La falta de créditos accesibles es una demanda constante del empresariado mendocino. Con la reactivación de la economía en 2021, volvieron a crecer los pedidos por financiamiento y resurgió el interés por saber qué opciones hay disponibles en la provincia, tanto en entidades privadas como en organismos públicos.
Jorge Day, economista del Ieral Mendoza, explicó que si se analiza la dinámica de créditos a empresas mendocinas, partiendo de una base de 100 en el cuarto trimestre de 2018, se observa que el valor (neto de inflación) cayó a 49 en 2020 y repuntó levemente a 52 en junio de 2021. En otras palabras, a mediados de 2021 el dinero tomado por empresas (neto de inflación) a través de líneas de crédito es la mitad del que tomaban hace tres años. A nivel nacional, la dinámica fue similar, aunque aumentó durante la pandemia y volvió a caer después.
El abanico de créditos que ofrecen los bancos es enorme, dependiendo las tasas del tipo de empresa que se trate, los plazos y los convenios con otras entidades. Un dato llamativo es que varios en su web ofrecen la posibilidad de un crédito, pero no especifican la tasa o invitan a la sucursal para conocer los detalles de la empresa y hacer una propuesta acorde.
Entre los que sí aclaran datos, está el Banco Nación (BNA), que ofrece una asistencia crediticia para Micro, Pequeñas y Medianas empresas de todos los sectores económicos para “Inversión Productiva”, con una tasa fija del 27% TNA a pagar en 5 años. Por su parte, una de las líneas para MiPymes de Santander es un préstamo para capital de trabajo con tasas del 25 % hasta 12 meses y de 30% hasta 18 meses.
Es importante aclarar que los números mencionados no incluyen impuestos, además de ser para emprendimientos y empresas chicas. Algunos consultados estiman que el valor total de las tasas para empresas medianas puede rondar entre 40% y 50%. La Tasa Nominal Activa del Banco Nación, que suele tomarse como referencia, estos días, oscila entre 40% y 42%.
Un dato que destaca Day es que de cada $10 que se depositan en los bancos argentinos, sólo se prestan $3,5 (”lo normal es que el valor fuera cercano a $8″, como ocurría en setiembre de 2017 con $7,5). Esto ahora ocurre por temor a la morosidad y porque los bancos usan el dinero para prestar al Gobierno nacional.
“Al menos dos de cada tres pesos depositados en bancos no se prestan. Los bancos están líquidos, manteniendo esos fondos bajo la forma de caja, Letras del Banco Central y en títulos públicos (estos últimos financian al gobierno nacional)”, señaló el economista del Ieral Mendoza.
Analizar los números
Se estima que el sistema financiero argentino representa un 13% del PBI argentino, mientras que en Chile representa el 113-115% del PBI. Esto explica por qué Chile tiene tasas de financiación en 2-3% anual.
Así lo comentó Federico Pagano, economista y gerente general de la compañía financiera Montemar. En su visión, una primera razón es que los argentinos no consideran a la moneda peso como una reserva de valor, por ende no la guardan en el banco y eso reduce el dinero disponible para prestar.
La tasa de interés de un préstamo siempre será mayor a lo que esté pagando un plazo fijo (el atractivo para que la gente deposite su dinero), además de sumar los costos de mantener la empresa, el pago de impuestos como Iva, Ingresos Brutos y Sellado, y el margen de ganancia.
Por otro lado, las entidades financieras tienen otra opción hacia dónde derivar sus fondos: el Estado. Pagano afirma: “El gobierno argentino hoy paga 38% anual en Lelics, porque gasta más de lo que produce y necesita financiarse. El banco entra en la disyuntiva de si prestar a una persona, con el riesgo que conlleva, o de prestar al gobierno libre de riesgo y sin dificultad”.
En el caso de Montemar, presta con tasas ente 40 y 50%, dependiendo de la empresa y los plazos. En cuanto a la demanda de crédito, hubo un repunte en febrero y marzo, otra caída al incrementar los casos de Covid, y un nuevo repunte desde agosto. “También hay problemas de morosidad. Muchos esperaban que el Banco Central hiciera otra prórroga pero ya se están ejecutando algunos juicios. La sugerencia es intentar buscar una solución con la entidad antes de llegar a juicio”, sostiene Pagano.
El apoyo provincial
Además de las entidades financieras privadas, el empresariado mendocino puede acceder a entidades públicas que se gestionan desde la provincia. Una de esas entidades es Mendoza Fiduciaria, que administra fideicomisos públicos y privados y permite financiar distintos proyectos.
Hernán Norando, gerente de Mendoza Fiduciaria, explica que, por un lado, tienen la administración de Mendoza Activa, “un incentivo muy grande hacia la inversión y el consumo en general de toda la economía”, y que trabajan en otros elementos específicos como el fideicomiso vitivinícola, que permite financiar los créditos de cosecha y acarreo.
Cada fideicomiso tiene objetivos marcados, con reglas específicas para cada operatoria. El financiamiento más reciente es el Plan Semilla, presentado la última semana por el Gobierno provincial con una combinación entre subsidio y crédito. Con un monto total de $ 250 millones, está apuntado hacia emprendedores para la compra de capital de trabajo: maquinarias, herramientas e insumos.
Cada proyecto tendrá un cupo de hasta $250.000 para financiarse con el Plan Semilla. El 40% de ese valor ($ 100.000) no deberá ser reintegrado y los restantes $150.000 se financiarán a tasa de 12%, con 6 meses de gracia, a devolver en 24 cuotas. El mismo gobernador, Rodolfo Suárez indicó, en el lanzamiento, que en Mendoza “el Estado no invierte en planes, invierte en emprendedores, con una tasa realmente baja y que puede servir de puntapié para estos pequeños emprendimientos”.
Otra herramienta es el Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC). Su directora ejecutiva, Silvina Giordano, asegura que en 2020 recibieron muchos pedidos de préstamos para poder pagar sueldos mientras que este año el 97% están vinculados a inversiones. El FTyC, explica Giordano, otorga créditos en forma directa, “así como lo hace un banco pero sin serlo,” y bonifica tasas a través de acuerdos con entidades financieras.
La tasa de interés que cobra el FTyC es una tasa inferior a la de mercado, “una tasa negativa” que es un porcentaje de la tasa activa del Banco de la Nación Argentina (BNA) que hoy ronda entre 40% y 42%.
“La tasa va a depender del tamaño de quien toma el crédito. Si es una actividad industrial y la empresa está categorizada como ‘micro’, ahí la tasa será el 50% de la tasa activa del BNA. Es decir que se cobra entre un 20% y un 21%. Si la actividad es industrial y es una ‘pequeña o mediana’, la tasa será del 60% de la tasa activa del BNA”, ejemplificó la directora ejecutiva del FTyC.
En números, durante 2021 vienen otorgando entre 38 y 42 préstamos mensuales para inversión, pero en agosto entregaron 54 y en setiembre 58. Además, son compatibles con el Programa Mendoza Activa 2 que reintegra el 40% de una inversión. “En cuanto a la mora, el 91% de la cartera está en situación regular, alrededor de un 5% en extra judicial y un 3-4% en judicial. Es muy baja para la situación de hoy. En los bancos está en un 15%”, apuntó Giordano.
Desafíos del crédito en Mendoza.
Jorge Day - Ieral Mendoza
“En el país, de cada $10 que se depositan en los bancos, sólo se prestan $ 3,5. Lo normal serían $ 8. ¿Por qué no prestan los bancos? En parte por temor a que no devuelvan los préstamos (coyuntura no fácil) pero, principalmente, porque le están prestando al gobierno y compran Letras que el Banco central coloca para controlar la inflación”.
Federico Pagano - Montemar
“Las tasas de hoy son más bajas que las de 2019. Hubo empresas que tomaron tasas en esa época y podrían revisar su situación. Una sugerencia es revisar qué es lo que se ha tomado, hacer bien las cuentas y ver en el mercado si hay alternativas superadoras. Además, estar atento a las líneas del banco central, obligatorias para los bancos y entidades financieras, que puede servir para capital de trabajo y pago de deudas, compromisos”.
Hernán Norando - Mendoza Fiduciaria
“Un desafío es generar operaciones que mejoren las tasas de las entidades financieras y, por otro lado, tratar de acompañar a las empresas en las necesidades que tienen en los momentos indicados. Hoy estamos acompañando a las bodegas con la compra de botellas de vidrio y queremos lograr financiamiento para el sector primario, que muchas veces se ve afectado por el aumento de costos en dólares. Estamos pensando en operatorias para ese sector”.
Silvina Giordano - FTyC
“Un problema de las Pymes está vinculado con las garantías y con la capacidad de las empresas de poder afrontar los créditos. Los vaivenes económicos que nos tocan como país hacen que haya mucha economía de subsistencia, intentando pagar lo mínimo de impuesto y vendiendo en negro. Al momento de hacer los análisis de riesgo crediticio no vemos la situación real de la empresa y no se acredita la capacidad para hacer frente al pago”.
Rafael Galante - Crecer SGR
“Las tasas no son tan atractivas, pero sí se han incrementado y funcionan bien las líneas más largas que tienen que ver con inversión. En particular las que más piden créditos son las micro empresas y las chicas, por no más de $ 10 millones. Son firmas de no más de 15 empleados y buscan inversiones en bienes de capital. No hemos tenido inconvenientes en el segmento ‘micro’ ni en el ‘pequeño’. Nosotros en particular incrementamos nuestra participación dentro de ese segmento en el país”.
María Inés Trebino - Garantizar
“A la hora de poner en marcha una pequeña y mediana empresa, el dilema central para todo emprendedor radica en cómo disponer de los fondos necesarios para desarrollar su proyecto. Algunos recurren a sus ahorros y otros a préstamos de familiares o amigos, pero la mayoría apunta a créditos bancarios y espera poder cumplir con todos los requisitos fijados. La irrupción de la pandemia del Covid-19 no sólo amplificó ese dilema, sino que además lo trasladó a las PyMEs ya establecidas, en un desafío por permanecer en medio de la difícil situación generada por la pandemia en todo el país y el mundo”.