En un asado de un viernes por la noche, un grupo de amigos habla sobre sus trabajos. De repente uno dice “Acá te pagan poco y nada, pero imaginate trabajar desde casa por internet, vendés afuera y te pagan en dólares”. La mayoría asiente y (aunque cómo lograrlo queda borroso entre las brasas del asado) la situación es parte del interés creciente de varios profesionales mendocinos por trabajar desde casa para el exterior.
Como la venta de servicios profesionales no está tipificada por la aduana argentina, es imposible contar con un número exacto de cuánto se vende en este sentido, y menos si solo se consideran a profesionales por su propia cuenta y no a empresas. Sin embargo, especialistas locales no dudan en que el interés es creciente y que hay muchas consultas por el tema.
Dentro de Fundación ProMendoza, Dania Bonadeo, es la responsable de Sector de Servicios y Productos No Tradicionales, muy vinculada a servicios basados en el conocimiento. Ese sector se vio potenciado durante la etapa más restrictiva de la pandemia e involucra a muchos emprendedores jóvenes que ven con interés poder exportar sus servicios, en rubros que incluyen audiovisual, programación, diseño, etcétera.
“En el sector videojuegos hay muchos jóvenes emprendedores, varios son monotributistas y después se constituyen como empresas. Gran porcentaje de quienes logran sobresalir y permanecer en el mercado trabajan para el exterior. Hablamos desde deportes electrónicos hasta juegos para PC o celular”, ejemplificó Bonadeo. Se estima que las empresas internacionales en ese rubro pagan muy bien, pero demandan una capacitación continua.
Otro sector que nuclea a muchos profesionales con posibilidad de exportar es el Software, con variantes que van desde tecnología aplicada al agro o finanzas, hasta programar para educación o gestión de empresas. Vale recordar que es un sector muy competitivo y con alta demanda de talentos a nivel mundial, con sueldo por encima del promedio.
Para emprendimientos de una o dos personas, Bonadeo aclaró que la venta al exterior en general implica un mayor volumen y por ende es común tener que ampliar el staff: “Nosotros no acompañamos en armar empresas, pero sí en el camino a exportar, en la internacionalización, que es algo de mediano a largo plazo. Nuestro foco son Pymes y emprendedores en rubros de servicio”.
Por último, la responsable de Servicios de ProMendoza recordó que se puede trabajar en otros rubros como diseño de indumentaria, turismo y aeronáutica (ya existe el Clúster Aeroespacial Mendoza). Actualmente la entidad trabaja con un grupo de periodistas para exportar servicios de comunicación y la idea es continuar con otros profesionales.
Exportar servicios
Un caso a la hora de vender al exterior es el de María Belén Cerdán, que se recibió como Lic. en Relaciones Internacionales y en la provincia trabajó en logística de comercio exterior. Empezó a capacitarse en exportación de servicios y hoy es una consultora en internacionalización de servicios que ha trabajado para empresas de Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Uruguay.
Una experiencia clave en su inicio fue trabajar con una empresa chilena como profesional externa, ayudando a otras compañías a volverse internacionales. Con esa base, mejoró su perfil en la red social LinkedIn y fue contactada por otras empresas de Chile, México y Uruguay. “Hoy sigo haciendo consultoría en internacionalización y con algunas empresas he tomado la gestión comercial, la implementación de estrategias y desarrollo de mercados”, describió Cerdán.
A la hora de enumerar beneficios, esta consultora destaca poder tener ingresos en una moneda más fuerte que el peso argentino, la posibilidad de potenciar el propio perfil profesional y adquirir una interculturalidad que permite ser muy flexible como profesional.
“Para mí no es menor la posibilidad de conocer a personas de otros países y nutrirme de sus experiencias. Además, tenés la posibilidad de trabajar desde cualquier lado y si yo me quiero ir unos días de viaje puedo trabajar desde donde esté”, señaló Cerdán. Si bien hoy también acompaña a profesionales y empresas locales, el 90 % de su trabajo actual es para el exterior.
Esta especialista confirmó que hay un interés cada vez mayor por parte de mendocinos en vender al exterior, el problema es “no saber” cómo hacerlo: “Hace poco me contactó una abogada porque quiere internacionalizar su servicio. Muchos profesionales piensan que no están a la altura, pero una vez que rompés el miedo, salís con una oferta y conseguís los primeros contactos, ves que era posible. Hay que potenciar esto”.
Diseño for export
Otro caso local es el de Rubén Romero, diseñador gráfico que crea imágenes para una plataforma global que se encarga de imprimir su imagen en distintos productos y le paga una comisión por cada venta. Así, su creatividad se plasma en remeras, tazas, pañuelos, etcétera, y recibe una regalía cada vez que alguien compra algo con su diseño.
“Yo tengo una forma de diseñar más realista, mientras otros prefieren lo abstracto. Uno debe estudiar el mercado y analizar qué quiere vender, qué tendencias están al día y cómo te podés destacar”, explicó Romero. Actualmente, esas ventas representan cerca de un tercio del total de sus ingresos mensuales, aunque en parte eso es porque tiene unos 70 diseños cargados en plataformas, después de más de 2 años de trabajo continuo.
Para este diseñador, hay que tener en claro que “no es soplar y hacer botellas”, sino que implica tiempo de inversión y de estudio de cómo mejorar las ventas online, y hace falta ser constante en el camino. En su caso, cuando inició estuvo por lo menos 6 meses hasta lograr una estabilidad de ventas.
“El mundo se achica y vos sin moverte de Mendoza podés vender a lugares que nunca pensaste. Productos con diseños míos se han vendido en países como Hungría, Australia, EE. UU., Brasil y Alemania. ¡Nunca pensé que un diseño mío se iba a vender más allá de la Peatonal de Mendoza!”, bromeó Romero. Además, afirmó que fuera del diseño también hay oportunidades para exportar servicios, como el desarrollo de contenido escrito.
En cuanto al interés de otros mendocinos, el diseñador comentó que mucha gente se interesa cuando habla del tema, pero que luego varios se quedan en el camino: “Tenes que armar un CV, traducirlo, moverte… el trabajo no te cae de arriba. Creo que muchas veces queremos las cosas fáciles, y esto no es tan fácil sino que te pide investigar, capacitarte y ser constante”.