El salario promedio neto de los mendocinos alcanzó en agosto los $ 40.575, de acuerdo a estimaciones privadas realizadas en base a estadísticas publicadas por el Gobierno Nacional. Ese valor se ubica apenas $ 403,96 por encima de la Canasta Básica Total (CBT) de ese mes y $ 776,86 por debajo de la CBT de setiembre.
Desde el inicio de la pandemia el salario fue perdiendo poder adquisitivo y, en contrapartida, la canasta básica para una familia de cuatro integrantes aumentó considerablemente. A la fecha, la CBT cuesta $ 41.352 lo que implica un incremento del 16,5% respecto a febrero. Los ingresos promedio o no alcanzan, o igualan al conjunto de bienes y servicios imprescindibles para no ser considerados pobres.
En el total de Argentina, el salario real cayó 5,3% en los últimos seis meses, de acuerdo con los datos que publicó el Indec. En tanto que, en la comparación interanual, la contracción del salario fue de 6,2%, según los datos del Indec, que se desprenden del Informe de Salarios correspondientes a agosto. Durante ese mes, los sueldos mostraron una mejora nominal de 2%, frente a una inflación que ese período alcanzó el 2,7%.
¿Cuánto cobran los mendocinos?
En Mendoza, de acuerdo con las estimaciones del economista de la Fundación Mediterránea-Ieral, Jorge Day, el salario privado de un trabajador mendocino (sin tener en cuenta el aguinaldo, ni otras percepciones), en agosto alcanzó los $ 48.886 brutos. Este valor fue calculado en base a las cifras del Ministerio de Trabajo, que están actualizadas hasta junio de este año. Si a esos salarios se les quita un 17% en concepto de percepciones, los valores se reducen a $ 40.575. En tanto, en agosto la línea de la pobreza se ubicó en los $ 40.175 y en septiembre, subió a $ 41.352.
Por otro lado, según las mediciones de Evaluecon, el salario mendocino está en el orden de los $ 55.000 para el sector privado, y si se suma al sector público y al informal, el mismo rondaría los $ 42.000. Así, de acuerdo con los datos brindados por José Vargas, titular de la consultora, “el salario alcanza a cubrir mínimamente los costos básicos de la vida”.
“Se cubre con lo justo la canasta básica, ya sea la de la provincia o la del Indec ($ 47.215), o incluso la de Evaluecon, que ronda los $ 47.000. Estamos hablando de canastas básicas totales. Es lo que necesita una familia compuesta por dos adultos y dos niños en edad escolar para los 30 días del mes. Cualquier familia con un requerimiento especial ya no podría cubrirlo, y si se agregan gastos de esparcimiento, turismo o de telefonía celular (en promedio hay de tres a cuatro celulares por familia), todos esos gastos no se podrían cubrir”, señaló el economista.
Asimismo, Vargas destacó que el “patrón de consumo de las familias ha cambiado por la pandemia, y algunos precios se están reacomodando, producto de la inestabilidad del dólar”, por lo que las familias ven cómo, sin un aumento, los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo.
“Hay que aclarar que estamos hablando de salarios brutos, no de salarios netos”, señaló Vargas, por lo que, con las deducciones, el promedio rondaría los $ 45.650 (de $ 55.000) para el sector privado y los $ 34.860 en promedio, teniendo en cuenta los ingresos de los privados, públicos e informales en la provincia.
Aumenta el desempleo
De acuerdo con la titular de Gestión Consultores, Paula Pía Ariet, los salarios vienen perdiendo contra la inflación. “Hubo pocas paritarias, y para quienes tuvieron, la suba fue menor al avance del IPC”, indicó,
“Las familias ven que hay una pérdida del poder adquisitivo, es decir que ante los mismos gastos necesitan más ingresos. Esto lleva a que busque aumentar sus ganancias y como no hay generación de trabajo, crece la tasa de desempleo”, explicó la economista.
La especialista señaló que para revertir la situación se requiere que aumente la tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina, y eso dependerá en buena parte de las exportaciones, y de que haya cierto grado de estabilidad económica.
¿Se pueden recuperar los salarios?
El economista Jorge Day indicó que, con el inicio de la cuarentena, se produjo una fuerte caída en ventas en la mayoría de los sectores, con empresas y Estados que seguían afrontando costos, pero con mucho menores ingresos. En esa situación, hubo un parate en los incrementos salariales. “Lo más importante era mantener el empleo”, observó el experto.
“En una segunda etapa, que es la que estamos transitando, la actividad económica se va recuperando, con repunte en ventas. Las empresas y el Estado buscan sanear sus finanzas, tratando de reducir sus déficits financieros”, continuó Day.
“En una futura tercera etapa, con una reactivación más afirmada, se espera que las ventas alcancen los niveles previos a la pandemia. En este periodo es más viable el otorgamiento de incrementos salariales”, señaló.
Ahora bien, para Day, en la segunda etapa puede haber algunos incrementos salariales, como muestran los datos de agosto, aunque no homogéneos (algunos sectores todavía están casi cerrados, como el turismo). Aun así, surgen dudas de si esos aumentos serán significativos. “Para que eso ocurra, lo ideal es tratar de volver y superar los niveles de actividad económica previos a la cuarentena”, continuó.
“Sin embargo, hay elementos que hacen creer que esa recuperación salarial puede ser más lenta de lo esperado. Para lograr mejores ingresos, es necesario que haya más inversiones, que eleven la productividad del trabajo. Esa llegada de inversiones no es tan clara en un contexto de alta incertidumbre, particularmente manifestada en la brecha cambiaria. Confiemos que esa incertidumbre se vaya diluyendo en el tiempo”, cerró el especialista.
Sector sin actividad
Como señaló Day, aún quedan sectores cerrados en la provincia, y la Unión Comercial e Industrial de la provincia (UCIM), asociada a la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, elevó una carta a las autoridades nacionales para que se reabra el turismo receptivo.
“El turismo es, sin dudas, un recurso que tenemos disponible y para el cual contamos con una infraestructura que no sabemos cuánto va a poder soportar esta parálisis. Las autoridades deben comprender esto: El turismo significa una porción importante del PBI tanto Provincial como Nacional. Es un claro ejemplo de una actividad que genera riqueza, la cual se necesita desesperadamente para poner en marcha nuestra economía”, destacaron. “En 2019, llegaron a la ciudad de Mendoza 63.981 personas (un 22% más que lo registrado en 2018) y 143.710 pernoctaciones (16% más que el año anterior). Todos estos datos confirman que Mendoza, a pesar de todos los vaivenes de la economía argentina, registraba un crecimiento en el sector servicios y esto era traccionado, sin dudas, por el Turismo”, remarcaron.
Estas dificultades afectaron al empleo del sector, y según señaló Carolina Montivero, secretaria gremial de Uthgra, a la fecha, los trabajadores registran un incremento del 17%, que surgió de que se incorporara al sueldo básico el incremento obligatorio que a principios de año definió el Gobierno Nacional. “En octubre se definió la paritaria 2020, con un aumento del básico compuesto por el artículo 14, que era una suma a cuenta de futuros aumentos y que sube los básicos”, señaló la gremialista.
Dentro de los gremios que cerraron paritarias se encuentra el de los empleados de comercio. Según Fernando Ligorria, titular del CEC, el 20 de septiembre se acordó un incremento en el básico de $ 2.000, más la incorporación del decreto ($ 4.000), y una suma extraordinaria pagadera en cuotas de $ 5.000 mensuales hasta alcanzar los $ 30.000.
