Dicho en términos muy generales, en economía se le llama “burbuja económica” al fenómeno que se da cuando el precio de algo crece de manera anormal y prolongada (en buena parte por causa de la especulación) hasta que “revienta” y baja de forma abrupta. Hay varios ejemplos a lo largo de la historia, incluso hace menos de quince años con las hipotecas subprime de EEUU y el temor es que con algunas criptomonedas esté pasando algo similar.
Para explicar de qué se trata este fenómeno, se puede recordar la primera burbuja documentada. Cuentan que en el Siglo XVII, en Holanda, algunos comerciantes de mucho dinero empezaron a comprar tulipanes como una forma de marcar el status. Como eran difíciles de conseguir, se pagaban por anticipado, es decir antes de que se cosecharan, y algunos lo compraban a 5 y revendían esa promesa de tener un tulipán a 10, escalando ese valor de mano en mano.
Con ese negocio floreciente, durante la “Tulipomanía” la gente prefería comprar y vender bulbos de tulipanes en vez de trabajar en el campo. Se dice que un bulbo llegaba a venderse por el sueldo de un artesano promedio en un año (el precio de una casa). ¿Cómo terminó todo? El precio acabó colapsando en poco tiempo, llegando a valores mínimos y todos debieron volver a trabajar como antes.
Después de los tulipanes, se dieron muchos otros casos de burbujas económicas, como el Crack de 1929, la burbuja de las “punto com” y las hipotecas subprime o “hipotecas tóxicas” de 2007/8. Todas tuvieron en común un factor de especulación, inflando precios por encima de su valor y con una caída abrupta en días.
Qué pasa en la actualidad
Marcelo Licanic, economista y docente universitario, teme que algo parecido esté ocurriendo con criptomonedas como Bitcoin: “¿Cuándo me doy cuenta de que algo no funciona bien? Cuando la gente que no sabe en lo que invierte gana más en eso que haciendo su trabajo original”.
Licanic recuerda que a fines de los 90´ el gran negocio era invertir en empresas digitales por la revolución de internet. El índice bursátil Nasdaq Composite (donde cotizaban muchas firmas tecnológicas), subió exponencialmente hasta que de repente se desplomó y dio paso a la crisis de las “punto com”. “Todos ganaban plata invirtiendo en empresas que no sabían qué hacían”, señaló el docente universitario.
Licanic afirmó que las criptomonedas llegaron para quedarse, pero duda de su valor actual: “¿Un Bitcoin vale realmente U$S 40.000? Yo no conozco a nadie que lo use para resguardo, siendo que podés comprar dólares. Existe un fuerte componente especulativo. Mucha gente no sabe cómo funciona su tecnología blockchain, pero lo compra porque especula que va a subir el precio”.
Además, Licanic remarcó que algunos países están emitiendo sus propias criptomonedas (Bahamas ya lo hizo y Reino Unido está en el proceso) con un respaldo propio, de modo que habrá que ver qué ocurre con esta mayor competencia.
Mayor confianza
Una opinión distinta es la de Manuel Manzur, cofundador de PMSA Capitales, para quien puede haber “pequeñas burbujas temporales”, como modas donde se sobrevalora al Bitcoin, pero la criptomoneda más famosa se mantendrá: “Los tulipanes cayeron, pero el Bitcoin en 2017 tuvo un crecimiento y una caída abruptos, y aún así continúa. No hay que confundir la corrección de un precio con una burbuja”.
Lo que sí advierte este especialista es que en algunos proyectos novedosos de criptomonedas a veces “se generan páginas web bonitas y se le vende a la gente espejos de colores que no tienen sustento”. En ese sentido, quien piense en comprar criptomonedas debe ser muy cauteloso y analizar la seriedad de cada propuesta, quién está detrás y qué comunidad tiene de soporte.
Manzur es parte de una diplomatura que organiza la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo sobre criptoeconomía (comenzó el 23 de marzo), con la idea de enseñar desde un punto de vista académico algunos conceptos como finanzas descentralizadas y los aspectos contables y de comercialización de las criptomonedas.
Volviendo a las burbujas, el economista Daniel Garro, CEO de Value International Group, aclaró que no se pueden armar sin el combustible que las aliente: “El 90% de las historias de tulipanes no consideran que, cuando subieron de precio, fue cuando las metrópolis descubrieron que había oro en sus colonias. Ese oro generó inflación, se pusieron de moda los tulipanes y ahí fue el dinero”.
Para Garro, actualmente hay otro combustible económico, la emisión monetaria: “Hoy toda la economía mundial está en una burbuja, no sólo las criptos. Hay acciones de empresas que en acciones tienen un precio 20 puntos por encima de lo que deberían, es un precio inflado”. De todos modos, el economista consideró que las criptos van ganando cada vez más aceptación para comprar y vender bienes, y que el Bitcoin tiene un límite de emisión, lo que asegura mejor su valor frente a otras monedas en papel.