Mientras en el plano político las idas y vueltas en el nombramiento de funcionarios enturbian el camino del presidente electo Javier Milei hacia el 10 de diciembre, el mercado volverá a pronunciarse durante las próximas 72 horas en una serie de licitaciones de deuda clave para el sistema financiero.
Estas operaciones se darán al mismo tiempo que Milei junto a su eventual ministro de Economía, Luis Caputo, mantienen en Estados Unidos una serie de reuniones clave en busca de fondos para sustentar el inicio del nuevo mandato.
Mañana la Secretaría de Finanzas realizará la última licitación de bonos del Tesoro Nacional de la presidencia de Alberto Fernández, en este caso para la renovación de vencimientos por $ 5.000 millones.
Según estimó la consultora PPI Inversiones el 90% de esos fondos están en manos del sector privado luego de la serie de canjes realizados durante el año.
La semana pasada la dependencia a cargo de Eduardo Setti realizó una operación similar pero por el triple de monto y logró obtener el dinero para al roll over y tomó un excedente de nueva deuda por $ 233.000 millones.
Tras el triunfo de Milei los títulos de deuda mantienen un rally alcista con suba de hasta 10% en los que ajustan por CER (inflación) y de hasta 40% en los que se actualizan al tipo de cambio oficial (Dólar Linked y Duales).
Apuntalan esta suba la decisión de Milei de alcanzar equilibrio fiscal, el respeto por las obligaciones contraídas, y la posibilidad de que se debilite la dolarización, al menos en el corto plazo.
El monto de la licitación de mañana no debiera conllevar ningún riesgo lo cual le permitirá a Setti cumplir su gestión sin mayores sobresaltos.
Diferente es el panorama en Leliqs donde también mañana el BCRA afronta vencimientos por $ 1,54 billones, de los cuales $ 0,74 billones están en poder de bancos públicos y $ 0,81 billones en privados. A su vez, el jueves expiran $ 2,05 billones, $ 1,31 billones de bancos públicos y $ 0,74 billones de bancos privados.
El cronograma antes del cambio de Gobierno incluye otras dos operaciones por $ 1,57 billones y $ 1,15 billones el martes 5 y el jueves 7 de diciembre.
La semana pasada los bancos decidieron limitar la renovación de estos títulos. El martes sólo “rollearon” el 40% y el viernes apenas el 10%, colocando el dinero sobrante a Pases a un día como medida precautoria hasta tanto se despeje la incertidumbre sobre su resolución. Ese mismo viernes Caputo les prometió en una reunión que “no habrá sorpresas” y que será “una solución de mercado”.
Estos movimientos llevaron a que el stock de Leliq cayera un 23% con relación al viernes previo a las elecciones y que el de Pases subiera 43%. Entre ambos instrumentos suman unos $ 24 billones.
Sobre el actual escenario la consultora Moody’s señaló que “el principal desafío para los bancos continúa siendo la elevada exposición al riesgo de mercado derivado de la concentración de las inversiones en instrumentos públicos”.
Sin embargo consideró que “los elevados niveles en términos históricos tanto de liquidez como de capitalización actuales de los bancos actúan como mitigantes y les permitirá afrontar pérdidas moderadas”, en caso que se produzcan, señaló la consultora.
Del lado de los depósitos se observa que también el público decidió por posiciones más cautelosas: “la última información disponible muestra que martes y miércoles de la semana pasada hubo caídas de plazo fijo por $64.000 millones y $159.000 millones, aunque todavía lejos de mostrar un nerviosismo extremo por parte de los depositantes”, indicó PPI, al tiempo que sugirió continuar observando el comportamiento de esta variable en los próximos días.
Sobre las próximas operaciones la consultora subrayó que “una tasa de renovación cercana al 100% indicaría que los bancos validan el abordaje sobre las Leliq” que están encarando Milei y Caputo.
Por tal motivo, observar el resultado de las licitaciones de los próximos días será determinante para, más allá de las declaraciones públicas de ocasión, tener algún grado de claridad sobre la credibilidad y el respaldo concreto que está consiguiendo el presidente electo y su eventual ministro de Economía.