Adelantándose a lo que puede llegar a suceder a nivel nacional, la provincia de Buenos Aires sancionó su propia ley de alcohol cero al volante. Superando la grieta política entre los bloques, la Legislatura bonaerense emplazada en La Plata aprobó en la madrugada del viernes la modificación de la norma que hasta el momento permitía hasta 500 miligramos por litro de sangre.
Referentes de la industria del vino no solo cuestionaron la normativa, argumentando que no es la solución al grave problema de los accidentes de tránsito, sino que también mostraron la preocupación por los cambios de hábitos que puede inducir la normativa y las consecuencias que puede tener en el consumo.
Patricia Ortíz, presidenta de Bodegas de Argentina (BdA), opinó: “Estamos a favor que la gente que bebe no conduzca, pero pensamos que la ley de alcohol cero no va a resolver estos problemas que nos preocupan a todos. Nadie quiere accidentes ni excesos, pero no creemos que este sea el camino para lograrlo”. En este sentido, señaló que el camino para combatir la problemática es la educación, algo que desde la institución vienen promoviendo con el programa Wine in Moderation.
“El que no respetó el 0,5 de tolerancia tampoco va a respetar el cero, por lo que no resuelve el problema. Incluso, hay un montón de situaciones que pueden llevar a dar positivo de alcohol sin haberlo consumido. Se entra en un nivel de litigiosidad innecesario que no previene los accidentes”, manifestó Ortíz.
Carlos Fiochetta, gerente general de Coviar, consideró que una ley de este estilo no soluciona el problema de fondo. “Reducir la tolerancia del consumo de alcohol no va a solucionar la accidentología, ni en la provincia de Buenos Aires ni en el país”, dijo.
En tanto, Fabián Ruggeri, presidente de Acovi, comentó que desde la entidad mantuvieron conversaciones con los legisladores bonaerense, pero no tuvieron el efecto esperado. “Seguiremos trabajando para explicar que esta ley no es la solución a la fatalidad porque lo único que hace es modificar un solo artículo y no se habla ni de prevención, educación o control”, declaró. Y aclaró: “La industria no está a favor del alcohol al volante, pero tampoco estamos de acuerdo con que se baje la tolerancia porque eso no disminuye el índice de accidentes fatales”.
El mercado on trade del vino, el mayor afectado por la norma
De acuerdo a los referentes de la industria, la implementación de alcohol cero al volante tendrá consecuencias en el mercado on trade de una de las plazas más grandes del mercado interno. “Esto afecta principalmente a los restaurantes porque la gente, sobre todo al principio, puede optar por comprar una botella, comer en su casa y evitar multas, porque ya no podría ni tomar una copa en la cena. Eso puede traer complicaciones y, llevándolo a un caso extremo, también traería inconvenientes con las compañías de seguro, porque podrían exigir control de alcoholemia antes de determinar cualquier cobertura. Son un montón de complicaciones sin resolver el problema principal”, sostuvo la presidenta de BdA.
Por su parte, Carlos Fiochetta apuntó contra competidores en el mercado de las bebidas que de manera indirecta se verían beneficiadas por la modificación: “Plantea un cambio en los hábitos de consumo y al ser la provincia de Buenos Aires uno de los principales centros de consumo del país, indudablemente va a tener una repercusión. La gente se va a inclinar por otro tipo de bebidas, sobre todo las gaseosas, que están promoviendo este tipo de medidas, porque se ven beneficiadas, pero la salud de la población se ve perjudicada”.
La normativa que había sido impulsada por el ministro de Transporte de Buenos Aires, Jorge D´Onofrio, comenzaría a aplicarse en 2023, cuando se completen los trámites administrativos. Desde ese momento, los infractores afrontarán una pena de hasta 18 meses de retención de la licencia de conducir, la obligatoriedad de cursos de concientización sobre los riesgos viales de manejar alcoholizados y multas que podrían alcanzar los 180 mil pesos.
En el texto de la norma se aclara que “aquella persona que en su primera infracción conduzca con una tasa de alcohol en sangre de hasta cuatrocientos noventa y nueve (499) miligramos por litro de sangre, será sancionada únicamente con la concurrencia/asistencia y aprobación de cursos especiales de educación y capacitación para el correcto uso de la vía pública conforme establezca la reglamentación”.
Entre los argumentos presentados en las cámaras de diputados y senadores, el Ministerio de Transporte compartió estadísticas de un observatorio de accidentes y otras variables vinculadas con la seguridad vial, las que revelaron que en 2022 fueron 6,162 los casos de inhabilitación por exceso de alcohol. El 55% correspondió a personas de entre 20 y 40 años, mientras que el 37% de las víctimas fatales tenía entre 15 y 34 años.
Buenos Aires se sumó a otras provincias que ya cuentan con una normativa similar, entre las que se encuentran Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Río Negro, Salta, Santa Cruz y Tucumán. Al respecto, Carlos Fiochetta argumentó que este tipo de normativa “no ha resuelto el problema en la mayoría de las provincias en las que se ha implementado”. Asimismo, recalcó la falta de claridad en la instrumentación: “No queda claro cómo se va a implementar, si están los alcoholímetros o cómo se van a hacer las detenciones. Los países que realmente han resuelto los problemas de accidentología, como España, Suecia o Dinamarca, tienen una tolerancia de entre 0,5 y 0,7 de alcohol en sangre. No se ataca el verdadero problema que es el consumo nocturno y en jóvenes”, lanzó el representante de Coviar.
Qué va hacer la industria para evitar la modificación nacional
El proyecto de ley que impulsa la prohibición de consumo de alcohol para aquellas personas que conduzcan todo tipo de vehículo ya cuenta con dictamen favorable y está en condiciones de ser convertido en ley por la Cámara de Senadores. Sin embargo, pese a que ya han pasado dos semanas desde que consiguió el aval, su fecha de tratamiento es todavía una incógnita.
“No se sabe si la Cámara de Senadores va a sesionar antes de fin de año, básicamente porque el oficialismo no tiene el quórum necesario para votar la ley. Hemos planteado abiertamente, no solo Coviar, sino unas 40 instituciones, que esto se postergue hasta que haya una discusión seria y se llegue a una normativa seria donde se plantee el control, la educación, la penalización y definan todas las aristas del problema. Si no se posterga ni se da un tratamiento serio, como última instancia, haremos un planteo legal”, advirtió Carlos Fiochetta.
Un argumento similar dio el presidente de Acovi: “Estamos trabajando con los legisladores tratando de explicar que la modificación como está ahora no va a reducir los accidentes y pidiendo que se de el debate que nunca se dio y nunca pudimos dar nuestros argumentos. Hasta ahora viene acelerado el tratamiento y no sabemos si lo vamos a conseguir, pero no vamos a dejar de intentarlo”, completó.
En caso de aprobarse, se sustituiría el artículo 48 de la Ley de Tránsito 24.449, el cual establece, para cualquier tipo de vehículos, una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5 gramos) de alcohol por litro de sangre; para motocicletas o ciclomotores hasta 200 miligramos (0,2 gramos); y para transporte de pasajeros de menores de edad y de carga, alcohol cero. Con la sustitución, todos los límites se llevarían a cero, algo que ya rige en ocho provincias (se sumará Buenos Aires) y 13 localidades del país.