Cómo hizo una olivícola mendocina para convertirse en la mejor del mundo en sólo cinco años

El caso único de Laur se presenta como una excepción en una industria muy golpeada en las últimas décadas. Las claves del éxito y las posibilidades de mantenerlo.

Cómo hizo una olivícola mendocina para convertirse en la mejor del mundo en sólo cinco años
Laur se convirtió en la primera olivícola ubicada fuera de Europa en encabezar el ranking de las 100 mejores del mundo. - Gentileza

Olivícola Laur hizo historia al colocarse en el primer puesto del EVOO World Ranking (Ranking Mundial de AOVE) 2021. No solo por ser la primera ubicada fuera de Europa en lograr ese reconocimiento, sino porque lo logró en apenas cinco años de trabajo y en un contexto provincial en el que la olivicultura mendocina viene en decadencia.

En el marco de la celebración por ese primer puesto mundial, Los Andes habló con Gabriel Guardia, quien contó cómo lograron esa privilegiada posición en un periodo tan corto de tiempo. Para ser exactos, todo empezó un poco de casualidad en 2015, cuando se presentaron por primera vez a un concurso.

“Hago aceite de oliva desde los 20 años, pero nunca me había presentado a un concurso. por el consejo del ingeniero Castellani me presenté en el Olivinus. Nosotros habíamos hecho algo de revuelo en las ferias locales con algunas cosas distintas, lo que nos permitía que la gente conozca lo que estábamos haciendo”, comenzó relatando el gerente general de olivícola maipucina.

Pero el gran salto fue su primer concurso internacional. “Luego me dijo que teníamos que participar en el concurso de Jerusalén, la cuna del olivo mundial, algo que nos iba a posicionar distintos. Allí nos fue bien, así como también en los concursos de Argentina”, continuó.

Sin saberlo, con esas participaciones lograron la primera aparición en el Ranking Mundial de AOVE con un puesto entre el 60 y el 70. “Ahí me enteré que había un ranking con los mejores 100 del mundo y que se definía por los concursos internacionales en los que se presentan más 700 olivícolas. Nosotros estábamos entre los mejores 100 con un mínimo esfuerzo”, recordó Guardia.

Fue entonces que llegamos al punto de partida oficial. Desde 2016 decidió enfocar todos sus esfuerzos en lograr posicionar a Laur entre los mejores del mundo, sin siquiera soñar con el número uno que alcanzaron este año. “A medida de que iba conociendo concursos iba apostando por uno o por otro, siempre sacando oro. Así empezamos a subir y en pocos años empezamos a pelear puestos con las grandes fábricas de aceite de oliva del mundo”, declaró el enólogo especializado en la elaboración de aceite de oliva.

El gobernador Rodolfo Suárez junto a Marisel Millán y Gabriel Guardia. - Gentileza
El gobernador Rodolfo Suárez junto a Marisel Millán y Gabriel Guardia. - Gentileza

Una escalada sin freno a la cima

La primera gran sorpresa se la llevaron en 2020, cuando quedaron terceros en la lista global. “Eso para nosotros ya era el techo, porque el número uno era Almazaras de La Subbética, que siempre había tenido ese puesto”, reconoció Guardia. Sin embargo, la cosa cambió este año con una muestra de la altísima calidad que tiene el país, ya que con la inscripción en solo 14 de los 30 concursos que hay en el mundo, versus 28 participaciones de la española, logró imponerse en la cima con mejores puntajes en cada uno de los certámenes.

Cuando abrí el ranking y estábamos en el número uno no lo podía creer, incluso pedí corroborarlo porque pensé que estaba mal. No me quería alegrar hasta tener la confirmación el pasado 1 de diciembre porque era mucha alegría, algo que no esperábamos”, contó Gabriel.

Gabriel Guardia, gerente general de Laur. - Gentileza
Gabriel Guardia, gerente general de Laur. - Gentileza

Cómo competir a nivel mundial con una industria en decadencia

Una de las grandes desventajas de la industria aceitera mendocina es que desde hace décadas experimenta un proceso de retracción que parece difícil de detener. Incluso, con la pérdida del 50% de los olivares en diez años. Más allá de eso, una empresa como Laur ha logrado imponerse y escalar posiciones en el último lustro, hasta llegar a la cima mundial.

“Yo alcancé a vivir las épocas de oro de la olivicultura mendocina, cuando éramos los más grandes de Argentina. Pero hoy estamos en decadencia. Irónicamente, se contrapone a una calidad absoluta. De nuestras plantas salen cosas que no hay en el mundo”, dijo Gabriel Guardia.

Para tomar dimensión de la caída de Mendoza en la producción, hoy la empresa no puede lograr altos volúmenes con los olivares que tienen plantado. Así, la alta gama de la olivícola sale de Mendoza, pero para sus líneas medias y de entrada de gama compran aceituna en San Juan. “Ellos han sabido cuidar y crecer en la olivicultura, lo mismo que La Rioja. Ya llegará el momento de Mendoza, porque nosotros tenemos el terroir exacto para hacer lo que hacemos”, dijo.

El olivar que tenemos en la provincia ya no representa una producción industrial”, declaró. En consecuencia, explicó que para poder recuperar la competitividad es necesario imitar modelos productivos como el de San Juan. “Se eligió una zona para plantar, hubo ayudas gubernamentales y grandes inversiones. Con un mínimo de apoyo podríamos recuperar la olivicultura. Más con empresas como Millán que vuelcan toda la inversión en la provincia”, enumeró.

Rodolfo Suarez distinguió a Laur por su aporte a la olivicultura de Mendoza. - Gentileza
Rodolfo Suarez distinguió a Laur por su aporte a la olivicultura de Mendoza. - Gentileza

¿Por qué Laur llegó al número uno del mundo?

Más allá de ese contexto desfavorable, el triunfo está sobre la mesa. ¿Cuál es la clave del éxito en el mundo? Para el gerente general de Olivícola Laur la respuesta está en el Arauco, un varietal único en el mundo que logra distinguir a Argentina. “Es mágico. No existe en otro lugar del mundo. Es un clon que se creó aquí hace cientos de años a partir de las misiones Jesuitas. Se cree que nació de las variedades picual y una variedad ‘X’ traída desde España para las misiones. Da muy poco aceite, pero de altísima calidad”, argumentó.

“Todo lo que hemos logrado es en búsqueda de una toma de consciencia. No estábamos buscando el puesto número uno, sino que queríamos detener la tala de olivos y recuperar la olivicultura argentina. Hoy, con el apoyo de figuras políticas de diferentes partidos y el acompañamiento de artistas, tenemos la esperanza de poder recuperarla”, destacó Guardia.

Los olivos de Laur. - Gentileza
Los olivos de Laur. - Gentileza

¿Un logro irrepetible?

Tan importante ha sido el logro de Laur, que para Gabriel Guardia esto es irrepetible. No porque ponga en duda la calidad del aceite que elabora, sino por la ferocidad de la competencia a la que se enfrenta.

“Si yo fuera el ganador histórico del ranking como lo ha sido Almazaras de La Subbética, si el año siguiente no lo recupero echo a todos mis empleados”, lanzó entre risas. Pero más allá de la broma, Guardia explicó que la empresa cuenta con un poderío que les permitiría ampliar su participación en los concursos, en búsqueda de mejores resultados que los ubiquen nuevamente en número uno.

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