La Inteligencia Artificial (IA) ha irrumpido en múltiples aspectos de nuestras vidas, y el ámbito laboral no es una excepción. En la actualidad, la IA se ha convertido en una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia y productividad en los trabajos, impulsando a su vez el desarrollo de marcas personales y el trabajo en equipo.
En este contexto, la IA juega un papel clave en la automatización de tareas rutinarias y repetitivas, permitiendo que los profesionales puedan enfocarse en labores más estratégicas y creativas. Por este motivo se dedicó en el Ciclo Pilares para el desarrollo sustentable de la región sobre Innovación y Talento, un espacio para analizar “Marca personal, equipos y espacios adaptados”, bloque moderado por la periodista de Economía, Bárbara del Pópolo.
La creación de una marca personal
Esta herramienta puede servir para creación de marcas personales, como es el caso de Bárbara Sanz, licenciada en Comunicación Social y especializada en Comunicación Estratégica, certificada en Marketing Digital, además es creadora de contenidos, moderadora y analista de Marketing.
“La Inteligencia Artificial con la marca persona tiene mucho que ver porque nosotros tenemos herramientas como la más popular de ahora que es el Chat GPT, con sus nuevas versiones, con las que uno puede agilizar procesos, optimizar espacios de trabajo y más que nada optimizar tu tiempo, enfocarte en lo que tenés que enfocarte y no en procesos operativos”, describió Sanz.
La comunicadora especificó que la IA te reduce un 25% del horario de trabajo y “ese 25% lo podrías estar utilizando o en otros ámbitos de tu vida”, apuntó y consideró que “viene a ocupar en nuestras vidas en un espacio más operativo”.
Esta optimización del tiempo se traduce también en dinero, ya que con varias herramientas digitales y gracias a la IA se pueden crear piezas gráficas, copys y demás archivos que acompañen a una marca o empresa.
“Pienso que hay un gran desafío, no sé si tanto de las corporaciones, pero sí de las personas que tenemos la responsabilidad de trabajar la comunicación de estas herramientas, de entender que mientras podamos personalizar el contenido, demostrar algo que nos interese, de permitirnos, de atendernos o trabajar de una manera más optimizada también podemos controlar lo que vemos y no vemos en el algoritmo”, agregó.
Los equipos y su metodología
Por su parte, el coach de equipos, consultor, instructor en Acros Training y profesor de la UNCuyo, José Alberto Marengo -haciendo alusión a lo que Bárbara Sanz comentaba de la marca personal- comentó: “El desafío de que esa marca es que tenga una reputación que se pueda sostener en el tiempo. Esa reputación a veces tiene que ver con qué tan buenos jugadores de equipo somos hoy en día”.
Desde su punto de vista, “cada vez que las personas intentamos reunirnos para hacer algo hay dos requerimientos que son fundamentales y opuestos: por un lado, la necesidad de divivir el trabajo para hacerlo más efectivo y, por otro lado, la necesidad de coordinarnos”. Y detalló que entre las diferentes formas de coordinarnos. Desde tiempos inmemoriales, los homo sapiens, hemos utilizado la comunicación informática.
Para este coach de equipos de trabajo es muy importate que nos entrenemos como jugadores de equipo y no solamente ver cómo funciona el mismo, es decir, que cada uno pueda ver qué le puede aportar al equipo.
Marengo observa tres tres elementos principales que deben tener quienes integran un equipo. “El primero podríamos llamarlo motivación de logro o podríamos decir hambre. En algún punto es ¿cuánto quiero ganar? ¿Cuánto quiero que las cosas salgan? Y es importante que alguien en el equipo tenga este ímpetu, que todos lo tengamos al menos aprobado con la mínima, como para poder orientarnos a los resultados”, explicó.
Sin embargo, advirtió, que ese hambre solo se lleva puesto al resto de las personas y te convierte en alguien egoísta. “Por ejemplo, podría utilizar una herramienta buenísima como puede ser la inteligencia artificial para la competencia desleal, para hacer algo por detrás sin informarle al equipo y llevarse toda la gloria”, graficó.
Para contrarrestar eso, destacó el segundo y el tercer elemento: humildad e inteligencia emocional, respectivamente. “Ambas hoy podrían concebirse como mi capacidad para asumir riesgos emocionales, ponerme vulnerable y en algún punto predecir que los demás pueden confiar en mí”, señaló.
Nuevos espacios y los lazos en el trabajo
A raíz de la importancia de la humildad dentro de los equipos y de trabajar en pos del bien de todos a la moderadora Bárbara del Pópolo le surgió la incognita si es necesario encontrarse con un otro para generar este tipo de teams teniendo en cuenta lo que paso durante la pandemia.
“Conozco equipos que jamás se han visto en persona y son equipos excelentes porque al final el predictor de ese funcionamiento en el equipo es la confianza. Vernos en la oficina todos los días puede fomentar esa confianza, por supuesto, también podría fomentar la desconfianza si estoy vulnerable y vengo a la oficina a no hacer amigos. Una frase que suele escucharse, ¿no? No vengo al trabajo a hacer amigos. Entonces, a partir de ahí, está bueno ver que trabajar en equipo pasa a ser un elemento fundamental que se representa en la comunidad ciudadana”, comentó José.
Desde el punto de vista de los espacios, Federico Daffra -ingeniero industrial, emprendedor, desarrollador de un coworking- dio su perspectiva: “La pandemia, que cambió todo con la forma de trabajar, parecía que iba a ser algo apocalíptico para la oficina y que la gente no iba a volver nunca. Hay algunas empresas que pudieron hacer el cambio al full remoto, pero hoy es más un híbrido, la gente está volviendo a la oficina por distintos motivos”.
Este espacio llegó a la vida del emprendedor cuando residía en Estados Unidos, conoció el formato tras trabajar online desde su casa y cuando volvió a Mendoza no encontró algo parecido, así que decidió crearlo. Estos lugares facilitan la colaboración entre trabajadores que no necesariamente tienen que ser de la misma empresa o rubro. Hay espacios compartidos y otras salas más destinadas a reuniones privadas.
“Casi toda la gente sigue eligiendo la oficina, no todo el tiempo; en realidad, lo hacen de manera híbrida, pero también quieren estar en contacto con gente, las reuniones creativas son mucho más creativas. Así que bueno, eso es un poco de la realidad de los grupos. Definitivamente, tenés mucha más posibilidad de conocer a alguien para trabajar en conjunto como cliente o como proveedor por algún servicio de necesidad en un espacio así porque estás con la gente y en este tipo de espacios se fomenta que se genere esa conexión”, cerró su idea.