Cepo XXL: nueva normativa, con amenazas y algunas oportunidades

Las restricciones podrían generar más complicaciones en el largo plazo. El sector inmobiliario en dólares genera oportunidades.

Cepo XXL: nueva normativa, con amenazas y algunas oportunidades
Banco Central de la República Argentina.

El Gobierno finalmente presentó su paquete de “medidas que garantizan divisas para la recuperación económica”, que derivó en un endurecimiento del cepo, y en un nuevo “dólar solidario e impositivo”, y en la práctica en el pago de una divisa un 65% más cara que la cotización oficial para los ahorristas.

La decisión del Gobierno, que depende en parte del Banco Central (BCRA), y en parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), tuvo consecuencias inmediatas, pero también advierten sobre posibles efectos a largo plazo. La compra venta de bienes durables e inmuebles será una de las más afectadas, con cada devaluación, pero los efectos podrían trasladarse a todos los sectores de la economía. Para el sector agroexportador, el panorama tampoco resulta muy alentador.

Con todo esto, los ahorristas se enfrentan a un dólar que cuesta más de $ 130 (aunque a fin de cada año pueden solicitar el reintegro de un 35% sobre el valor de venta a "valor histórico), los exportadores a uno que pueden liquidar en no mucho más de $ 75, y el mercado inmobiliario, o de los autos usados, a un dólar “celeste” o “blue”, en alrededor de $ 140.

Sector exportador

Las dificultades que se desprenden de las nuevas restricciones cambiarias fueron advertidas por la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), que agrupa en la Argentina a la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), a las Confederaciones Rurales Argentinas, a la Federación Agraria y a la Sociedad Rural.

“La experiencia histórica nos demuestra que, cada vez que existieron restricciones cambiarias a las importaciones, como las que se anunciaron en estos días, los precios de los insumos estratégicos aumentaron en dólares, impulsándonos a tener que pagar dichos insumos más caros que los productores de otros países; perdiendo competitividad en un momento en el que contexto internacional será notablemente más competitivo y restrictivo”, advirtieron.

Además, consideraron que “la confianza y la previsibilidad son condiciones necesarias para la inversión”, y, por el contrario, las medidas publicadas en el Boletín Oficial “crean nuevas limitaciones”, que “limitan la posibilidad de poder contar con el financiamiento adecuado que se requiere para concretar las operaciones de comercio exterior, a través de la prefinanciación de exportaciones”.

Desde el sector industrial, igualmente, el empresario Julio Totero, vicepresidente de Asinmet, explicó que “estas cosas traen más incertidumbre, sobre la que ya hay en términos generales”, y se genera una expectativa de alza sobre el dólar. “Los importadores que no puedan conseguir dólares en el mercado oficial irán al paralelo a buscarlos, y eso va a significar un alza en los precios. Este tipo de medidas generan más problemas que los que ya tenemos”, lamentó.

Además, explicó que las empresas que ya hoy tienen contratos dolarizados están perdiendo dinero debido a que “los costos van subiendo, y no sólo por el valor oficial, sino a precio dólar más un porcentaje que el importador de los insumos considera necesario para ingresar la mercadería”.

El titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, planteó un panorama más amplio, y es el que tiene que ver con la expectativa de devaluación medida con Rofex (el Mercado a Término de Rosario S.A.), en donde el dólar futuro se negocia en $ 106, contra los $ 76 en que cotiza la divisa en el mercado oficial para el segmento comprador.

“En un país con una expectativa de inflación del orden del 40% no es un número exagerado, pero no deja de ser un número importante. Mientras no se descomprima eso, actúa como un incentivo a retener. No quiere decir que los productores lo harán necesariamente, ya que hay otras situaciones en el medio (ciclo productivo, etc.), pero es algo que debería mirarse para evitar incentivos a la demora en la liquidación”, cerró Iannizzotto.

Panorama internacional

“Hay riesgo de que esto cambie las cosas para los exportadores de Argentina. Lo primero que hay que evaluar es en qué condición quedan las empresas del exterior que tienen compromisos asumidos, y que pueden tener dificultades para acceder a los dólares que requieren para cumplirlos”, evaluó Marcelo Elizondo, experto en Negocios y Economía Internacional.

Es que, aunque en principio, las empresas importadoras y exportadoras seguirán manejándose con el dólar cercano a los $ 76 (tipo de cambio mayorista), el Banco Central acompañó el nuevo cepo con “lineamientos y bases para la reestructuración de deudas financieras del sector privado en moneda externa”.

Según el mismo, solicitó a las empresas “iniciar un proceso de renegociación de sus respectivos pasivos externos, que permita acomodar su perfil de vencimientos a las pautas requeridas para el normal funcionamiento del mercado de cambios”.

Así, de acuerdo con el analista, “tener que depender de que el Banco Central autorice la obtención de esos dólares puede afectar la calificación de las empresas y, hacia adelante, complicar el acceso a un nuevo financiamiento, por la caída de la calificación de Argentina”.

Además, Elizondo advirtió que la “consolidación de una brecha cambiaria, por la que el exportador es el único que vende sus dólares en 75 pesos, mientras que para los demás supera los $ 130, resulta un desaliento a las exportaciones”.

La medida fue tomada pensando en la defensa de los dólares que tiene en reserva hoy el Banco Central, pero esta medida afecta la película de hoy en adelante. Fue hecha ante el aturdimiento que produce el goteo. El Gobierno estaba buscando la manera de frenar la salida de dólares que se produce por los ahorristas, por el pago de importaciones, y por el pago de financiamientos en el exterior. El Gobierno postergó sus vencimientos de deuda y llamó a las empresas a hacer lo mismo”, agregó el analista, y agregó que con esto “el Gobierno da por sentado que su relación con los mercados no puede ser buena”.

El Gobierno evitó entrar en default, luego de un canje de deuda exitoso, y se esperaba que esto abriera una puerta para las empresas argentinas que quisieran emitir Obligaciones Negociables (ON) en busca de financiamiento externo, pero con una pérdida de confianza del mercado externo sobre el país, esta posibilidad tiende a diluirse.

“Las propias empresas podrían tener miedo de solicitar financiamientos si luego van a estar limitados por el Banco Central. Estas restricciones son hasta el 31 de diciembre, pero está claro que estas medidas suelen renovarse. El costo para la emisión de Obligaciones Negociables también va a ser muy alto, porque ¿quién va a querer comprar una empresa de la Argentina si luego ésta puede tener problemas para que el Banco Central le venda los dólares necesarios para cumplir con sus obligaciones?”, cerró el analista.

Perspectivas para los ahorristas

Hasta el martes 15 de setiembre a la noche, cuando se conocieron las nuevas imposiciones sobre el dólar, los economistas coincidían en que “el dólar estaba barato”, y alentaban a aprovechar el cupo mensual, como primera medida para resguardarse en moneda dura. El cupo mensual costaba alrededor de $ 20.000 (U$S 200), mientras que en el paralelo la divisa tenía un precio de compra de $ 127, lo que implicaba ganancias superiores a los $ 5.000 para quienes decidían pasar de un mercado a otro sin mayores demoras (operación que, aunque ilegal, muy usada).

Este mecanismo destinado a “estirar el sueldo”, y no al ahorro, dejó de convenir, pero para quienes quieran guardar dinero, la compra de dólares sigue siendo una opción, por más que la doble imposición (65% sobre el precio de venta), haya elevado el costo mensual.

Pero si la intención es obtener rendimientos, el economista José Vargas, titular de Evaluecon señaló que “las opciones no han variado considerablemente. Siguen estando los plazos fijos tradicionales para los ahorristas más conservadores, con una tasa anual del 33% en pesos, aunque el Central (BCRA) evalúa llevarla al 40%; las otras alternativas de plazos fijos, son la que se ajusta por CER (en UVAs, o que se mueve al ritmo de la inflación), y la del dólar linked (atada a la evolución del dólar oficial)”.

El economista también señaló que existen alternativas viables como resulta ser la de integrar un Fondo Común de Inversión, algo menos riesgoso que adquirir títulos (bonos o acciones). “Hay carteras con bonos de canje que tienen muy buena cotización, aunque en las últimas horas, producto del recargo del 35% a cuenta de Ganancias (que se sumó al 30% del impuesto País), modificó un poco el contexto de estos bonos, pero siguen siendo interesantes”, comentó.

Además, por fuera de los instrumentos monetarios, Vargas consideró que el mercado inmobiliario podría ofrecer oportunidades a quienes busquen un resguardo para sus ahorros. “Muchas propiedades van a bajar sus precios en dólares, teniendo en cuenta que creció considerablemente la cantidad de pesos necesarios para adquirir cada dólar”, dijo.

El titular de Evaluecon señaló que todavía hay alternativas para los ahorristas, “menos que antes, pero hay que ser astutos a la hora de buscarlas, porque las opciones se van achicando”.

De igual manera, el economista y master en Business Administration, Daniel Garro (Value International Group), también se refirió al llamado “dólar bolsa”, porque los anuncios gubernamentales generaron una situación circunstancial, y fue un cambio en la escala entre las cotizaciones paralelas: “los dólares bolsa quedaron por debajo del blue”.

“En algún momento, el Contado con Liqui, y el dólar bolsa, van a quedar por encima, y van a volver a situarse en medio del blue y el turista”, señaló y agregó que el Banco Central tiene algunas posibilidades de intervenir con nuevos títulos, pero van a ser de corto plazo, porque “la abultada presión tributaria, y el gasto público financiado con emisión, van a volver a posicionar los dólares en la escala habitual: el blue por encima de todos, y el Contado con Liquidación y el Dólar Bolsa, por debajo”.

“Quienes tengan chances de comprar dólares bolsa, deberían hacerlo, porque están inusualmente baratos. Son una buena opción para los ahorristas, para hacer cobertura, para resguardar el dinero”, concluyó.

El precio de las propiedades

Como señaló Vargas, el mercado inmobiliario espera un reacomodamiento de los precios, en base a las posibilidades reales que tiene el mercado de acceder a dólares con los que financiar la compra de propiedades.

El corredor inmobiliario Santiago Debé, propietario de la firma que lleva su nombre, señaló que esto ha ocurrido con cada devaluación grande que se haya vivido en Argentina, y se vio también en las más recientes. “En 2018 el dólar rondaba los $ 20. Para el año siguiente ya había duplicado su valor, y ahora supera los $ 130, y con un salto tan grande en dos años, bajan los precios de las propiedades, para que se puedan vender”, explicó.

Debé consideró que "toda política monetaria que cambia continuamente, impide la inversión, y las idas y vueltas muestran que no existe una planificación ordenada, por lo que la gente busca refugiarse en dólares, y quienes tienen la posibilidad de invertir un poco más, buscan poner “los huevos en diferentes canastas”, y acuden al sector inmobiliario, o de bienes durables.

“Los propietarios de casas valuadas entre 3,5 millones y 4 millones de pesos, se mantienen, pero de ahí en más las propiedades se valúan en dólares, y los precios tienden a bajar para adaptarse al mercado. Por eso, en los últimos dos años, las propiedades han bajado un 40% en dólares”, indicó Debé.

El empresario señaló que, hasta el miércoles a la tarde, podía comprarse un departamento céntrico por entre 40 mil y 50 mil dólares (de una sola habitación), o entre 70 mil dólares y 80 mil dólares, para unidades más grandes, o con cochera. “El precio es hasta el día anterior a los anuncios. Ahora habrá que ver cómo se reacomodan”, cerró.

Cupo reducido y “pago a cuenta”

Otro efecto de la nueva política monetaria, es la reducción del cupo mensual, ya que, aunque éste sigue estando en U$S 200, todos los consumos en dólares con tarjeta de crédito y débito tienden a reducirlo, a lo que suma todas las restricciones para adquirirlo.

Así, el pago de cualquier servicio de streaming como puede ser Netflix (a partir de las nuevas disposiciones éste paga un 8% por el impuesto País, y un 35% por Ganancias), se descuenta del cupo. De igual manera, cualquier compra en páginas como Amazon, o eBay, en dólares, se descuentan de los U$S 200 mensuales. No habrá tope al consumo con tarjetas (débito y crédito), pero cuando los gastos mensuales superen el cupo, absorben el de los meses subsiguientes.

Sin embargo, el pago de este 35% adicional, por ser “a cuenta de Ganancias” o sobre “Bienes Personales”, puede recuperarse “una vez finalizado el año calendario en el cual se efectuó la percepción”.

Quienes no se encuentren categorizados dentro de los contribuyentes que deben pagar dichos impuestos, y por lo tanto, no existan posibilidades de tomar esos pagos “a cuenta”, deberán iniciar trámites en la AFIP (generar una Clave Fiscal, e informar al ente de recaudación un número de CBU a su nombre), para luego ingresar al micrositio que se habilitará en www.afip.gob.ar, y seleccionar las percepciones que se hubieran efectuado durante el año, además de ingresar los comprobantes para que se reconozca lo que no se hubiere computado (subir los comprobantes, extractos bancarios, resúmenes de la tarjeta, etc.).

Al respecto, el tributarista Carlos Schestakow explicó que, se tratará de una “devolución histórica”, es decir que a fin de año la devolución se hará en pesos, sin ninguna actualización (ni por inflación, ni por la evolución del dólar).

“Es posible que quienes hasta ahora no presentaban declaraciones ante AFIP, tampoco soliciten la devolución de este pago a cuenta, aunque sería lo que corresponde, pero no debería ser muy complicado sino una cuestión de aplicativos. Y quienes ya están habituados a esto, cuando presenten la declaración jurada el año que viene, van a restarle al impuesto a pagar, las retenciones, menos esto”, cerró.

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