En los últimos tres años, el negocio de los espacios comunes para oficina comenzó a crecer a la par de los cambios culturales y económicos. Hoy son uno de los centros fundamentales para el desarrollo del ecosistema tecnológico de la provincia. De hecho, en los departamentos del Gran Mendoza ya hay 54 coworking registrados en Google maps, lo que evidencia un crecimiento del negocio del 500% respecto de 2018.
Claro está, que surge la incógnita de cómo reaccionará el sector a partir de setiembre, con la vuelta a la presencialidad de todas las actividades económicas de Mendoza.
Lo cierto, es que parte del crecimiento del negocio de los coworking puede explicarse por el avance de la pandemia y la virtualidad obligada, pero también ha tenido mucho que ver el avance de los millennials en la población económicamente activa, quienes parecen sentirse más atraídos por la posibilidad de ser emprendedores que de tener un empleo en relación de dependencia. Ellos lideran pequeñas estructuras, de gran agilidad y poder de adaptación frente a los cambios del mercado, algunas veces con empresas unipersonales para la venta de servicios en el campo digital.
Por otro lado, signado por los cambios que aceleró la pandemia del Covid-19 el año pasado, muchos profesionales, para reducir costos fijos, prefirieron abandonar la oficina tradicional para pasar al espacio compartido. Mudaron sus operaciones a las salas privadas de un coworking para tener una mayor comodidad y así complementar las tareas que realizan en home office. Otros, agrupados por sectores, comparten los gastos del mantenimiento de un bufete.
Trabajando en red
Según el registro de la Red Argentina de Coworking, en 2018 había sólo 69 lugares de trabajo colaborativo habilitados en el país. En Mendoza, sólo 3: dos estaban en el Gran Mendoza y uno en San Rafael. Luego de cuatro años, muchos más emprendedores y freelancers comenzaron a trabajar bajo los beneficios del espacio compartido.
Campus Olegario, el primer espacio colaborativo de Mendoza, también se ha transformado en un acelerador para Startups, ligado a otras firmas como Embarca, Egg Tech, Agilmentor, Cerebro Curioso, la fintech Palta y la agencia Zag digital.
Entrevistado por Los Andes, Martín Salassa, de Linka Space, había explicado que el ambiente del coworking permite a sus usuarios una integración y sinergia con otros emprendedores.
Frente a la creación de nuevos proyectos, algunos empresarios locales también se han volcado a la ejecución de este tipo de espacios colaborativos, como los hermanos Alexis y Gunther Atem, responsables de la empresa verde Energe. Cumbrar, inaugurado en febrero de 2020, persigue entre sus objetivos el de forjar una comunidad de profesionales.
Otro ejemplo de la diversificación lo protagoniza el bodeguero Diego Stortini, dueño de Postales Coworking, en Chacras. “Desde que abrimos, hemos tenido el 100% de los escritorios vendidos. Creo que esto tiene que ver con la gente que tenía su negocio en el microcentro y vio la opción de un lugar de trabajo con espacios amplios y distendidos”. El empresario atribuyó el crecimiento de la demanda a un cambio cultural relacionado con la digitalización. “Es mucho menor la necesidad de ir al centro, porque muchas de las acciones pueden realizarse en forma online”, apuntó.
Las últimas tendencias
El mercado inmobiliario no ha dejado de reaccionar ante los cambios que propone el mercado, en nuestra provincia. En Luján de Cuyo por ejemplo, en Palmares Valley el Grupo Presidente está construyendo un moderno edificio de oficinas, vecino a la propuesta Premium que ofrece el Chacras Park, desarrollado por el grupo Kaikoura, o el edificio corporativo Alvear, que está en construcción en Vistapueblo, sobre avenida San Martín y Boedo.
Entre los edificios inteligentes y espacios diseñados para la instalación de oficinas, fuentes de Redcouch, un espacio de coworking en calle Emilio Civit, señalaron que desde su apertura en noviembre el espacio común ha tenido un alto grado de aceptación, mientras que los espacios para las empresas tienen una ocupación del 70%. “Son oficinas destinadas a las compañías. Las firmas pagan una membresía mensual y rotan la gente que va a trabajar”, detallaron desde Redcouch.
Por otro lado, apoyadas por la tecnología, algunas App de membresía ofrecen lugares cómodos para trabajar como el Sheraton Hotel, Hotel Meliá, Paseo La Plaza, Galerías Pacífico, o el Hard Rock Café.
El concepto de “nómada” ha ingresado en la provincia y uno de sus ejemplos es Benomad, aplicación que está asociada en todo el país con 85 espacios (en CABA y La Plata), mientras que en el interior cuenta con locaciones en Córdoba, Rosario, San Rafael (la posada Casartero) y Neuquén.