En apenas dos cuadras, entre Belgrano y 25 de mayo, la calle Sarmiento concentra un buen número de restaurantes -la mayoría con oferta de carnes asadas, pero también pizzas y otras propuestas-, servicios para el turista y cinco vinotecas. Aunque tradicionalmente fue un sitio de parrilladas, fue virando su perfil hacia la alta gama, pensada para el turista, y en más de un local comentan que el portugués es el segundo idioma obligado que tienen que manejar por estos días, por la gran afluencia de brasileños.
Alan, quien trabaja en la empresa de viajes Here & There, que tiene varias sucursales en la provincia, cuenta que la de calle Sarmiento se enfoca en la venta de excursiones locales, visitas a bodegas y alquiler de bicicletas. Detalla que el 90% del público son turistas extranjeros, ya que en las inmediaciones hay una buena cantidad de hoteles de cuatro y cinco estrellas -como Park Hyatt, Diplomatic, Raíces Aconcagua, Crillón, Carollo, Princess- que son los elegidos por los visitantes foráneos.
La agencia comparte espacio con lo que, hasta hace poco, era una tienda de alquiler de equipos de ski, que se trasladó a calle Las Heras, a un local más espacioso. Ahora, una pared parcialmente abierta la separa de Wine House, una de las cinco vinotecas que se pueden encontrar en esas dos cuadras de calle Sarmiento. Alan asegura que, pese a esa concentración, todas venden bien.
La calle de las vinotecas
En ciertos lugares, es común encontrarse con dos kioscos o verdulerías en una misma cuadra, pero es raro ver un buen número de vinotecas. Claro que, cuando se piensa que el lugar se ha instalado como “el” destino gastronómico para los turistas extranjeros que se alojan en el centro, se entiende que la oferta sea amplia (la completa un Go Bar).
Paula, de Fans del Vino, explica que son una tienda asociada a Sol y Vino, la más antigua en la zona. Y que apunta a un público más joven, lo que explica que se ofrezca una experiencia sensorial con colores llamativos: las paredes y los estantes donde se exhiben las etiquetas en la sala de ingreso son verdes y en otra contigua, rosadas. Suma que, de noche, cuando los visita el público, esta propuesta es más vistosa.
Casi enfrente, se encuentra Malbec Wine Shop, de Alejandro Vigil. Entrar al local genera la sensación de estar dentro de una barrica, ya que las estanterías con los vinos son de madera y tienen una forma cóncava. Pero también tiene otro toque particular: las mesas en el segundo nivel están sobre un suelo -techo para el primero- de vidrio, lo que otorga una conexión visual a los dos pisos.
Antonella detalla que ofrecen degustaciones de más de 1.500 etiquetas y que también se puede comer una picada. En cuanto al público, comenta que a veces siente como si estuviera trabajando en una tienda de Brasil y suma que el mendocino pasa poco por esa calle, pero que la afluencia de turistas extranjeros es increíble.
Carnes premium
Ese par de cuadras de calle Sarmiento fueron siempre un lugar para ir a disfrutar de un asado. Sin embargo, las propuestas más recientes, que en algunos casos han reemplazado a las que había antes, tienen un marcado perfil premium y, a una cierta distancia del típico ambiente familiar de las parrilladas, los locales tienen una estética muy cuidada, que responde a esa impronta.
Fernando, de La Lucía Grill & Bar, expresa que hace unos 10 años que esta marca se instaló en la zona. Indicó que hace más de dos décadas que es un sitio turístico, pero después de la pandemia empezaron a renovarse los locales y a reforzarse el “target” para un público de más edad que el que suele frecuentar la Arístides y “más gourmet”. También, de mayor poder adquisitivo y, principalmente, turistas.
En la vereda de enfrente, hace poco más de un año, funciona Liniers Fuegos, que ocupa la misma casona en la que estaba Facundo (otra parrillada). Solange detalla que los dueños pensaron en ofrecer carnes premium a la parrilla, con un enfoque gourmet. El local, que conserva el encanto de la edificación antigua, tiene su propia cava con más de 200 etiquetas. Y el principal cliente es el extranjero, sobre todo de Brasil y de Estados Unidos, aunque hay mayor proporción de mendocinos que optan por el menú ejecutivo al mediodía.
La oferta se completa con Estancia La Florencia, El Asadito y Estancia La Pasión. Y, aunque ya no se trate de parrilladas, también se encuentran Azafrán Restó, del reconocido chef Sebastián Weigandt, y Soberana Cocina de Mundo, que está por inaugurar en unos días. Asimismo, hay tres pizzerías: La Pizza (caseritas y al horno de barro), Pizzaiolo y Bigalia (pizza napoletana).
Otros rubros
El movimiento más fuerte, coinciden los consultados, comienza a las 7 de la tarde, pero aún a media mañana se puede escuchar varios idiomas entre quienes caminan por las veredas. De ahí que los visitantes puedan encontrar otro tipo de locales y que sean infaltables el café y el helado. En la esquina de Sarmiento y Belgrano se mantiene la tradicional, y renovada, heladería Famiglia Perin, con más de 75 años de trayectoria. Y con una historia muy reciente, ofrecen café y productos de pastelería -con fuerte impronta de “take away”- Bröd y Breve Coffee.
Otro local que diversifica la oferta es la cervecería artesanal El Botellón y se sumaron el comedor y cafetería Unión, y Santa, que combina comedor, almacén y cafetería. Y, por supuesto, otro par de comercios que brindan servicios al viajero: Río Aventura Turismo, Ampora Wine Tours y Artesanías Argentinas.