Después de los faltantes de gasoil, en diferentes puntos del país comenzaron a aparecer los primeros indicios de escasez de gas, tanto para vehículos como para uso industrial. En Mendoza aun no se han advertido inconvenientes, pero lo ocurrido en otras provincias anticipa que, con los primeros días de bajas temperaturas, los problemas podrían aparecer.
Los que mayor preocupación manifiestan son los expendedores de GNC, quienes se preparan para un escenario de desabastecimiento, aunque esto dependerá de “que tan benigno se presente el invierno” y cuánto duren los días de más bajas temperaturas. Hasta la fecha, mientras que en algunas provincias ya se advirtieron faltantes, “las condiciones operativas son normales”, pero no se descartan inconvenientes en el mediano plazo.
Sergio Isabelino Rodríguez, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (Amena), indicó que “en principio, en Mendoza el problema del gas está resuelto”, pero reconoció que los faltantes son una posibilidad. “Recibimos gas de la Cuenca Nequina, la que está con mejores provisiones y menos estresada, pero no se descartan faltantes que dependerán de la benignidad o no del invierno y de hasta dónde la demanda sea mayor que la oferta”, agregó.
De acuerdo con el presidente de Amena, lejos de lo que sucede en el Norte del país, no se han registrado cortes de GNC y las condiciones operativas son normales. Ahora bien, que la demanda supere a la oferta dependerá de las condiciones climáticas y de la cantidad de combustible que haya disponible.
“En principio, el convenio que se firmó con Bolivia es para abastecer todo el Norte Argentino. Eso genera mejores previsiones y disponibilidad de generación térmica para el invierno”, sumó Rodríguez.
Vencen contratos con estacioneros en el marco del Plan Gas
El primer día del mes de mayo finalizarán algunos contratos del Plan Gas Ar, donde se establecen las condiciones de compra de gas natural destinado al GNC y en el que la Secretaría de Energía dispuso atar el precio del fluido a la evolución de los valores de la nafta súper de YPF.
Esta situación también despertó las dudas entre los estacioneros que se encontraron con dificultades para renovar tales acuerdos y, por ende, garantizar el despacho de gas natural comprimido, en un contexto de escasez. De todas formas, Rodríguez insistió en que, en general, en la Cuenca Neuquina no hay problemas de contratos de abastecimientos. “Sí se pueden esperar faltantes operativos, porque Argentina tiene que importar Gas, y gasoil”, reconoció.
Incentivos para la producción, pero sin transporte
El Plan Gas Ar resultó un incentivo para los productores de Vaca Muerta, y desde Amena ven una posibilidad concreta de que se aumente la producción pero, antes, se deberá resolver el transporte para la nueva producción (el Gasoducto Néstor Kirchner entraría en operaciones recién en 2023).
En este punto, de acuerdo con los actores del sector, y en definitiva para los usuarios, resulta de suma importancia que aumenten los metros cúbicos de gas transportado. Para entender mejor la situación, hay que tener en cuenta a las tres partes que intervienen antes de que el combustible llegue a los usuarios: quienes produce el gas; quienes lo transportan y quienes lo distribuyen. En este último punto se habla de una distribución “planificada” para las 28 industrias que se abastecen en Mendoza.
“Existen tres segmentos en el mercado. El usuario domiciliario paga todo en una única factura, pero los estacioneros reciben cargos fragmentados (una factura del productor, una del transportista y una del distribuidor). Hay que tener en cuenta las distintas variables: si el productor inyecta gas suficiente, si el sector tiene transporte en firme, y finalmente el servicio que se recibe. Cuando se habla del Plan Gas, se habla de cuántos productores pondrán más gas en el sistema, pero mientras no se tenga transporte, el país seguirá importando”, agregó Rodríguez.
Persisten los problemas con el gasoil
En la actualidad Argentina importa gasoil para completar su matriz energética y un 30% de lo que compra es para el consumo en las estaciones de servicio. El resto es para los ciclos combinados de generación de energía eléctrica.
En general existe un descalce entre el precio del barril criollo (U$S 55) y el crudo internacional (U$S 100). Entonces, a pesar de que las petroleras estén a su máxima capacidad, están obligadas a importar gasoil y una parte del GNC que no se puede transportar, y necesariamente lo hacen “a pérdida”.
La demanda aumenta con los bruscos cambios de temperatura del invierno o el verano y el estrés en el sistema se resuelve con quiebres de stock. Hoy estamos en un “tenso equilibrio”, según explicó el titular de Amena, pero insistió en que Mendoza se encuentra en una situación mejor que otras zonas del país.
Algo similar señaló Pedro Guerra, titular de la Asociación de Propietarios de Taxis de Mendoza, quien comentó que no han tenido dificultades con el GNC, pero sí con los combustibles líquidos, aunque se mantienen en alerta por las noticias que llegan del resto del país, en donde se generaron faltantes y no alcanzaron ni las bocas de expendio que habitualmente se reservan para garantizar el normal funcionamiento del transporte público.