Con el último incremento de los precios de los combustibles establecido por las compañías petroleras, el costo por litro de nafta súper de YPF alcanzó los $755 en Mendoza lo que equivale a US$0,89 y el gasoil quedó en $826 o US$0,97, ambos medidos con la cotización del dólar oficial.
En la industria se prevé que, a pesar de los avances logrados en la recuperación del precio relativo, los ajustes no han concluido, sin embargo también hay voces que consideran que el combustible en Argentina está encontrando un equilibrio y en el tintero no tendrían que quedar grandes reajustes, salvo los movimientos por la inflación, aumentos en el barril de petróleo o la retrasada actualización impositiva, que es un verdadero dolor de cabeza porque lleva alrededor de 2 años planchado.
En el comienzo de 2024, el precio promedio de la nafta a nivel mundial (con un octanaje de 95) se sitúa en aproximadamente US$1.30 por litro, según revelan datos del rastreador Global Petrol Prices.
Con los últimos aumentos que aplicaron las petroleras en el país, los valores del combustible se aproximaron al promedio mundial y además regional, abandonaron el último peldaño como los más baratos del mercado, pero, todavía son inferiores a las tarifas vigentes en vecinos como Brasil, Chile y Uruguay.
Igualmente se puede hacer dos lecturas, teniendo en cuenta los múltiples tipos de cambio que hay en el mercado cambiario.
Si se toma como referencia el dólar oficial, a una cotización promedio de $848 por dólar, el valor de los distintos tipos de combustible (YPF) en Mendoza quedan en: super US$ 0.89, Infinia nafta US$1.07, gasoil US$0.975 y Infinia diesel US$1.14.
Estos valores colocan a la Argentina en el mercado de las naftas debajo de Uruguay US$1.93, Chile US$1.44, Perú US$1.32, Brasil US$1.15.
Por otro lado se dejó de tener el combustible más barato de la región: ahora supera a Venezuela 0.035, Bolivia 0.54, Ecuador 0.63 y Paraguay 0.84.
En el mercado del diesel, el país está por debajo de Uruguay, que sigue en la cima con US$1.47, Brasil 1.2 y Chile 1.18, entre otros.
Ahora la comparación cambia rotundamente si los precios del combustible se miden según un tipo de cambio libre, y al que se puede acceder realmente, como es el caso del dólar Contado con Liquidación (CCL).
Al realizar la conversión de pesos a dólares, los valores de las naftas y el gasoil caen rotundamente, entre 25 y 30 centavos de dólar, para ubicarse en: super US$ 0.65, Infinia nafta 0,79, gasoil 0.72 e Infina diesel 0.84.
Está el equilibrio o no
El gobierno de Alberto Fernández, sobre todo durante la campaña presidencial del ministro-candidato Sergio Massa, mantuvo pisado el valor de los combustibles con un congelamiento de varios meses, la misma política que aplicó con otros productos.
Tras segunda vuelta electoral, con el triunfo de Javier Milei y la derrota del oficialismo, tanto la nafta como el gasoil iniciaron una escalada que ya acumula un ajuste que ronda el 100% desde el 23 de octubre, el día después del balotaje.
La suba se aceleró en medio la transición, el cambio de Gobierno y después la desregulación de los precios de distintos rubros.
Para quienes forman parte del mundo del petróleo y los combustibles “no es tan fácil determinar un precio de equilibrio o el valor ideal de la nafta” y ponen en consideración las variables que pueden influir como el precio del barril de crudo, que en Argentina pretenden desterrar el conocido como “barril criollo” y tomar de referencia el valor internacional (el Brent o WTI).
Por otra parte aparece la situación impositiva, alrededor del 55% del valor del combustible en el surtidor, y específicamente el impuesto a los Combustibles Líquidos que hace 8 trimestres que no se actualiza.
Tampoco hay que olvidarse de la “conciliación entre la oferta y la demanda”
“No es tan fácil establecer un precio, hay que conciliar las distintas variables que influyen, hasta que cotización del dólar tomás como referencia. Igualmente creo que la mayor parte del camino de recomposición del precio ya se ha transitado y en todo caso puede quedar un remanente que dependerá de todas las variables impositivas, cambiarias, la oferta y demanda, entre otras”, comentó un estacionero mendocino.
Si bien nadie quiere emitir un juicio terminal sobre sobre el precio “justo” del combustible, si se atreven a mencionar que “estamos en los números correctos, siempre y cuando en la medida en que no se mueva el dólar o el barril de crudo, esto serían los precios, que puedan fluctuar para arriba o para abajo un poquito pero estaríamos dentro de todo en una paridad lógica”, dijo un estacionero del sur mendocino.
Pese a venir de una época estacional como diciembre con las fiestas, y el comienzo de las vacaciones de verano, los estacioneros marcaron que las ventas se cayeron entre un 15% y 20% y en algunos casos, aún más, por lo que los estacioneros coincidieron en que “las petroleras también están viendo que se ha caído muchísimo la venta, entonces definitivamente no da para para seguir aplicando aumentos como los que tuvimos”, agregó el estacionero.
Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, en declaración que citó Télam, reconoció que era esperable que los valores se actualicen luego del estancamiento en que estuvieron sumidos a lo largo del 2023, pero en su opinión “eso ya ocurrió en diciembre y con el último aumento de ese mes desapareció ese atraso que había en el precio, y ahora apareció este otro aumento que tendrá que ver con algunas de las variables que manejan las refinerías, como tipo de cambio, valor del crudo”.
Para Castellanos “el costo razonable sería el costo de elaboración del producto más la rentabilidad lógica de las refinerías” mientras que “relacionar el precio de la nafta con el dólar parece tirado de los pelos porque cada país tiene su carga impositiva, costos de elaboración y algunos tienen que importar todo”.
Por último, mencionó “los impuestos que gravan los combustibles por Ley se tienen que ajustar cada tres meses, según el costo de vida, y eso no ocurre hace dos años, y en algún momento va a haber que recuperar ese valor de los impuestos”. La fecha para ello “sería el 1 de febrero, a no ser que se prorrogue nuevamente, y el impacto sobre el precio de venta va a ser también de 25% o 28%”, anticipó.
Desde el ámbito sindical, vinculado al petróleo, también consideran que los precios actual encontraron un equilibrio razonable y “lo cierto es que si el dólar se mueve y la nafta va a subir, como pasa en otros lados. El problema nuestro no es que el combustible esté caro, sino que no nos alcanza lo que ganamos para pagarlo”, afirmó un gremialista.
“Nosotros siempre estuvimos por debajo desde los valores que se manejaban a nivel internacional, entonces lo que se está haciendo es equiparar los precios para que seamos competitivos, es más estábamos comprando combustible afuera, más caro que lo que después lo vendemos adentro”, expresó.
Para redondear su idea, el sindicalista consideró que el precio “se va a estabilizar y además no va a haber desabastecimiento, las petroleras van a trabajar normalmente y no van a tener necesidad de pesar en sacar el combustible afuera”.