El total en el período fue de $ 27.721 millones, el 92% del cual, $ 25.372 millones, provino del descuento de Cheques de Pago Diferido, de los cuales $ 22.356 millones (el 81%) corresponde al segmento avalado y $ 3016 millones restantes (11% del financiamiento pyme), al segmento directo.
En tanto, se negociaron $ 1206 millones (4% del total) a través de Fideicomisos Financieros, $ 708 millones (3%) mediante la emisión de Facturas de Crédito Electrónicas, $ 350 millones (1%) a través de la emisión de pagarés y el remanente ($ 85 millones) a la colocación de Obligaciones Negociables, según un informe de la CNV.
“Una particularidad coyuntural que vale la pena destacar -indica la CNV- es que, debido a la situación sanitaria global como consecuencia del Covid-19 (...) se impulsó la utilización de los echeqs (o cheques electrónicos), como alternativa de financiamiento sin necesidad de realizar trámites presenciales”.
Por último, la CNV señaló que las facturas de crédito electrónicas, “a pesar de que emergían como un instrumento promisorio, perdieron fuerza el primer trimestre de 2020”.