En un escenario de inflación sin freno, los mendocinos optan cada vez más por proteger el valor de sus ahorros comprando alimentos no perecederos. Se trata de una inversión atípica, pero recomendada por los expertos para quienes piensan en el corto plazo.
Si se analiza la medición de la inflación de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE) se encuentra la lógica de dicha maniobra. Es que en setiembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un aumento interanual del 54,3%, mientras que la variación del precio de alimentos y bebidas durante ese período fue del 58,5%. Eso demuestra que el acopio de productos no perecederos, y artículos de perfumería y limpieza, es una buena opción para preservar el valor de los ahorros.
Incluso el economista Raúl Mercau mencionó esa alternativa como una de las más recomendadas para cierta clase de ahorristas. “Las personas que tienen ingresos acotados pueden optar, para ahorrar, por una combinación de inversiones. La primera es comprar dólares con el margen del cepo, es decir, los U$S 200 por mes. La segunda es colocar dinero en plazo fijo, que si bien tiene una tasa negativa, la real es del 44% anual (se puede disponer de los fondos en 30 días); y la tercera es comprar mercadería no perecedera, que también es una forma de ganarle al incremento de precios”, comentó.
Daniel Garro, de Value International Group, también consideró que los sectores con menor capacidad de ahorro tienen a disposición un “dólar sustituto”, que es precisamente la compra de mercadería que no van a utilizar ese mes, sino en los siguientes. “Sería el equivalente a dolarizar el stock para no perder ante la inflación”, explicó el especialista.
En este caso, planteó Garro, se trata de una cobertura asociada a productos que se van a consumir y que se pueden adquirir cuando las familias deciden ahorrar antes que darse un gusto.
El economista sumó que los pequeños ahorristas deberían clasificar sus ingresos y distinguir aquellos fondos que van a utilizar en el cortísimo plazo -el mismo mes-, de los de corto plazo, es decir, aquellos que no necesitan en forma inmediata, pero quieren tener disponibles ante una eventualidad. Para estos últimos, aconseja comprar dólares, para sólo quedarse con pesos para los gastos cotidianos, o hacer una compra de supermercado más abultada.
Otras opciones
Quienes cuentan con más fondos y la posibilidad de prescindir de ellos por un plazo más extenso, se mantienen cautos, porque la cercanía de las elecciones genera incertidumbre. Además, se sabe que el incremento del consumo por el fin de año acelera la inflación y la demanda de dólares para viajar presiona sobre la cotización. A esto se suma que varios analistas anticipan que el tipo de cambio actual no podrá mantenerse por más tiempo y forzará una devaluación.
Elena Alonso, de Criteria-Grupo Broda, indicó que quienes tienen pesos pueden optar por inversiones en esa moneda, pero con cobertura en dólares. No siempre la mejor opción es comprar divisas, ya que, si se deben cambiar en el corto plazo, se pierde por la diferencia entre tipo de cambio comprador y vendedor. En este sentido, indicó que hay algunas opciones que permiten salirse en poco tiempo (volver a disponer del dinero), como la caución: una operación bursátil que tiene una tasa similar a la de un plazo fijo, pero con mayor liquidez. “Lo conveniente es adquirir contratos a dólar futuro”, apuntó.
También detalló que, ante el panorama actual, se pueden armar carteras con fondos comunes de inversión, con algunos en dólar linked (cuyo valor está atado a la cotización oficial), otros ajustados por inflación y otros con liquidez; con lo que se cubren las variables más importantes. Si bien señaló que hay gente que es reticente a quedar atada al dólar oficial, porque está “planchado”, Alonso recordó que hay expectativas de devaluación.
Pese a eso, planteó que tampoco es negocio tener dólares guardados, porque la inflación de Estados Unidos rondaría el 4 o 5% anual, con lo que unos U$S 100 de la actualidad, se convertirían en U$S 95 en un año. De ahí que se deban buscar operatorias que cubran de esa depreciación, para no perder poder adquisitivo.
Alonso resaltó que lo conveniente es asesorarse, porque hay fondos que tienen un valor muy alto, debido a que son demandados por la esperada devaluación, pero, aunque suba el tipo de cambio, no dejan una buena rentabilidad, precisamente porque su precio ya era demasiado elevado.
Siguiendo al dólar
Jaime Rodríguez, directivo de San Juan Bursátil S.A. y Portfolio S.A., señaló que, si bien los clientes están buscando cómo resguardarse de la volatilidad del mercado, la inflación y la variación del tipo de cambio, siempre se debe analizar el perfil de cada uno y el horizonte de tiempo para disponer del dinero. “En general se buscan instrumentos que repliquen al dólar (dólar linked), como títulos públicos o fondos comunes de inversión”, aseguró.
Quienes deciden mantenerse en pesos, sumó, pueden optar por productos que ajusten por inflación, ya sean letras o bonos, que tienen una tasa de entre 35% y 45% anual. Las opciones más seguras tienen un interés del 32% al 37% y los cheques avalados del 37% o 38%. Si bien la tasa es negativa ante la inflación, puede ser una alternativa para las empresas, que tienen plazos muy cortos.
Para quienes tienen una mayor capacidad de ahorro y un perfil más conocedor están las carteras administradas. Una en cedears (certificados de acciones de empresas norteamericanas, que se compran en pesos, pero están atadas al dólar) y otra en pesos -acciones y bonos argentinos-, que son gestionadas por un equipo de profesionales, que vende el activo cuando llega a los límites fijados, tanto hacia abajo como hacia arriba, para reposicionarse en otros activos.
Daniel Garro sumó que, como la situación es muy compleja, no sólo en el país, sino en el mundo, no es momento de tomar riesgos, sino de elegir coberturas como el oro, la plata y las criptomonedas serias (Bitcoin y Ethereum). También se pueden elegir commodities como la ganadería, que se seguirá demandando, o el petróleo, porque la OPEP ha decidido no aumentar la producción, lo que elevaría el precio.
Por su parte, Raúl Mercau advirtió que se debe tener cuidado con el dólar blue, porque la serie histórica muestra que está en un valor alto y, si bien es de esperar que siga subiendo en el tiempo, tal vez no suceda en el corto plazo. En cambio, un bono dólar linked sí estaría dando un rendimiento atado a la evolución de esa moneda, en caso de que se produzca una devaluación. Para el economista, la clave es la diversificación, por lo que recomienda tener bonos que se ajusten por inflación, otros por la cotización del dólar, algo de moneda extranjera y un mínimo en criptomonedas.