Desde fines de abril, la escasez de gasoil ha tenido como principales protagonistas a vehículos particulares y a camiones de traslado que debían recorrer varias estaciones de servicio o esperar horas hasta tener el combustible. Sin embargo, poco a poco se han ido sumando otros actores y ahora también se ve con fuerza la preocupación de asociaciones productivas y de comerciantes, con temas como las cadenas de suministros.
Incluso, el jueves de la semana pasada, el flamante secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Hang (reemplazante de Roberto Feletti), tenía una reunión pautada con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) para trabajar sobre el programa +Precios Cuidados. Sin embargo, el tema del gasoil se coló en la reunión y el titular de Comercio Interior ratificó que el Gobierno Nacional iba a importar más gasoil para garantizar el abastecimiento.
Carlos Messina, tesorero de Aprocam (Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza), afirmó que el tema sigue complicado a nivel país. “Puede verse a lo mejor un poco reducido estos días algo del consumo en Mendoza debido al corte del paso a Chile, que no ha permitido el retorno de camiones, pero por lo demás la situación hasta ahora no ha cambiado mucho”, opinó Messina.
A una semana de que el jefe de gabinete, Juan Manzur, anunciara más importaciones, la escasez persiste y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) retomó sus reclamos. La entidad, presidida por el mendocino Carlos Iannizzotto, emitió ayer un comunicado y afirmó que “la escasez de gasoil obedece principalmente, aunque no solamente, a la falta de producción dada por escasez de incentivos, restricciones regulativas y desaliento a la inversión, y consecuentemente a la necesidad de importación”.
Dentro de los efectos colaterales que señaló Coninagro, están la dificultad para el funcionamiento pleno de las cadenas agrícolas (“que generan 1 de cada 4 pesos que produce el país”) y el corte en el transporte de todos los productos con una desaceleración de la actividad económica. El problema de abastecimiento genera un efecto inmediato, la escasez, y un efecto mediano, el diferimiento de decisiones económicas por incertidumbre.
Temor a especulación
Los supermercadistas consultados descartaron cualquier riesgo de desabastecimiento, ya que tienen un amplio stock de productos y de todas formas continúan recibiendo productos esenciales. Puede haber alguna demora, pero es mínima y se soluciona al poco tiempo. De todos modos, la preocupación va por la incertidumbre sobre si el problema se prolonga a largo plazo y porque esto sirva de excusa para aumentar sus costos.
En el caso de Kevin Morgan, socio del supermercado Súper Simple, afirmó haber escuchado “comentarios de que van a aumentar los precios, ya sea aduciendo que falta mercadería o por el combustible”. En ese sentido, espera que el costo de las empresas de transporte por tener a su personal con menor movimiento no se traslade al valor del transporte.
“Lamentablemente en Argentina hay mucha especulación, espero que no pase como con la harina subsidiada, que se le hizo tanta publicidad y al final no llegó a comercios chicos ni a panaderías de barrio”, afirmó Morgan. En Súper Simple, tienen rotación de stock de productos no peredeceros y limpieza cada 15 o 20 días, mientras que los alimentos perecederos rotan cada semana. “Esta semana no hubo problemas, la duda es si aumentan los precios la semana que viene”, afirmó.
A fines de la semana pasada, Rubén David, gerente del mayorista Oscar David, expresaba su preocupación por posibles demoras si no se solucionaba la escasez de combustible. Al volver a consultarle, respondió: “Sigue todo igual. Estamos esperando que solucionen el tema del gasoil. Si no, se nos va a complicar, cada día se complica un poquito más”.
En opinión de David, es necesario ir analizando la situación en todo momento, porque en un momento hay combustible y luego regresan las largas filas. “Quizás hoy te digo que es un desastre y mañana se soluciona el tema de la carga de gasoil, estamos en el día a día”, comentó el gerente de Oscar David.
El efecto de las fronteras
Una de las causas que se señala en la falta del gasoil, especialmente en provincias del NOA o del noreste argentino, es que muchos camiones provenientes de países limítrofes cruzan la frontera y llenan el tanque del lado argentino. Esto es porque el gasoil cuesta cerca de la mitad en este lado, un negocio aún más conveniente si los extranjeros cambian dólares en el mercado paralelo.
¿Ese dinámica también ocurre en Mendoza, que limita con Chile? Carlos Messina, tesorero de Aprocam, explicó que no tendría sentido que un chileno que vive en la comuna de Los Andes recorra 160 kilómetros en 3 horas para llegar a Uspallata, cargar el tanque y volverse a su casa (en total, 320 km y 6 horas, sin contar demoras en aduana). No sería rentable por una cuestión de distancia.
Sin embargo, Messina aclaró que sí aprovechan el combustible barato aquellos camiones que cruzan por Argentina, por ejemplo, un transporte que sale de Uruguay, cruza el país y llega a Chile. “El camión sale con la dotación justa para llegar a Argentina, recarga en nuestro país con un gasoil más barato y sigue su camino”, explicó Messina.
Además, el tesorero de Aprocam explicó que no todos los camiones pueden cruzar, sino que necesitan de un permiso internacional: “No es tan sencillo, no es que cruce cualquier camión como puede pasar con los vehículos particulares. Por eso digo, puede aprovecharlo un camión de transporte que ya haga un viaje, pero no creo que uno viaje a Mendoza solo para esto”.