los compromisos de inversión. Pero también optan por sostener la esperanza de que, en esta ocasión, las condiciones sean diferentes y realmente se produzca un repunte de una actividad que aún representa, según datos del Ieral (Fundación Mediterránea), el 11% del PBG de la provincia.
Carlos Galván, vicepresidente de la Cámara Mendocina de Empresas de Servicios Petroleros (Camespe), reconoció que este año se han producido muchos anuncios vinculados al sector petrolero. Pero añadió que, en el caso de las áreas en venta que tenía en concesión YPF, si bien es un proceso que parece estar consolidado, recién se verá reflejado el año que viene.
Por el momento, precisó, no hay movimientos concretos y están esperando conocer cuáles serán los planes de acción de los nuevos adquirentes y qué inversiones planean realizar.
En cuanto a la licitación de áreas por parte del Gobierno provincial, indicó que las expectativas son un poco más bajas, ya que en licitaciones anteriores ha sucedido que la inversión no se ha concretado y las transacciones no se tradujeron en demanda de trabajo para nuevas perforaciones o reactivación de campos maduros.
Otra de las inquietudes por parte de las empresas de servicios es que las que obtengan la cesión no requieran de prestaciones tercerizadas, sino que cuenten, dentro de sus estructuras, con la capacidad de hacerse cargo de todas las tareas.
Galván indicó que hay nuevos actores que están llegando a la provincia, como Petróleos Sudamericanos (que es la oferente elegida por YPF para el clúster de áreas maduras Mendoza Norte), de los que no tienen referencia en este sentido, mientras que PCR -que se haría cargo del clúster Llancanelo si la provincia considera que cumple con los requisitos para la cesión- tiene sus proveedores organizados, pero ha planeado extender la actividad y podría requerir la participación de otros terceros.
En cambio, consideró que hay menos margen para la participación de las pymes mendocinas en el sector del petróleo no convencional, en la franja de Vaca Muerta en Malargüe, ya que las empresas suelen contratar multinacionales, que tienen la tecnología para prestar los servicios en el pozo, mientras las compañías locales están preparadas para el sector convencional.
Como contraparte, pueden llegar a demandar otros servicios, como transporte o catering, pero indicó que lo más común es que opten por propuestas de afuera, que ofrecen un paquete completo.
El directivo de Camespe planteó que el sector está bastante paralizado en la actualidad, por el hecho de que el principal contratante de servicios era YPF y se está retirando de la mayoría de las áreas maduras en la provincia. Y si bien hay un compromiso de que los nuevos adquirentes deben mantener los contratos vigentes, el ritmo de actividad es menor y, cuando se cae uno, no lo renuevan.
Además, hay un buen número de trabajadores que están en sus hogares, cobrando el 80% de su remuneración y en “stand by” (o compás de espera), hasta que los compradores se hagan cargo de la operación de esas áreas. Se debe recordar que, en un primer momento, la petrolera del Estado tenía planeado retirar casi la totalidad de los equipos y, a partir de una negociación con los sindicatos, se logró reducir la cantidad de empleados petroleros que quedaban en esta situación.
“Expectativas hay, por supuesto. Esperamos que esta vez sea diferente y haya una verdadera reactivación. El Gobierno es el garante de que se cumpla con las inversiones mínimas que deben realizar los nuevos dueños”, planteó Galván.
Malargüe
El foco de esta promesa para el futuro mendocino parece ser Malargüe. En el departamento sureño se encuentran el distrito minero en donde se avanzará en la exploración de cobre y otros metales, el clúster Llancanelo de áreas maduras de YPF y las áreas convencionales que se podrían adjudicar pronto.
Eduardo Araujo, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Malargüe, señaló que aún no se observa reactivación de la actividad petrolera. Añadió que estuvo hablando esta semana con trabajadores de YPF en Llancanelo y que están muy expectantes, porque no han tenido una comunicación sobre qué va a suceder: si se van a quedar sin empleo o se les van a modificar las condiciones.
En el departamento, indicó, hay expectativas por lo que puede venir y desde la cámara consideran que es algo bueno, pero en la comunidad existe mucha desconfianza, porque todavía está muy presente lo que sucedió con la promesa de Portezuelo del Viento, para lo que se empezó a capacitar a los habitantes, pedir currículums y quedó en nada. “La gente no se ilusiona con los anuncios hasta que no tienen algo en concreto, porque han tenido muchas frustraciones”, planteó.
Araujo indicó que las áreas convencionales que el Gobierno licitó no generan mucho interés en la gente, pero sí están más enfocados en las maduras de YPF, porque Llancanelo tiene petróleo pesado que, con la tecnología actual, se puede extraer. Por otra parte, resaltó que PCR ya está trabajando en el departamento y es una empresa seria, que viene realizando una buena labor en la zona de El Sosneado y Vega Grande. Destacó que incorpora mano de obra de Malargüe y que llegó a tener 95% de trabajadores del lugar, además de realizar un buen manejo del tema ambiental.
El directivo de la Cámara de Comercio manifestó que el sector comercial también está atento, aunque con una cuota de cautela, porque la actividad petrolera genera mucha demanda de servicios: transporte, comida, hotelería, indumentaria y oficios, como tornería y soldadura. Por otra parte, estas empresas ofrecen buenos salarios, por lo que existe un derrame en la economía.