La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) dio a conocer el nuevo valor de la Canasta Básica Total (CBT) y Canasta Básica Alimentaria (CBA); indicadores que miden el nivel de pobreza e indigencia en nuestra provincia. Según la medición del organismo oficial, en octubre una familia tipo mendocina debió disponer con ingresos superiores a $ 129.340,14 para poder cubrir sus necesidades y no caer bajo la línea de la pobreza; en tanto que para cumplir con sus necesidades básicas de alimentación debieron gastar $ 51.736,07.
A nivel nacional, la CBT tuvo un valor de $ 139.738 y la de alimentos $ 62.106 (lo que implicó un aumento del rubro aliento y bebidas del 9,5% respecto al mes anterior, mientras que la variación interanual alcanza el 100%).
En Mendoza fueron necesarios $ 10.400 menos para afrontar el total de las necesidades básicas de una familia tipo. “La diferencias radican en las composiciones de las canastas, las cantidades y productos que las integran hacen a la diferencia. Habrá que ver una canasta igual en Mendoza y Buenos Aires para saber realmente dónde es más caro vivir; una pequeña cantidad a lo largo del año suma una diferencia notable”, sostuvo el economista Walter Carvhalo.
En la previa a la publicación de los datos de la DEIE, el Centro de Investigación Social de Mendoza (Cisme) armó una tabla los alimentos con sus respectivas calorías y su equivalencia para un grupo familiar. En su relevamiento determinó que -para cubrir solo sus necesidades alimentarias- un hombre de 35 a 59 años necesitó $21.685,24, en el mes de octubre. En setiembre para cubrir las necesidades básicas alimentarias, una familia tipo necesitó $47.404 para evitar la indigencia.
Recordemos que la inflación media en la provincia del mes de octubre fue del 6,2%, lo que representó un acumulado anual del 78%. Esto significó que por tercer mes consecutivo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró una desaceleración, pasando de 6,5% en septiembre a 6,2% en octubre. Sin embargo, el resultado del mes pasado no es necesariamente una buena noticia. No solo se trata de un porcentaje aún alto (en ningún mes del 2021 se alcanzó el 4%), sino que además, las estadísticas confirman valores acumulados preocupantes.
En octubre el rubro “vivienda y servicios básicos” sufrió un ajuste del 7,4%, apalancado principalmente por las subas tarifarias sufridas por una parte de la población (la mayoría de los usuarios comenzaron a perder los subsidios en noviembre).También fue considerable el incremento registrado en “equipamiento y mantenimiento del hogar” (7,2%) y el rubro de “alimentos y bebidas” (6,7%). Este último ítem es el que mayor peso tiene sobre el bolsillo cualquier grupo familiar, por lo que es el que mayor incidencia tiene sobre el alza del IPC general.